Programas de farándula con un pie en el ataúd. La farándula ha muerto, viva la farándula
Crónicas 17 agosto, 2014 Edición Cero

Cambio 21 / Por María Cristina Prudant.- Muchos se niegan a abandonar las pantalas de la televisión, porque sienten que todavía tienen mucho que entregar. Nadie sabe a qué se refieren, pero estos programas ya perdieron a muchos seguidores por repetitivos, fomes, por los tongos, los “rostros” aburridos, los “famosillos” que no tienen nada que aportar y ni siquiera entretienen. Pero ojo, todo apunta a que el género seguirá vivo y podrá renacer de sus cenizas, algún día.
Aunque todavía quedan algunos programas de farándula dando vuelta en la televisión abierta, es un secreto a voces que tienen los días contados. Se resisten, pero el formato que prima en nuestra televisión ya caducó. Perdieron toda credibilidad por su falta de creatividad.
Según los entendidos, el género no morirá con esta generación, porque siempre existirá y habrá una puerta o ventana abierta para hacer un nuevo programa, pero con una renovación total, principalmente de ideas, conceptos, entretención y otros.
Así son los ciclos en la televisión dice el especialista en el tema, Luis Brehull. Éstos «se van renovando en televisión, en general en los medios, y hay un agotamiento del discurso de la farándula más que de la farándula en sí. Hay un agotamiento por lo que se consideraba como los códigos por los cuales ésta se asienta, que es la especulación. Siempre más que la verdad es la permanente duda o sospecha sobre las cosas. Los personajes se fueron agotando».
«También han habido cosas extrañas; una buena parte de la farándula era, en principio, con modelos; algunos de esos terminaron como candidatos vinculados con la UDI, otra parte se alimentaba de los realities, estos hoy van en baja. No ha habido renovación ni de rostros ni de propuestas y, en el fondo, todo eso te genera un agotamiento. No es que la farándula en sí o lo que se denomina afuera como celebrities haya perdido fuerza, porque igual hay canales en el cable que se dedican a eso y también tienen su público. Pero en televisión abierta agotaron los personajes vinculados a esto y la forma del tratamiento de los chismes, porque a la larga se han transformado estos en un resumidero de chismes», explicó el periodista a Cambio21.
El interés por este tipo de programas, según Brehull, «es producto de un vacío programático, de un momento crítico de la televisión en general. Los realities están dejando de funcionar, o ya no funcionaron, las teleseries nacionales están desgastadas en su repetición de códigos. La misma farándula en otros horarios del día funciona menos que antes, la televisión en sí está en una crisis como de ajuste de sentido y de calce con las audiencias. Hoy es más difícil que antes convocar a nuevos públicos, hay muchos que se fueron a internet, a la televisión de pago. Están las redes sociales y ya no les está haciendo sentido esta propuesta televisiva que está agotada, que se sienta en códigos de entretención de décadas anteriores».
Añade que «hoy se conversa menos de televisión, de lo que eran las figura televisivas. No hay animadores tampoco que sean transversales a todos los públicos. Hoy es un espacio televisivo bien distinto al que teníamos antes. Yo creo que se muere (Felipe) Camiroaga y se muere la única figura transversal que había». Que tenía esa pequeña dosis de farándula y un importante grado de profundidad que a la gente igual le importa.
Sin embargo, Brehull no le pones la lápida al género: «Yo creo que murió la forma en que se ha hecho tradicionalmente acá. Hay un agotamiento general en ese sentido que puede hacer que resurja con códigos más duros, de repente. Una farándula más vinculada o un periodismo de investigación de las vidas privadas de personajes con mayor poder, por ejemplo. Eso se da en Europa pero acá todavía no».
La frivolización de Primer Plano
Daniela Gutiérrez, analista de Fucatel (Observatorio de los Medios de Comunicación), reconoce que los programas de farándula ya casi no tienen sintonía e incluso «se está viendo que en horario prime o en la tarde hay menos oferta de ellos, a pesar de que queda en la mañana y a la hora de almuerzo bien fuerte y el prime de Primer Plano (CHV), que es como el más sostenido».
Así y todo, la analista critica duramente a este último programa, porque a su juicio «tiende a frivolizar mucho los temas y además tiene como una ideología implícita que todo se cobra, puedes comprar todo, la plata está por sobre todo. Recuerdo haber escuchado decir que se metieron en la vida privada de tal persona, ¡ah pero le pagaron! O sea, por pagar tienes derecho a cualquier cosa. Ese paradigma tan frívolo. Como se presentan ante las cámaras vestidos de fiesta, una cosa de muy mal gusto, eso está quedando atrás. Primer Plano sigue, pero no se sabe por cuánto tiempo más».
También destaca que en Fucatel «siempre hemos advertido en nuestra televisión que tiende a uniformar la oferta generalmente en las franjas horarias, lo cual no es bueno, porque se restringe la libertad de elección de las audiencias, pues no tienen más ofertas, porque todas son con contenidos similares».
«Respecto de la farándula en particular, creo que ya habíamos mencionado que durante el mundial se recurrió a este formato nuevamente para hacer programas y se probó que no es exitoso en la televisión de ahora, porque no tuvo buena acogida. El caso emblemático es que el día que se estrenó La movida del Mundial, de Canal 13, ganó en audiencia Cuarto Medio, de TVN, que es un programa completamente diferente, que no tenía esta carga del mundial, además que es como una atracción extra», expuso a Cambio21.
Agrega que «a mí me da la sensación que después de los programas del mundial quedó bien claro que la farándula no es el formato que hoy espera la gente. Y que recurrir a ella de parte de los canales es más que nada una forma de recurrir a un formato que fue muy probado y que fue exitoso, porque era muy barato, porque no obligaba a los canales a buscar producciones afuera sino a armar sus propios rostros y ahí mismo crear contenidos. No es el caso de programas como Cuarto Medio, que es una producción independiente».
Daniela Gutiérrez señala que «la farándula no se ha preocupado tampoco de renovarse así como otros géneros porque recurren a los mismos rostros de hace tres años. Nadie cuida el formato de farándula; están como entregados a lo que es y están quemando los últimos cartuchos».
Volverán reinventados
El especialista en televisión y marketing Cristián Leporati coincide en que «la televisión abierta normalmente pasa por ciclos y el que estamos viviendo ahora está en una etapa en que la farándula está decayendo y, por lo tanto, están surgiendo otros formatos distintos, más atractivos para la audiencia en este momento».
En esa línea apunta a que «en el fondo la gente está volviendo a un formato quizás más romántico, no tan erótico, de cuerpo. Es un ciclo distinto. El caso más patente son las teleseries turcas Fatmagul y Las Mil y una Noches, en que predomina el amor clásico, romántico de Corín Tellado».
¿Y por qué está pasando eso en nuestra idiosincrasia nacional en televisión? En opinión de Leporati «básicamente es porque el modelo del reality mostrando hombres musculosos, mujeres en calzones, y que después esos mismos personajes, los más exitosos, se replicaban en programas matinales y de farándula, ya cansó. El reality fue el gran proveedor de la farándula, pero empezó a morir, porque los programas de realidad empezaron a perder sintonía y también arrastraron a la farándula. Esto pasa porque hay un contraciclo en la televisión chilena respecto del tema y van a empezar a surgir otras formas quizás no tan directas en el lenguaje ni tan banales».
«Creo que la farándula está muy asociada a la copucha y enmarcada en un contexto erótico, normalmente. Mi impresión desde afuera es que la gente no está viendo esos programas», dice el experto.
Añade que «la televisión es rating. Son los recursos sobre los cuales se mueve en este país y en gran parte del mundo».
«La televisión lo que hace es poner productos en común, a través de una plataforma que es la televisión analógica. En ese contexto tiene que vender productos igual que los comerciantes», manifiestó a Cambio21.
Según Leporati, «es muy probable que la farándula vuelva. Es posible. Mi punto de vista es que surge como un subproducto de los realities, porque se descubre que genera actores que de alguna forma tienen una especie de liderazgo y buen rating. Entonces, los productores toman estas personas, las transforman en productos en sí mismos y ahí van apareciendo los programas de farándula. Pero ese modelo se agotó y ahora están buscando nuevas formas para r captar nuevas audiencias, si eso es una teleserie turca o no, estamos por conversar. Hay como un ciclo de vida que no sabemos dónde va a terminar».
Ahora, ¿por qué tienen éxito estos programas? Según Leporati, «porque hay personas que al ver a estos personajes sienten que también podrían ellos ser como estas personas. Hay un grado de aspiracionalidad entre la audiencia cuando ven al personaje X, A, B o C. ¿La audiencia por qué engancha con la farándula? Porque se sienten identificados con ella. Les gustaría tener esa pinta, el pelo rubio, poder ir a Brasil, andar en un Mini Cooper, para el lado masculino lo mismo. Ahora, eso está llegando a un agote. Pero esta es una sociedad tremendamente arribista y van a surgir nuevos modelos de farándula».
El analista destaca de la farándula que «de alguna forma democratizó la televisión, porque antiguamente la que había mostraba a personas más pirulas, eran de otro estamento socioeconómico. Chiquillas que dieron el salto, cruzaron del bien al mal y se convirtieron en personajes de farándula. Pero también de alguna forma el reality es importante, porque va entrenando a personas comunes y corrientes de clase media y clase media baja ( Fanny Cuevas, Edmundo Varas, Junior Playboy) y las llevan al estrellato. Ese es el éxito de la farándula y eso no ha cambiado. Creo que la forma va a alterarse, porque está en un proceso de transición, porque están viendo cuál será el próximo paso y la sociedad sigue siendo arribista, así que no desaparecerán sus personajes, sino que tendrán rostros distintos».