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 Víctor Guerrero Cossio. Dr. en sociología. Académico UNAP Los iquiqueños que se mueven, es decir quienes participan de las convocatorias ciudadanas en torno a... La fuerza de la movilización social y sus perspectivas

victor guerrero c. Comen Víctor Guerrero Cossio. Dr. en sociología. Académico UNAP

Los iquiqueños que se mueven, es decir quienes participan de las convocatorias ciudadanas en torno a los problemas de la ciudad, evalúan positivamente la marcha transversal que se realizó el 30 de Abril. A ella llegaron los iquiqueños que enfrentan problemas más críticos, tales como los damnificados del terremoto, los estudiantes, los portuarios y los cargadores de ZOFRI.

Han pasado los días y si bien la concurrencia superó lo esperado –más de 6.000 personas en la calle- a un mes y medio de ocurrida las razones por las que protestaron siguen intactas. Por cierto, los problemas de la reconstrucción post terremoto son más urgentes, pero las restantes necesidades no se pueden postergar indefinidamente.

A nivel nacional y ahora que viene el mensaje presidencial del 21 de Mayo, seguramente se potenciarán los problemas estructurales que adolece el país, por algunos meses adormecidos esperando la instalación del nuevo gobierno y la implementación de sus reformas, cuestión que será zanjada esta fecha y abrirá la calle para que se exprese la opinión pública cada vez más potente y menos domesticada.

Los planes del gobierno con respecto a la reforma educacional están signados por su propósito de no separarse mucho del modelo de dominación imperante desde los años 90 –negociación con la dictadura- y que fundó la estrategia de gobernar por medio de lo posible, eufemismo de hacerlo con anuencia de la derecha.

En este caso se instala la contradicción de que el gobierno tendrá que decidir si está dispuesto a insistir en el debate al interior del Congreso, cerrando los espacios para admitir la voz de la calle, o bien haciendo caso a las organizaciones sociales e  instaurando una nueva manera de hacer política,  transitando desde la representación hacia una democracia más participativa.

En el plano local, si bien la reconstrucción ocupará la atención de las autoridades públicas por un buen tiempo –Tocopilla lleva mas de seis años- los problemas estructurales de la ciudad también merecen atención, como alguien dijo no se puede gobernar sólo para los veinte mil damnificados del terremoto, sino que para los trecientos mil habitantes de la región.

En este sentido, y recordando la marcha del 30 de Abril, el movimiento social local también midió en esa oportunidad su capacidad de expresarse, lo que hace presumir que la calle local también ratificó en esa oportunidad que puede hacer sentir su peso en las decisiones del  gobierno regional. En esto se encuentran los dirigentes del CONFECH y quizás también los dirigentes locales.

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