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Grupo de estudiantes universitarios que diseñaron sensor para detectar marea roja y prevenir intoxicación por mariscos contaminados, fue distinguido en la final del concurso... Con premio  internacional destacan a estudiantes chilenos por invento para evitar intoxicación por marea roja

Grupo de estudiantes universitarios que diseñaron sensor para detectar marea roja y prevenir intoxicación por mariscos contaminados, fue distinguido en la final del concurso mundial de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.

 estudiantes investigTecnología desarrollada por tres alumnos de Ingeniería de la Universidad Católica (UC) para evitar intoxicación de mariscos contaminados por marea roja, recibió el reconocimiento internacional del concurso Tech-I de GIST (Global Innovation through Science and Technology) de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, en evento celebrado en Marruecos.

Los emprendedores universitarios llegaron al certamen científico de las innovaciones latinoamericanas en salud, gracias a los votos alcanzados por parte de los usuarios de internet, quienes conocieron el proyecto a través de un video promocional de la iniciativa durante el semestre pasado http://youtu.be/HFWqNJwmBE0

“Ha sido un orgullo poder ser reconocidos por pares y expertos en el rubro, pero esto es gracias a nuestro esfuerzo y constante deseo de aprender a desarrollar proyectos innovadores para la ciencia y la ingeniería”, señaló Emilia Díaz, estudiante que lidera el proyecto desde 2013, junto a sus compañeros Cristóbal Aller y Felipe Varea.

El invento denominado Kit de Detección de Marea Roja, RTDK en su sigla en inglés, está basado en un biosensor que contiene una bacteria sintética capaz de identificar agua y mariscos contaminados con esta toxina, causada por la hiperfloración de algas nocivas que envenenan a los moluscos y que causan millonarias pérdidas a la pesca y el turismo en todo el mundo.

 “Es similar a un test de embarazo, una especie de varilla plástica con un visor. Contiene una bacteria modificada genéticamente capaz de sentir toxinas en el agua. Si pasa el umbral de lo seguro para consumo, cambia de color. La gracia es que puede usarlo alguien que nunca haya estudiado biología”, precisó Emilia Díaz.

El proyecto cuenta con el apoyo de Emprende UC, Incuba UC, Jump Chile y Corfo. Esta última institución entregó un importante financiamiento para el desarrollo del prototipo en un plazo de tres años.

 

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