Municipios y gobiernos regionales.
Opinión y Comentarios 17 marzo, 2021 Edición Cero
Pedro Oróstica Codoceo
Las comunas son las unidades territoriales administrativas, sociales, políticas, jurídicas, que poseen la primera y más intensa identidad comunitaria. Al día de hoy se les han impedido atribuciones legales que les permitan constituirse como gobiernos locales, a objeto de procurar un mayor desarrollo y sostenibilidad, para sus respectivos territorios.
Esta identidad está dada por el “cara a cara” que se produce en esta interacción social básica; que parte desde el nivel comunitario y se expande hacia lo provincial y lo regional. Y es en un país como el nuestro, donde la supremacía es ejercida desde la capital, que aún los poderes del Estado no deciden entregarles a las municipalidades el status de gobiernos locales.
En Chile tenemos tres tipos de gobiernos; el gobierno central y los gobiernos regionales y provinciales. Pero se carece de gobiernos comunales o municipales, a pesar que no existe otra instancia de mayor trascendencia en este “face to face” cotidiano que forma parte del accionar comunal.
Municipios y ciudadanía constituyen, entonces, el cara y sello de este quehacer diario. Es por eso, probablemente, que al gobierno central se le perciba como lejano desde el sentir local. Remoto y ausente de la realidad de las regiones y sus comunas. Esto quizá por el hecho que, los llamados intereses nacionales, más allá de los grandes esquemas económicos empresariales que representan, son muchas veces excluyentes con los intereses de los territorios no centrales.
Es por cuanto, quizás, y en un ámbito político competitivo, que los gobiernos regionales comiencen a tomar parte en funciones administrativas que han sido y son del ámbito local. Al parecer encuentran pertinente realizar el cara a cara con la ciudadanía local, para alejar esa lejanía que hablamos.
Esa actuación de los gobiernos regionales, si bien es buena iniciativa, la contradicción final radica en que no pueden hacer otra cosa que obedecer las órdenes del gobierno central que se encuentre en el momento. Y, en ese sentido, puede resultar contradictorio a la hora de pretender una mayor prosperidad para estos territorios.
De ahí la demanda actual por la descentralización en Chile. La idea es que todas las regiones crezcan y se desarrollen a partir de sus comunas, de acuerdo a sus propias realidades y fortalezas. Único modo de alcanzar por si mismo, bienestar y calidad de vida para las personas que constituyen comunas y regiones en el país.
Pero nuestro arraigado centralismo, a objeto de mantener status y poder en el contexto del juego del partidismo democrático, pareciese que ha definido como estrategia intervenir en los territorios locales. Nada malo, solo que a la hora de la verdad, no pueden negociar con los intereses centrales que afectan a la región.
Pero independiente de aquello y de acuerdo al andar republicano de los municipios, se estima que ya están llamados a constituirse en gobierno locales. Así, se proporcionarían mayores oportunidades a sus ciudadanos y a los sistemas productivos y de servicios que conforman comunas y regiones.
Lo trascendente es sacarlas del estado de adelantamiento inconcluso con que se les ha caracterizado. Y cada cual puede sacar conclusiones analizando su propia realidad.