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Pedro Oróstica Codoceo.-  Éstas URAI desde el siglo pasado se encuentran insertas en los gobiernos regionales a nivel del  país. Cada gobierno regional posee... URAI: instancias para la internacionalización regional.-

Pedro Oróstica Codoceo.- 

Éstas URAI desde el siglo pasado se encuentran insertas en los gobiernos regionales a nivel del  país. Cada gobierno regional posee las dependencias donde funcionan estas  Unidades Regionales de Asuntos Internacionales. Su función principal,   consiste en prestar apoyo a la institucionalidad regional, especialmente las municipalidades,  en el marco de su  propio quehacer internacional. Esta ayuda se enmarca en   las  respectivas estrategias dirigidas  al desarrollo de las regiones,  donde el  objetivo final,  lo constituye el bienestar de la ciudadanía.   Por cuanto, las  URAI,  se instituyen en   importantes  engranajes del aparato Estatal al servicio  del desempeño regional, especialmente su internacionalización.

A estas se les asignan recursos, para llevar a cabo sus tareas, en una sociedad cada vez más globalizada, donde lo internacional constituye   pan de cada día. Desconocerlo es  frenar un avance regional sostenible para este siglo XXI,  que viene entrando de  lleno. Y quizá sean los cambios de paradigmas que se están experimentando en Chile  – plebiscito, mejoras a la Constitución, derechos humanos y sociales, necesidad de transparencia, reingeniería material y moral de las instituciones, enjuiciamiento al abuso, etc. –  lo que  prima  en la elaboración de este artículo,  como   legítima necesidad para los tiempos actuales.

Esto que se analiza y señala, viene  a propósito del gran trabajo que está  ejecutando  la URAI  de Antofagasta, como representante de ese gobierno regional. Esta  se encuentra accionando en el contexto que  ha  deparado el denominado “Corredor Bioceánico”, que se halla  como tópico de interés para los países de Brasil, Paraguay, Argentina y Chile. Este acuerdo fue establecido por los gobiernos de estas naciones, el año 2015 en Asunción, Paraguay. En la ocasión,  se comprometieron  a actuar en conjunto en esta ruta bioceánica que cubre territorios de todos ellos. El interés primordial es la integración  física,  cultural, productiva  y económica.

Esta variante del Corredor Bioceánico Sur, que une el Puerto de Santos en Brasil con los puertos  del norte de Chile – Antofagasta, Mejillones, Tocopilla, Iquique –  posee   otra particularidad: proyectar  las enormes producciones de estos países en perspectiva de los mercados del Asia Pacífico. En este trayecto se cuenta  el Estado de Mato Grosso do Sul,  el Chaco paraguayo,  las provincias argentinas de Jujuy y Salta, quienes cuentan con los Pasos de Jama y Sico, respectivamente, para alcanzar estos puertos chilenos del Norte Grande. Lo importante  es que cada localidad  de estos  territorios multinacionales donde atraviesa o arriba este Corredor, puedan crear sus propias expectativas  productivas.

En el caso nuestro, aún se desconocen cuáles serán las acciones que se  emprenderán respecto a lo expuesto. Eventualmente podríamos concordar  que respecto a la URAI Tarapacá,  no sería  procedente  cruzarse de brazos frente a las evidencias de la necesidad y oportunidad de un actuar propositivo en esta temática. No hacerlo significa desaprovechar las fortalezas con que cuenta el territorio.  Y por consiguiente, poner en riesgo al mediano y largo plazo,  su potencialidad económica comercial. Esto propiciaría condiciones que concluyan en  inferiores condiciones de vida para la población. Y eso no puede ser.

Por cuanto, queda en evidencia que la región requiere incorporarse en forma inaplazable a este quehacer  internacional.  No sería  reflexivo desligarse  de estas prometedoras actividades productivas internacionales que se están requiriendo.

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