Concejal Lima Montero analiza las falencias y debilidades ante el reciente fenómeno climático en la ciudad y la Región
Actualidad 18 febrero, 2019 Edición Cero
Aunque queda más de un mes para que termine el llamado “invierno boliviano”. Sabemos que siempre se registra de diciembre a marzo. En el pasado ha sido violento en el interior, pero esta vez en la comuna de Iquique registró en solo tres horas un record de agua caída que llegó a los 12,8 milímetros. Vale decir, la lluvia que se registra en diez años en la zona.
Un record que será difícil de olvidar. Por los estragos que causó en una ciudad que no está preparada ni tiene diseño estructural para soportar la potencia de la lluvia que la Madre Naturaleza dejó caer con una potencia inusitada el sábado 9 del mes en curso.
Al respecto se refirió el concejal Juan Lima Montero, quien señaló que el fenómeno le pareció “muy violento. Inesperado. Ningún organismo especialista lo había anunciado y nos pilló ‘en pampa’, como se dice popularmente. Esa es la verdad”.
A su juicio, ninguno de los actores locales “estábamos al tanto de los efectos que estaba causando en la precordillera y cordillera, pero que el fenómeno se presentaría de la manera que ocurrió no teníamos ninguna predicción. Incluso los pronósticos oficiales de la Dirección de Meteorología de Chile daban cuenta de fuertes lluvia y tormentas en el interior de la región. Tampoco la ONEMI ni el COE dieron cuenta de un fenómeno climático como el que vivimos. Todo ser refería el interior de las regiones de Tarapacá, Arica-Parinacota y Antofagasta.
Añadió el edil que la Municipalidad de Iquique, a través de su alcalde es parte del Comité Operativo de Emergencia (COE). “Pero nosotros como concejales tenemos la misma información que tiene la comunidad, es decir la que escuchamos en las radios y vemos en la televisión”.
Ante situaciones catastóficas como el reciente evento, Lima Montero opina que “lo mejor es contar con la mayor y mejor información. Claro que sí. Pero lo cierto es que no teníamos más información que la de los vecinos”, puesto que “quedó en evidencia que estamos indefensos frente a un fenómeno de igual o mayor magnitud. La ciudad no tiene ninguna estructura pensada para soportar una situación climática como la vivida”.
Y añade que ocurrido los hechos, “pienso que la autoridad regional ya debe estar haciendo o registrando por donde está corriendo el agua que baja del interior, y por donde se vería afectada mayormente la ciudad con una lluvia tan intensa. Me refiero también a que somos vulnerables en cuanto al abastecimiento de agua (los ductos bajan por un cerro que con tanta lluvia pueden ceder), energía eléctrica y accesos que con tanta agua caída pueden colapsar”.