El “fraude Brunner”
Opinión y Comentarios 11 junio, 2014 Edición Cero
Haroldo Quinteros Bugueño/ Profesor universitario. Doctor en Educación
No es del todo raro el delito intelectual en nuestra historia reciente, tanto en la capital como en provincias; empero, ningún intelectual ha sido acusado de la comisión de tal delito ostentando una tan encumbrada figura política y social como la de José Joaquín Brunner. La acusación a Brunner la aventó el académico y conocido político Alfredo Jocelyn-Holt, por lo que resulta extraño que el caso no sea en estos momentos motivo de escándalo público. También es curioso constatar que la acusación ya venía desde 2007, sin que entonces siquiera fuera noticia. La acusación es que Brunner no es lo que todo el mundo cree que es, a saber, entre otros muchos títulos, sociólogo y abogado graduado en la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y Sociólogo de la Educación titulado nada menos que en la Universidad de Oxford. Públicamente, con esos títulos llegó a la cumbre del éxito profesional y político.
En efecto, entre muchos otros cargos, fue Ministro Secretario General de Gobierno durante la administración Frei en los años 1994-1998, académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), director del programa de Master en Gerencia y Políticas Públicas de la UAI, miembro de número de la Academia de Ciencias Sociales, Políticas y Morales del Instituto de Chile, consultor internacional de Políticas Públicas, director de FLACSO, ex – presidente del Consejo Nacional de Televisión, etc. etc., y ahora, figura como director del Programa de Educación de la Fundación Chile, miembro del directorio de la Fundación Paz Ciudadana y del Consejo del Instituto Internacional de Planteamiento Educacional de la UNESCO, “asesor experto” en educación superior del Banco Mundial, y mejor paro de contar.
¿Cómo puede entenderse tamaña aberración? Brunner no ha dado ninguna respuesta a los cargos que le imputa Jocelyn-Holt, ¡si hasta llegó a reconocer públicamente en el Diario La Tercera que sólo es posesor apenas de la modesta licencia secundaria y de un insignificante diploma de nivel técnico-intermedio obtenido en el extranjero! Por supuesto, cualquiera persona, por la vía de la auto-didáctica puede llegar a ser líder social y político, pero el caso de Brunner es distinto porque ha escalado a la cumbre mediante el engaño.
La pregunta es, ¿quién o quiénes dieron tanto poder a este individuo, el PPD, amigos de “muy arriba,” etc.?, ¿por qué no se ha abierto juicio en su contra?, ¿por qué nadie, durante dos décadas, averiguó bien quién era Brunner, lo que no podía ser más simple? Sólo un ejemplo: consultada la PUC, Brunner no aparece en ninguna época como estudiante o titulado de sociólogo ni de Leyes, y Oxford, como cualquiera otra universidad del mundo, también dan ese tipo de información. En su defensa, el susodicho alega que él nunca ha escrito en sus curricula vitae y libros ser posesor de tantos títulos, pero, claro, en todas sus apariciones públicas ha aparecido con ellos, de lo cual soy testigo.
En la UNAP, asistí hace unos años a un foro en que intervino, y fue presentado con el curriculum más espectacular imaginable, sin que él se arrugara o dijera una palabra. A todo esto, muchos sabíamos que Brunner no es experto en el tema que supuestamente conoce, la Educación. Para muestra, un botón: el “Informe Brunner” (1994), encargo hecho por Frei a su Ministro Brunner, fue redactado casi enteramente por él, y la verdad es que en su parte conceptual es un catálogo de citas sin ninguna dación de fuentes. Este servidor denunció el hecho en varios artículos científicos y de divulgación, pero ¿quién iba a creerle a un lejano profesor de provincia, frente a tan conspicuo (y estafador) ex – ministro?