Cuatro Premios Nacionales de Historia participan en las XX Jornadas de Historia de Chile
Actualidad 13 agosto, 2013 Edición Cero
La realidad de la educación chilena, las protestas generadas en regiones y las reformas estatales que obligan los cambios, fueron parte de los temas abordados en el encuentro que sostuvo el rector de la Universidad Arturo Prat, Gustavo Soto Bringas con los cuatro Premios Nacionales que participan en las XX Jornadas de Historia de Chile.
La reunión, desarrollada en la oficina de la autoridad académica, los historiadores Jorge Hidalgo, Eduardo Cavieres, Lautaro Núñez, Jorge Pinto, conocieron el modelo educativo que tiene la UNAP, además de analizar las protestas ciudadanas y las reformas que deben ejecutarse debido a la presión social, en el ámbito educacional y distribución de recursos.
Tanto el rector como los premios nacionales coincidieron en el valor que tiene desarrollar investigación en regiones, aludiendo los cuatro destacados a su pasado sanguíneo y permanente como historiadores formados fuera de Santiago.
Para el Premio Nacional de Historia (2008), Eduardo Cavieres Figueroa, las XX Jornadas de Historia de Chile, coinciden con el momento histórico en que las voces regionales se suman a la discusión pública, donde “si bien existen problemáticas comunes, no se requieren soluciones comunes”.
Mientras que para Lautaro Núñez (2002), los valores regionales que representan como intelectuales, les obliga a analizar las reformas que la ciudadanía exige y donde la principal modificación, es que a diferencia de otros movimientos, estos no surgen del proletariado, sino de los mismos jóvenes que impulsan el cambio.
Similar opinión es la que entregó Jorge Hidalgo (2004), quien precisó que el puro desarrollo económico “no le salva el alma al país” y que el Estado debe entender en una noción pluricultural, donde más del 50% de la población requiere de políticas específicas.
Finalmente, Jorge Pinto (2012) destacó la jornada de historia, explicando que estas son las instancias para que “historiadores viejos y jóvenes” puedan pensar y escuchar lo que quieren de la educación.