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Jaime Ceballos Sanquea, poeta y profesor Amigas y amigos, ciudadanas/os todos: Les propongo algunos elementos de juicio que pueden ayudar a discernir, qué candidatura... Pensar, votar y amar

Jaime Ceballos Sanquea, poeta y profesor

Amigas y amigos, ciudadanas/os todos:

Les propongo algunos elementos de juicio que pueden ayudar a discernir, qué candidatura presidencial apoyar este 21 de noviembre, en el actual contexto democratizador que nos toca vivir y protagonizar.

1.- No se deje llevar por las Encuestas:
(Sobre todo la encuesta CADEM).

En Chile las encuestas son parte de la campaña y lejos de querer orientar a la opinión pública, intentan instalar una visión y marcar tendencia. Esto se agrava, por el monopolio comunicacional en manos de la élite. (Radio, prensa y televisión).

2.- Considere quién interpreta mejor la voluntad de cambio:

La única encuesta seria e incontrarrestable, es el plebiscito del año 2020, donde casi un 80% de la población chilena APROBÓ un cambio constitucional a partir del cual se busca iniciar un proceso que supere la desigualdad y la injusticia social, como consecuencia de un modelo impuesto que exacerbó la mirada individualista y mercantilista.

En el contexto descrito, respóndase sinceramente estas dos preguntas claves:

a)¿Qué candidato/a tiene un programa de gobierno, que interpreta de manera realista esta necesidad de cambio?

b)¿Qué futuro gobierno acompañará y facilitará el trabajo de la Convención Constituyente?

Seguramente, más de alguien crea que ninguno. Pero como en política no existe lo ideal, es necesario pensar qué tipo de gobierno nos permitirá avanzar hacia una sociedad más solidaria e inclusiva, donde el eje central esté puesto en las personas.

3.- Fíjese en el Discurso de los candidatos y su Criterio de Realidad:

Hay tres tipos de discursos. Los positivos, que se basan en propuestas de mejora y cambio, que favorecen una ciudadanía participativa y comprometida. Los populistas de todo signo político, que ofrecen el oro y el moro, donde todo lo bueno que nos falta llegará mañana, y sin esfuerzo. Poco menos que el paraíso. Los negativos, que sólo vaticinan peligros y levantan fantasmas de todo tipo. Son los discursos del miedo, que no ayudan a pensar, sino que empujan a encerrarnos en una emoción negativa que todo lo rechaza.

4.- Pregúntese qué quiere y cómo quiere vivir:

Si usted es de los que quiere paz, tranquilidad, orden, seguridad, progreso y libertad, créame que todos queremos eso. Pero esa maravilla, no se consigue sin Democracia, sin justicia social, sin participación, sin solidaridad ni cohesión social.

Ningún candidato/a o gobierno nos dará aquello automáticamente, a menos que nosotros, como legítimos mandantes, estemos atentos y comprometidos durante todo el proceso, cumpliendo nuestro rol ciudadano y ejerciendo control sobre el poder.

5.- Confronte las 7 candidaturas con estos cuatro elementos de juicio:

Se dará cuenta; qué tendencia tienen, qué idea de país y sociedad tienen y quieren.
(Ojo. Todos tenemos una tendencia, incluso usted que dice no tener ninguna) Pero más importante todavía, confróntese usted mismo con las ideas de esos candidatos/as, y se dará cuenta quién es usted. Qué idea de persona y sociedad tiene, qué motivaciones o intereses lo mueven. Luego de ese ejercicio, vaya y vote por quién quiera. Pero vaya y vote.

Cuando regrese a su casa, piense en el futuro de la patria. Si siente la tranquilidad de conciencia que da el haber actuado por amor y no por temor, querrá decir que valió la pena haber vivido un día más.

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