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Ante todo: la urgencia de dotar de mayor democracia territorial al nuevo Chile. Iván Valdés,  Periodista. Máster en Relaciones Internacionales y en Estudios Latinoamericanos.-... ¿Unicameralismo o Bicameralismo en debate Constitucional?…

Ante todo: la urgencia de dotar de mayor democracia territorial al nuevo Chile.

Iván Valdés,  Periodista. Máster en Relaciones Internacionales y en Estudios Latinoamericanos.-

Thinking outside the box”… es una frase del mundo anglosajón, que literalmente significa “Pensando fuera de la caja”, y se refiera a la necesidad de tener una reflexión novedosa y creativa frente a encrucijadas que parecen ofrecer pocas opciones. Hoy estamos ante un hecho similar frente al debate en la Convención Constitucional sobre la necesidad de que nuestro país se mantenga con dos cámaras legislativas (Diputados y Senadores) o transite hacia una sola cámara.

Los argumentos para sostener esta última propuesta son básicamente dos: a) que permitirá tener un proceso legislativo más ágil; y b) que se elimina una cámara revisora (el Senado) que históricamente ha sido expresión de sectores más conservadores, y por tanto freno, de transformaciones progresistas.

Y es aquí donde nos adentramos al abismo del maniqueísmo, en donde quienes apuestan por una cámara serían los progresistas, y los que apuestan por dos, los conservadores. Pues hay más opciones, y hoy más que nunca urge pensar fuera de la caja, y también… hacerlo desde las periferias.

Pudiendo estar de acuerdo con los argumentos dados por los promotores del unicameralismo, no lo estoy en la conclusión: Chile requiere dos cámaras, pero que funcionen de manera distinta a como lo hacen actualmente, y -siguiendo ejemplos como el español o ruso- tener una cámara “ciudadana”, junto a una segunda “territorial”, con funciones tanto específicas, como de contrapeso en ciertas materias. Sin entrar en detalles, un ejemplo es el del Senado de la Federación Rusa.

En dicho espacio, cada entidad territorial del Estado Federado, tiene dos senadores, independiente de su población, riquezas o territorio. Dado que las entidades federales eligen democráticamente a sus autoridades ejecutivas y legislativas (cómo en nuestro caso serían los Gobernadores y el Core), la autoridad ejecutiva designa un senador, y los legisladores designan al segundo senador; por lo que dichas autoridades, responden a su vez a las autoridades electas de los territorios. Sin ánimo de imitar, sino como elemento de reflexión, ante opciones que rompen la falsa contradicción entre “Progresistas” y “Conservadores” que rodea el debate.

Superar las relaciones de subordinación y dependencia

¿Por qué es importante que exista un contrapeso de democracia “territorial”, a la expresión “ciudadana” en el Poder Legislativo? … por la enorme diferencia demográfica, económica y política que existe en nuestro país, muy propio de la estructura de subdesarrollo  que ha atravesado su traumática historia.

Raúl Prebisch, uno de los grandes teóricos del desarrollo que ha producido América Latina, instaló el concepto de “Heterogeneidad Estructural”, en donde explica qué en la división internacional de las relaciones de producción, hay países donde reside el desarrollo del progreso científico-técnico, que define como “Centro”; y hay países que están relegados a una relación subordinada en todo orden de cosas, que conceptualiza como “Periferia”.

Otro gran intelectual, André Gunder Frank, padre de la “Teoría de la Dependencia”, inmortalizó a su vez la siguiente cita: “Desarrollo y Subdesarrollo son dos caras de una misma moneda”.

En síntesis, el poder del “Centro”, se nutre de la posición subordinada de la “Periferia”. Y así como el modelo de “Heterogeneidad Estructural” ha explicado las relaciones internacionales desde el colonialismo hasta hoy, esa misma estructura existe dentro de nuestros propios países. Chile, ejemplo vivo, tiene su propio “Centro” en la capital, y un par de regiones más, donde se deposita no sólo el peso del progreso técnico, también el demográfico, político y financiero.

Si obviamos esta determinante, dicho peso terminará también imponiéndose en el modelo de representación puramente ciudadana del “unicameralismo”. Parafraseando a Joan Manuel Serrat en su entrañable canción, “El Sur también Existe”, en Chile, para que la democracia finalmente triunfe -después de tanta sombra, sangre, muerte y lucha- jamás deberá olvidarse… ¡que las regiones también existen!

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