Adiós al estilo iquiqueño, para el «profe Zarry» cuyos restos enfilaron en coruña por Avenida Baquedano
Crónicas 25 abril, 2013 Edición Cero
Un emotivo e impresionante adiós, recibió el profesor del Liceo Politécnico y de la Universidad Bolivariana, Carlos Zarricueta Gatica. Sus restos fueron velados en la sede de la Diablada Siervos de María y en el Liceo Politécnico, donde alumnos, profesores y apoderados, montaron una guardia de honor.
Los momentos más emotivos se vivieron cuando el ataúd ingresó al establecimiento, a los sones de la banda del mismo colegio. Permaneció en el recinto educativo durante la tarde de hoy jueves, recibiendo sendos discursos de despedida de sus colegas y del Jefe de Educación de la Cormudesi, Jorge Aracena.
Otro momento emotivo se vivió cuando el cortejo partió rumbo al Cementerio No 3, ya que recuperando las viejas tradiciones iquiqueñas, el ataúd fue trasladado en una coruña de arrastre ornamentada especialmente por la Universidad Bolivariana, enfilando por la Avenida Arturo Prat para ingresar a la Avenida Baquedano. El cortejo pasó por la sede universitaria y por el Liceo A-7, del cual era ex alumno, recibiendo aplausos a su paso. Y como en antaño, el cortejo subió por calle Zegers, siendo acompañado en la marcha por familiares, colegas, amigos y alumnos, que peregrinaron de costa a cerro, en un último homenaje para el entrañable profesor.
Previamente, el mayor de los hermanos, Mario Zarricueta, rescató los valores de Carlos, así como el reconocimiento y cariño que logró entre sus amigos, profesores y alumnos.
Mientras, en el camposante ya lo esperaba el Centro de ex Alumnos del Liceo de Hombres, que acuñan el himno historios de estos «nobles hijos de Tarapacá». El presidente liceano, Freddy Alonso, pronunció un emotivo discurso, donde destacó su legado; luego cantaron el himno del establecimiento y vocearon el grito de batalla.
Carlos Zarricueta, tenía 56 años y una gran vocación de maestro. El lunes le sobrevino un accidente vascular que lo mantuvo 48 horas en estado crítico, falleciendo este miércoles. Fue muy querido por amigos y colegas, pero especialmente por los alumnos, de quienes no sólo fue un maestro, sino que también un amigo.
«Nunca conocí a un profes de matemáticas como él, que nos hacía reir y nos enseñaba. También se preocupada de todos nosotros y nos daba concejos para mejorar nuestras vidas. No habrá otro como él», relató una alumna, mientras lo despedía en el camposanto.
Tras su inesperado fallecimiento, le sobreviven 7 hermanos y su único hijo Raúl Zarricueta Sura; además sobrinos, sobrinos nietos entre muchos otros parientes, ya que integraba una extensa familia.
En el Cementerio y ya concluido todos los honores, a nombre de la familia su hijo entregó los agradecimientos a todas las personas e instituciones que se preocuparon de destacar la vida de su padre. Liceo Politécnico, Cormudesi, Universidad Bolivariana, Universidad Santo Tomás, entre otras tantas, pero especialmente a sus alumnos que lo recordarán por siempre como “el profe Zarry”.