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Un ejemplo de vida comunitaria es la que se desarrolla en la Población Caupolicán, que se encuentra celebrando su aniversario 64°. Una de las... Continúan los relatos de vecinos de la Población Caupolicán, con motivo de su 64° aniversario.

Un ejemplo de vida comunitaria es la que se desarrolla en la Población Caupolicán, que se encuentra celebrando su aniversario 64°. Una de las actividades, en tiempos de pandemia, fue un concurso convocado por el Centro Caminos, para que los pobladores escriban sus vivencias en la población. Compartimos ahora, el segundo relato escrito por Cristian Briceño Pozo.

El autor de este relato, nos pasea por  distintos aspectos de la vida en la Población Caupolicán, la creación de los clubes deportivos; el uso habitual de apodos… En fin, te invitamos a revisar el relato.

El gestor cultural Aníbal Valenzuela, destacó el aporte que realizan los vecinos con sus relatos, puesto que es un aporte a la memoria comunitaria.

La población Caupolicán

¡Quien no la conoce! Donde las calles eran de tierra y eran las mejores canchas para los futuros profesionales. Aquí se forjaba la esencia del jugador de barrio: mítico, aguerrido y con garra.

La vida en la población se pasaba de lo lindo, pero también tenía momentos duros, en fin, la sonrisa nadie te la quitaba con un balón de futbol para la navidad.

Nací en la calle Colo Colo (nombre que no me gusta porque soy de la U). Amigos por montones, donde afloraban los sobrenombres de pequeño: Pompa, Buchi, Banana, Mimí, Aceituna, Chicoco, Chanchito, Tatán y el famosísimo Peotita, entre otros…

Veranos inolvidables. Desde el 08 de diciembre de cada año, donde la calle se vestía de fiesta y las piernas danzaban al compás del balón. Eternos partidos, llenos de emoción, los arcos: 2 piedras, que los autos esquivaban enojados, que tiempos…

Veranos de lunes a lunes, ir a Cavancha era un honor, permiso desde las 15.30 a 19:00 o hasta que bajaran la bandera del salvavida. Y lo mejor de todo esto, la mejor compañía, “la cámara del papi” (cámara de neumático). Contentos caminábamos donde Pedrito Lobo ¡Ey Pedro Lobo! ¡Infla la cámara pa´ ir a la playa!

Y llegaba el fin del verano, tristes, se acababan las bajadas hacia la playa y se guardaba la cámara. Pero comenzaba el futbol, vestirse de corto y ojo, siempre con responsabilidad en el estudio o no había permiso. La mayor parte de los niños de la población vestíamos la camiseta naranja del Club Esfuerzo. La mítica Sra. Inés: presidenta, secretaria, tesorera y directora técnica, “chamorro”, las hacia todas. Subía desde el pasaje Esfuerzo a buscar más pequeños para mantener vivo su amado club.

Luego de no tener mucho apoyo y no tener mucho más que hacer, varios personajes de la cuadra Colo Colo se juntaron, con cervecita en mano, y decidieron hacerse cargo, pero con el nombre de Club Caupolicán, con todas las series menores, un cambio de camiseta rotundo, bañada del rojo de la sangre araucana.

En fin, La Caupolicán, nuestra pobla, se convirtió en la cuna del Club Caupolicán, en todas las series desde “Diente de leche” hasta “Viejos Crack”.

Cabe recordar que tal club, nacido en la calle Colo Colo, se convirtió en unos de los clubes más grandes de Iquique, lleno de triunfos y derrotas. Nacido en 1962, muchos fundadores que ya partieron: la tía Madora, Campito, la Mami y muchas más viejitas….

El club se caracteriza hasta el día de hoy en seguir el lema dejado por nuestra gente fundadora: FUERZA Y LEALTAD.

Hasta el día de hoy estos colores son defendidos con el alma y siempre poniendo en lo más alto la humilde y gloriosa población Caupolicán.

Autor: Cristian Briceño Pozo

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Una respuesta a “Continúan los relatos de vecinos de la Población Caupolicán, con motivo de su 64° aniversario.”

  1. Pedro Bustamante Lay dice:

    Que buen relato , la pura verdad, que alegria que se ayan echo cargo del club en el cual jugue, hoy en dia son otros tiempos, en el cual son mas responsabilidades y mayores proyecciones del Club, que el Señor me los Bendiga Grandemente, en ek nombre de Jesus Aaaaaaaaaaaamen.