El Mostrador/En lenguaje diplomático viene a ser una luz amarilla, un primer gesto, concreto de molestia. Eso representa la “nota verbal” que este viernes presentó la cancillería chilena a Bolivia para reclamar por los recientes dichos del mandatario Altiplánico, Evo Mortales, que tildó de mentiroso al Presidente Sebastián Piñera.
Luego de una entrevista del mandatario chileno a la cadena CNN –en el marco de su gira por Estados Unidos- Morales dijo el martes que Piñera le miente al mundo sobre el conflicto limítrofe que su país tiene con Chile: “lamentablemente el hermano presidente de Chile miente a Chile, miente a Bolivia y miente al pueblo boliviano (…) “desde CNN miente al mundo, como presidente cómo mentirá a su pueblo”.
A las 15:00 de ayer viernes fue citado a la Cancillería chilena el cónsul general de Bolivia en Santiago, Ramiro de la Fuente, a quien se le presentó formalmente esta nota. No se reunió con el canciller Alfredo Moreno, sino que con el embajador Pedro Sukel, director general adjunto para países limítrofes y asuntos regionales.
En la nota verbal se expresó “el desagrado” del gobierno de Chile con las expresiones de Morales sobre que Piñera falsea la verdad y dice mentiras.
En el mundo diplomático, los gestos y palabras son claves.
Hay casos en que se retira al embajador, lo que es el gesto más fuerte en la diplomacia, menos grave pero con repercusiones es la alternativa de llamar a informar al embajador o dar una señal igual, pero en menor medida que las anteriores, con lo que se manda una nota de protesta.
Con Bolivia se aplicó la nota verbal porque con eso se pondera el “desagrado” en su justa medida. Además, en este caso no cabe retirar embajador o llamarlo a informar, porque no tenemos relaciones diplomáticas, sino que consulares. Por lo mismo, tampoco cabe la chance de la nota de protesta, sino que solo la verbal.