La Pampa contada

Guillermo Jorquera Morales / Profesor Primario-Hombre de Teatro

Gilberto Vigueras, pertenece a esa generación de Profesores Primarios –Maestros Normalistas- que dedicaron su vida a sembrar en la pampa salitrera del norte de Chile. Difícil tarea aquella de “sembrar en la pampa”, pero el autor deja en sus letras pruebas irrefutables que la vida-vida germina con creces en este gran costrón pampino, que no ha muerto porque está presente en cada uno de los que allí “construyeron”.

Con su ritmo característicos de los Maestros Normalistas nos guía por la historia del salitre, por las oficinas salitreras, por la Victoria de sus amores, nos enseña el cómo esta industria fue arando, buscando la riqueza del oro blanco, y, a la vez, destruyendo la riqueza de la historia de nuestras raíces, que hoy se nos aparecen en algunos petros y geoglifos como reclamando el borrón de una cultura de gestión milenaria.

Relata también la epopeya del hombre que trabajó en estas duras y chuscosas tierras, dando su vida en las peligrosas faenas de “cachuchos” y “Tiros echados”, encontrando la muerte, por solo pedir un mejor salario y buena calidad de vida, bajo las balas de los “palomeros”, y también del fusil de nuestro ejército, que defendía, más bien, los intereses extranjeros, que la vida de la patria.

 Pero no todo fue dolor y sacrificio, porque revela la vida cotidiana, las fiestas tradicionales, las navidades, los carnavales, los 18 pampinos, y las sabrosas anécdotas; como la del Padre Marcelo Quirión, que “se comió dos empleaditas”. Grato es leerla vivencia de este profesor que construyó su vida en la pampa, fundó su familia y orientó por los caminos del bien hacer a toda una generación que hoy mucho le agradece y le respeta.

Nos hace soñar con la añorada vida de las villas salinas -oficinas salitreras- la hermandad solidaria que allí se practicaba, las fiestas costumbristas de la pampa; las filarmónicas, el teatro, el cine, las veladas, dónde los profesores eran los motores conductores.No se olvida de las Escuelas, fundamentalmente la suya la N°51 de Victoria y la N° 35 de Santiago Humberstone, formadoras de muchos iquiqueños e iquiqueñas, que hoy ya peinan canas.

Dedica capítulos a embeberse de la verdad de la pampa, de la geografía, del clima, de convivencias -con el amigo y también con el “enemigo”-, de leyendas, de mitos, de cuentos, en fin de todo un mundo que muchos desconocen.

Visibiliza el valor de la mujer, muchas veces olvidadas en la historia de la pampa, de aquellas que trabajaron en las oficinas, como tarjeteras, telefonistas, pulperas, cantineras, lavanderas y también las “vendedoras de amor”.

Y por supuesto en este libro encontrará el alma de poetas y poetisas de la gente de la pampa, partiendo por la propia prosa de Gilberto, la de Enrique Luza Cáceres, para luego recordarnos a Margarita Pino Clavero, María Taboada, Blanca Quinteros, dueñas, -ellas- de una pluma exquisita, valiente y emocionante de su alma de maestras y de pampinas netas.

Todo el relato transcurre bajo el manto protector de dos íconos espirituales de los pampinos, la virgen del Carmen de La Tirana, “La Chinita” y San Lorenzo de Tarapacá “El Lolo”. Ambos han estado siempre allí, y los salitreros lo saben y viven todo un año esperando y trabajando para celebrar sus fiestas para visitarlos, y cumplir sus mandas…“si tú nos prestas la vida,para el año volveremos,” como ellos lo ofrecen en su canto de despedida.

El contenido de este libro, no sólo es para el recuerdo de los pampinos, o los hijos y nietos de su autor, es una rica fuente para historiadores, estudiosos, estudiantes, profesionales de las ciencias sociales, y la nueva comunidad nortina, que muchas veces no entiende, las celebraciones de la gente de la pampa, o las costumbres y valores tradicionales de nuestra árida tierra dormida, pero bullente de vida, testigo de historia, de pasión, y de emociones renovables.

Este libro no es solo la Pampa contada, es la pampa vivida, es la pampa sufrida, es la pampa construida, es la pampa no olvidada.

*Presentación del autor, en lanzamiento del libro del profesor Gilberto Vigueras