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Víctor Guerrero Cossio/  Dr. en sociología. Académico UNAP Iquique, ha cambiado profundamente y le asisten nuevos y complejos desafíos. Nos merecemos una mejor calidad... Los reclamos del Iquique actual

victor guerrero c. ComenVíctor Guerrero Cossio/  Dr. en sociología. Académico UNAP

Iquique, ha cambiado profundamente y le asisten nuevos y complejos desafíos. Nos merecemos una mejor calidad de vida urbana y existen condiciones para alcanzarla. Esto no es fácil, pero su urgencia y premura requieren el concurso de toda la ciudadanía que anhela vivir mejor.

Los grandes temas que deben ser abordados pertenecen a distintas dimensiones de la vida cotidiana, pero hay que concentrarse en su interior, en el espacio que aglutina hoy a 280 mil personas que habitan en su marco urbano esencial, dado entre Punta Negra y Bajo Molle, entre el océano pacífico y la cordillera de la costa.

Iquique se ha expandido en todo su casco original, dando origen desde el año 1985 a una ocupación del área suburbana denominada Alto Hospicio y que en el 12 de Abril del año 2004 cristalizó legalmente como comuna independiente. Desde hace pocos años se ha iniciado un nuevo proceso de ocupación territorial, esta vez en el borde costero sur y  muestra similar tendencia de originar una nueva comuna. Esto se ha dado por el agotamiento del suelo urbano en el espacio original y por la falta de alternativas, en el marco de una región que se expande poderosa e  incesantemente.

Las presiones urbanas de Iquique no se resuelven sólo con esta derivación –a veces forzada- de su nueva población a vecinos espacios habitables, puesto que la ciudad no sólo crece sino que se torna más compleja. La multiplicación de acciones humanas hace necesario que el presente y futuro de Iquique sea pensado con mayor inteligencia y amplitud, a fin de satisfacer la mayor cantidad de  demandas que presiona su actual estructura y dinámica urbana.

Las consecuencias de no intervenir la ciudad  de manera profunda y oportuna conducen a una mala calidad de la vida urbana, expresándose en baja satisfacción de la población y propiciando  un ambiente social redundante en hastío,  violencia y/o apatía de los habitantes de Iquique.

También la ciudadanía reclama y los dirigentes sociales y políticos se hacen parte, los medios socializan y con ello se inicia un circuito de crítica social en la opinión pública, muchas veces derivando a la política contingente y sin encontrar respuestas oportunas y eficientes.

Si bien el desarrollo de la ciudad tiene diferentes responsables públicos y privados, es la Municipalidad quien tiene la mayor atingencia y el directo compromiso con sus temas, haciendo que se constituya en la institución pública más expuesta a la crítica por los déficits urbanos acumulados en la ciudad. Por ello, los demás responsables de la ciudad –gobierno regional y organismos públicos sectoriales- quedan invisibles y alejados de la crítica social.

Frente a esta situación es la hora de que todos nos hagamos responsable de la calidad de la ciudad donde vivimos y no culpemos al municipio de todos los males que sufrimos a diario. La ciudadanía misma, la Gobernación, el MOP, el SERVIU, MINSAL, SEREMI Transporte y otros deben asumir sus obligaciones para contar con un Iquique más seguro, más ordenado y más limpio, a la altura de la ciudad que todos ansiamos tener.

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