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Anyelina Rojas V.- Como es sabido, la represión política tras la dictadura, tuvo también como víctimas a las mujeres; algunas sufriendo directamente el rigor... Ciclo documental de la memoria impactó las conciencias y visibilizó a la mujer como víctima de la dictadura

4okAnyelina Rojas V.- Como es sabido, la represión política tras la dictadura, tuvo también como víctimas a las mujeres; algunas sufriendo directamente el rigor del encarcelamiento, los apremios y la tortura; otras, la búsqueda interminable de sus seres más amados.  Sin embargo, existe muy poca sistematización y abordaje colectivo sobre este fenómeno, por ello, el trabajo del realizador iquiqueño Marcos Luza, con dos documentales de las Memoria, constituyen un tremendo aporte; y más por la realización técnica en sí, por el valor testimonial y documental de una parte de la historia de Chile. En definitiva, por contribuir desde  a la verdad.

MAMÁ BALDRA

1okEl primer documental “Mamá Baldra”, relata la búsqueda de 30 años de Baldramina Flores, madre del profesor Humberto Lizardi, quien fue ejecutado en Pisagua.  En esa lucha, de décadas, hemos visto a una joven y bella mujer, caer en la desesperanza, la tristeza y afrontar el paso de los años.

Baldramina, un ejemplo de mujer luchadora, nunca claudicó hasta que encontró a su hijo en la fosa de Pisagua en junio de 1990. Aún así, siguió solidaria luchan junto a otros familiares, hasta hoy. Mamá Baldra asiste a todos los actos de derechos humano, pese a las dificultades de desplazamiento que tiene, pero su fuerza y coraje; su valentía y tesón, están allí, incólumes.

En esta ocasión, estuvo también presenciando el documental donde se cuenta su historia, la de su hijo Tito y su familia.  Y el documental sobre las mujeres prisioneras políticas.

PLAYA ESPERANZA

En Pisagua estuvieron presas alrededor de 50 mujeres, quienes siguieron casi el mismo periplo. Detención, encapuchamiento para desorientarlas, traslado a recintos de tortura, detención en el desaparecido Regimiento Batallón Logístico N° 6 y Pisagua.

La mayoría pasó también por la Correccional Femenina, especie de cárcel de mujeres de la época, a cargo de religiosas del Buen Pastor y donde hoy funciona la Escuela Artística Violeta Parra.

Para realizar el documental, Marcos Luza utiliza una película realizada en la época por unos alemanes que lograron ingresar al campo de concentración de Pisagua, con pasaporte Internacional y vinculados a la Cruz Roja.

Luza, 30 años más tarde, se dio el trabajo de ubicar a las mujeres entrevistadas en el documental y recorrió con ellas los distintos l6 odfesa flores hoy okugares que implicó sus detenciones.  Fueron a Pisagua y al Buen Pastor, donde muchas de las mujeres se reencontraron por primera vez, son siniestros sitios donde vivieron los horrores que marcarían por siempre sus vidas. Y las de sus hijos y las de sus nietos, porque las secuelas de hechos tan dolorosos como éstos, son transgeneracionales.

Entre los testimonios, que curiosamente no están provistos de odios ni de rencor, destacan el de Odesa Flores, que conduce la mayor parte del relato. Madre de 4 pequeños hijos para el año 73, tenía a su haber ser militante del Partido Comunista y haber viajado a Rusia.

Por ello, a los pocos días del golpe, fue detenida delante de sus 4 hijos. En un principio se resistió, pero la amenazaron con apremios delante de sus pequeños. No le quedó otra que subir al vehículo militar, siendo considerada como de “alta peligrosidad”, por su viaje a la entonces Unión Soviética.

Otro escalofriante relato es el se Sandra García, que tenía sólo 16 años al momento de su detención, en septiembre de 1973. Fue sometida como sus compañeras, a tortura psicológica y física; esta última no sólo incluía golpes, también aplicación de corriente, quemadura con cigarros…3 marcos luza 0k

Las mujeres en Pisagua estuvieron detenidas en el segundo piso del teatro del pueblo, donde vivieron todo tipo de dificultades, por ejemplo, contar apenas con un baño para todas; o ser sacadas a declarar en medio de la noche, sin saber si regresarían o no junto al grupo. Además, escuchaban constantemente los gritos y alaridos de los hombres, muchos de ellos familiares o amigos cercanos.

La gran mayoría de ellas pasó por Consejo de Guerra, donde se le hicieron las más absurdas acusaciones, sin derecho a defensa y menos a hablar.Han pasado 41 años de estos episodios. De allí el valor histórico documental del realizador Marcos Luza, mediante estos dos trabajos de documentales de la memoria. “Yo hice lo mío –señaló- ahora ustedes tienen que difundir lo que ocurrió”.

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