Alejandra Ceballos Rojas, Candidata a Constituyente, Distrito 2, Tarapacá.
El actual sistema político chileno se afirma en la negación de las mujeres. En ese orden, transformar el modelo económico, social y político del país es una responsabilidad ineludible para quienes nos sentimos convocadas por empujar las luchas feministas. Dicha tarea, solo es posible con una fuerza social no subordinada, que emerja con su propia disposición y que en la región de Tarapacá se exprese desde su propia identidad.
Identificamos que la política regional tarapaqueña ha abandonado los intereses de las mujeres. Esta cuestión es tremendamente compleja dado que, en términos de diagnóstico, Tarapacá cuenta cifras alarmantes sobre empleo informal femenino, brechas salariales, la masculinización del desarrollo económico, la feminización de la pobreza, la violencia de género en contextos públicos y privados, etc.
Por ello, al no generar instrumentos públicos efectivos de protección, creemos que la política local tradicional ha sido uno de los principales obstáculos para avanzar hacia la equidad y la justicia social de las mujeres y generar un debate profundo desde el feminismo local, que ponga por delante los intereses de las mujeres que habitan nuestro territorio.
Sin embargo, hoy tenemos una oportunidad abierta que permita recuperar nuestros derechos mediante una nueva constitución feminista.
Un Proceso constituyente que otorgará herramientas que permitan aspirar hacia una sociedad donde las mujeres podamos relacionarnos libremente, donde la autonomía sea nuestro derecho. Porque reconocemos en el feminismo un potencial transformador de justicia. Para ello, nuestros principios centrales serán un vehículo que permita avanzar hacia el reconocimiento de los trabajos reproductivos y de cuidados como un trabajo remunerado, garantía efectiva de nuestros derechos sociales como el derecho a la vivienda, la salud, una educación pública, gratuita feminista y no sexista, seguridad social y derechos laborales, el ejercicio pleno de nuestros derechos sexuales y reproductivos de manera integral. Como el acceso a un aborto libre, seguro y gratuito, anticoncepción de calidad y una educación sexual integral desde la primera infancia y, por supuesto, avanzar en la eliminación de toda violencia estructural de la que somos víctimas, sin las limitaciones que el mercantilismo y el patriarcado impone en la actualidad y, donde, además, predominan relaciones de sometimiento y violencia.
Es por ello, que desde Comunes proponemos ser una alternativa al modelo tradicional político, mediante la conjunción de un trabajo colectivo y conectado con las necesidades de nosotras, las que somos mayoría. Necesitamos hacer un esfuerzo por radicalizar la perspectiva anti neoliberal y anti subsidiaria desde posiciones feministas. Por ello, declaramos nuestro compromiso con la defensa de históricas luchas que se han levantado desde las voces de las mujeres en la región de Tarapacá.
¡A disputar nuestros derechos y correr los cercos de lo posible desde la autonomía feminista!