Teatro La Desierto
Opinión y Comentarios 16 mayo, 2018 Edición Cero
Iván Vera-Pinto Soto/ Cientista Social, pedagogo, teatrista y escritor
A pesar de los vaivenes sociales, económicos y políticos que ha vivido nuestro puerto a lo largo de la historia republicana chilena, el teatro iquiqueño, con luces y sombras, ha seguido hasta hoy su marcha infatigable produciendo líderes y artefactos artísticos. En ese afán, algunos jóvenes idealistas convencidos que pueden aportar su creatividad a la sociedad, han hecho sus maletas y se han matriculado en centros de estudios de la capital para formarse, de forma sistemática, en el arte escénico. Lo mejor de todo, es que después de haber concluido sus procesos formativos han regresado a su terruño para emprender renovadas propuestas y desafíos singulares.
Uno de estos hacedores es Felipe Díaz Olave, quien en marzo del año 2010 funda el Teatro La Desierto, con el propósito, según sus propias palabras, “de crear una instancia de diálogo artístico cultural profesional, que potencie a la Región de Tarapacá como plataforma de creación”. Desde entonces su agrupación ha desarrollado su trabajo desde diferentes ámbitos, como creación, producción, circulación y gestión, lo que la ha llevado a trabajar desde el cruce de disciplinas y la investigación escénica. El año 2014 levantó el Centro de Investigación y Creación de Arte Dramático (CICAD), espacio de formación con carácter profesional en la ciudad de Iquique.
En una entrevista realizada el año 2016, el mismo mentor nos cuenta sobre algunos aspectos de sus procesos creativos y la breve historia de su colectivo. “
La formación de cada uno de los integrantes que actualmente componen Teatro La Desierto, así como quienes han pasado por ella, ha sido en Escuelas de Teatro tradicionales de Chile, por lo que la influencia pasa principalmente por los conocimientos ahí adquiridos y los autores ahí revisados. Sin embargo durante los años, se ha ido profundizando en diversas propuestas escénicas y de gestión con diversos maestros y escuelas. La línea investigativa tiene su inicio en el teatro postdramático, el cual ha ido en proceso tras la búsqueda de un lenguaje nacido desde la gestión cultural para hoy trabajar desde la Creación Panorámica.
Por otro lado, siempre hemos sido delicados en entregar un material escénico de carácter profesional que sea un aporte al desarrollo teatral de nuestra ciudad, con ello también hemos buscado aportar al proceso de creación de nuevas audiencias. Nuestro trabajo investigativo, además, nos ha llevado a levantar CICAD y es en este espacio de formación donde nuestro aporte ha tenido nuevos resultados, contando con alumnos que hoy se destacan en escuelas de teatro en otros puntos del país. Además, de dar a conocer en otras latitudes la realidad y los procesos teatrales mediante la circulación y distribución de nuestros materiales escénicos.
En todo este caminar, desde donde nosotros percibimos, el público tiene una mirada crítica y favorable a nuestro trabajo, no sólo contamos con un grupo de personas que siguen nuestras propuestas, sino además buscamos que sean espectadores activos, reflexivos y opinantes, y así nos lo han demostrado”, concluye Díaz. Luego, sostiene: “Lo que más admiramos de la identidad tarapaqueña es, principalmente, la entereza y propiedad de sentirse nortinos. Esa característica es para nosotros la piedra motivacional de todo lo que hacemos. Nos sentimos nortinos y trabajamos desde y para el Norte. Nuestro proceso de circulación va de la mano de aquello, hemos recorrido distintas ciudades de Chile y diversos países en Latinoamérica siempre como gente del norte. Algunos de nuestras obras también dan cuenta de ello”.
Al consultarle sobre los caminos y proyectos que visualiza en el futuro cercano de su teatro, nos responde: “ Estamos enfocados en desarrollar nuestro proyecto de formación llamado CICAD, por ello, hemos creado alianzas y acuerdos asociativos con diversos autores, espacios culturales y escuelas de teatro para contar con más y mejores formadores que entreguen sus conocimientos a nuestros estudiantes. Estamos trabajando para la “Plataforma Escénica del Norte”, una orgánica macrozonal de trabajo en Red que nos conecta desde Arica hasta Coquimbo. Junto con ello, nuestro trabajo investigativo nos tiene ahora revisando un par de montajes para dar una nueva lectura de estos y entregar una nueva propuesta escénica con ellos. Durante este año (2016) vamos a estar ejecutando un par de proyectos FONDART adjudicados, pero principalmente, todo lo que hagamos, va a estar cruzado con el concepto de Creadores Panorámicos, que busca refrescar la mirada sobre lo escénico, dejando de lado la disciplina dura y dando paso a la creación asociativa”.
Finalmente, le preguntamos sobre cuáles son para él las claves que caracterizan al teatro iquiqueño de nuestros días. De manera asertiva, comenta: “Creo que aquello que llamamos “la zona de confort” es algo que caracteriza hoy por hoy al teatro iquiqueño. Se acostumbró a “hacer” desde “lo que sé hacer”. Sin embargo, creo que hoy se “hace” mucho más. Se busca decir algo concreto que aporte a la sociedad, sin embargo muchas veces esos discursos ya pasaron de tiempo y de forma. Hay más profesionales en la escena actual, hay más espacios de formación en la escena actual, y hay más conciencia que hay que seguir aprendiendo en la escena actual, sin embargo aún sigue siendo un teatro muy individualista y segregado…En nuestra escena nos sobra soberbia y nos falta verdadera humildad.
Cuesta ver propuestas que trabajen desde la “Puesta en Abismo”, eso mismo de la “zona de confort”. Falta riesgo, faltan propuestas que no busquen el aplauso de pie, que no se enmarquen desde lo que se sabe hacer y repetirlo como fórmula ganada. Falta atreverse al error, al indagar en lenguajes autorales, estamos viendo un poco más de lo mismo hace unos años. Se encontró una fórmula, más no una metodología de investigación y construcción. Se habla mucho de la “experimentación” pero poco se sabe en concreto de ello, y eso se nota en los resultados que son los mismos montajes. Le sobra discurso sostenible. Le falta gestión, le falta una mirada amplia, una perspectiva panorámica. Le sobran obras y le falta asociatividad. Le falta biografía y sobra currículum. Le falta entender la palabra “TEJIDO”.
Entre los proyectos relevantes que ha llevado a cabo la compañía, podemos mencionar: “Macbeth (o cómo descuartizar un pollo)”, “Testimonios de arena”, resultado final del proceso iniciado con las obras “Invierno” y “Trilogía del discurso”. “Edipo (en busca de la tierra de campeones)”. La creación del Centro de Investigación y Creación de Arte Dramático (CICAD). Y el encuentro de teatro “Desierto Escénico: Encuentro de Escenas y Programadores”, un evento que al día de hoy ya va en su tercera versión.
Acerca de esta última iniciativa recientemente el director de esta entidad nos señala “Estamos movilizados con el lema “Somos un Encuentro Necesario”, que apunta a la importancia de presentar espectáculos artísticos en la zona, de manera de generar diálogos, intercambios y redes de contactos desde Iquique hacia el mundo; objetivos fundamentales del proyecto. Es por esto que a Desierto Escénico llegarán obras provenientes de Arica, Iquique, La Serena, Coquimbo, Viña Del Mar, Santiago, Concepción, además de invitados especiales de Perú, Argentina, Bolivia y Colombia”.
Desde nuestra columna, solamente queremos desearles a estos jóvenes creadores un extenso y fructífero futuro teatral, pues ellos son los continuadores de una historia que comenzó a principio del siglo pasado con otros insignes, tal como lo fueron Luis Emilio Recabarren y Elías Lafertte, teatristas con conciencia social, quienes levantaron esta bandera cultural para reivindicar la lucha de los obreros pampinos y hacer suyo el sueño compartido por la mayoría: transformar el viejo paradigma social y político en un nuevo constructo que asegure para todos y todas una vida digna, justa, solidaria, feliz, inclusiva, igualitaria, democrática, humanista, fraterna y libre.
Siempre ha sido para mí muy grato y pedagógicamente cultural los escritos que publica el profesor, dramaturgo y escritor don Ivan Vera-Pinto Soto. No solamente la historia del teatro iquiqueño está en la mente de Don Iván, sino que inherente a ello también está el conocimiento de la sicología, hábitos y soctumbres de nosotros, los habitante que hemos nacido o arribado a estos territorios sin árboles ni pastos desde niños. Él nos conoce y ahí esta la base de su arte sobre nosotros.Felipe Diaz, estoy seguro ha sido uno de los frutos de don Ivan Vera-Pinto. Atte Hugo Eduardo Diaz F.