Sin la sociedad, nunca habrá real reforma a la educación
Opinión y Comentarios 8 mayo, 2017 Edición Cero
Alejandro Alvarez Roco, Presidente Federación de Estudiantes Universidad de Tarapacá, Iquique
Durante décadas el movimiento estudiantil y la lucha social por la educación viene proponiendo una nueva educación pública para Chile, movimiento que ha sido un proceso de altos y bajos. Sinn embargo jamás se ha perdido la creatividad de rearmar las movilizaciones que no sólo se expresan en tomas o paros, sino, en discusiones, foros, charlas, intervenciones ciudadanas, marchas, etc. Así, en base de esta práctica social hemos desarrollado y zanjado nuestro objetivo principal que es garantizar la educación como un derecho social para todos y todas.
Con ideas y propuestas claras desde mundo social, como contrapartida, el gobierno y el duopolio han lanzado una ofensiva que busca asegurar los intereses del empresariado en el proyecto de Reforma a la Educación Superior. Esto viene a profundizar el mercado en la educación y anteponiéndose a las demandas históricas del movimiento estudiantil, que ha construido con la sociedad, algo que tanto a la derecha como la Nueva Mayoría le ha costado entender.
Vemos las consecuencias de esta legislación que no considera los cimientos sociales, como es la actual ley de inclusión que ha dejado en Tarapacá a cientos de familias expulsadas de la educación que “eligieron” para sus hijos e hijas por no tener el suficiente dinero para costear su enseñanza.
Es el caso del Colegio Hispano Británico, donde primó la voluntad del dueño por sobre a la educación. Nos hacemos la pregunta ¿dónde queda el derecho a seleccionar la educación queremos para nuestras familias?, claramente nunca existió.
Otra norma fue la aprobación de los créditos solidarios y aval del estado en décadas distintas, pero donde primaron las lógicas del mercado por sobre el derecho a la educación. Miles de estudiantes y actuales profesionales se encuentran endeudados por un mínimo de 15 años con el Estado y/o los bancos. Por eso la promesa de la ministra de eliminar el CAE no es señal que asegure a Chile una educación digna y establecida como derecho social.
Ese cuento de: “más Estado significa menos mercado” ya no se sostiene como argumento de legitimación para la política subsidiaria, la historia y las deudas han dicho lo contrario, necesitamos más democracia para que definamos nuestro propio proyecto país.
Así hacemos el llamado a los estudiantes, familias, deudores educacionales, profesionales, es decir, a toda la sociedad tarapaqueña a marchar el 9 de mayo para poner fin a la deuda y conquistar el derecho a la educación.