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José Miguel Carvajal, candidato a Gobernador En el último día de este año, es imperativo decir que hoy Tarapacá es una región económicamente quebrada.... Este 2021 comenzaremos una verdadera Agenda Regional

José Miguel Carvajal, candidato a Gobernador

En el último día de este año, es imperativo decir que hoy Tarapacá es una región económicamente quebrada. La pandemia ha develado la fragilidad en que sobrevive la gran mayoría de los chilenos y en nuestra región no es diferente. Se nos plantea el desafío de cómo reactivar, después de la pandemia, pero siendo conscientes de que la gente dijo basta a las formas y prácticas de este sistema. La crisis social lo dejó muy claro.

Nuestras propuestas están enfocadas en transformar completamente la calidad de vida de Tarapacá. Hay una serie de urgencias que van desde la necesidad de solucionar el déficit de viviendas, tener una salud de calidad, oportuna y especializada, hasta apoyar a los sectores económicos informales e independientes. Esas son las prioridades de nuestros habitantes.

El desempleo y la fragilidad de los sectores económicos del comercio informal y los trabajadores independientes es claramente lo primero que debemos atender. Entregar herramientas al comercio, al sector productivo, informal, y mejorar las condiciones laborales con infraestructura, iluminación, servicios higiénicos para la locomoción, transporte y ferias, y la seguridad previsional, sobre todo del trabajo informal, es una tarea urgente.

Debemos tener una economía regional diversificada e innovadora, con un núcleo de nuevos emprendedores que traspase las fronteras que conocían en el turismo, la pesca, agricultura, comercio, servicios, cultura y tantos más. Estos ejes darán estabilidad a nuestra economía, por eso será el foco de mi agenda los primeros años, de modo que vuelva a haber trabajo y las familias tarapaqueñas dejen de vivir con la angustia permanente de llegar a fin de mes, sin temor a enfermarse y con los problemas que viven día a día, en definitiva, una vida digna.

Entendemos y asumimos que la base de todo futuro digno es colocar en el centro a las personas, su seguridad, bienestar y tranquilidad para sentirse parte de la comunidad y para ello, la casa propia debe ser un derecho constitucional, no un bien de consumo. Por eso asumiré el desafío de resolver el gran déficit de viviendas, asegurando terrenos para comités que esperan su hogar hace más de 10 años. Hoy faltan 13.700 viviendas en Tarapacá. Más de 20 mil tarapaqueños viven en campamentos, en condiciones gravísimas, con un alarmante deterioro en su salud, sin servicios básicos y en medio de un indignante hacinamiento.

Hay enormes sectores y poblaciones de Iquique y Alto Hospicio donde el desarrollo y progreso económico de la ciudad no llegó. Algunos fueron segregados, como El Morro y El Colorado. Otros no tienen calles pavimentadas, ni luminarias, ni mantención, espacios recreativos, seguridad, ni hablar de servicios básicos, que han erosionado su salud física y mental. Esto tiene que cambiar. Todo desarrollo debe ser igualitario. Es aquí donde las mineras deben invertir en cambiar la realidad de vulnerabilidad y precariedad de nuestros habitantes por la falta de infraestructura habilitante y de servicios básicos, sobre todo en salud, educación y áreas públicas, de manera que quienes hoy se encuentran en la mayor desprotección, como son las familias Hospicianas, del Tamarugal, de las caletas, y de los barrios históricos de Iquique, puedan desarrollar una vida digna y tengan una merecida calidad de vida. Es una de las maneras en que la minería puede retribuir los 2 mil millones de dólares de utilidades promedio que obtienen de nuestros recursos naturales.

Será una tarea prioritaria el construir un segundo hospital regional en Iquique. Hoy en día existen enormes dificultades para acceder a una salud oportuna y de calidad. Se proyecta que el próximo año debería estar en funcionamiento el hospital de Alto Hospicio, pero el aumento de la población, que hoy bordea los 200 mil habitantes, hace urgente contar con otro centro que contenga especialistas al servicio de todas las personas. Actualmente el Hospital Torres Galdames es el único centro de alta complejidad que recibe pacientes de las provincias de Tamarugal e Iquique. Además, la región debe contar con programas de salud preventiva, programas especiales para adultos mayores, mujeres, población LGBT, tratamientos oncológicos ni de salud mental, entre otros.

Las tareas son enormes, pero estamos preparados para enfrentarlas y resolverlas.

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