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El Clarín / Intensa, inteligente y aguda. Así es Manuela Gumucio, y si ella no puede defender el modelo de televisión pública que, insiste,... Manuela Gumucio: “TVN no justifica hoy su rol”

El Clarín / Intensa, inteligente y aguda. Así es Manuela Gumucio, y si ella no puede defender el modelo de televisión pública que, insiste, “toda democracia real necesita”, es probable que nadie más pueda lograrlo en Chile.Y es que la actual directora del Observatorio de Medios Fucatel, no sólo tiene la experiencia y pasión suficiente para hacerlo, sino que además algo sabe de los vínculos políticos que se requieren para hacer el “lobby” necesario en una tarea titánica como ésta.

Periodista de la Universidad de Chile y Doctora en sociología de la Universidad de Paris, le correspondió organizar la primera comisión sobre políticas públicas para los medios de comunicación que elaboró el programa del primer gobierno democrático después de la dictadura en 1989.

Y aunque desde entonces no se detuvo más en la defensa de la libertad de expresión, lo cierto es que la más reciente de sus batallas por evitar una Ley corta que abra las puertas a la privatización de TVN, la tiene cansada y sorprendida de “cómo se hacen las cosas”, nos dice con una ingenuidad que parece más propia de una activista enamorada de su causa, que de la Manuela que uno tiene en la retina vinculada a la política desde la cuna.

Hija de Rafael Agustín Gumucio, fundador de la Falange Nacional, pareja de Carlos Ominami y madre de Marco Enríquez-Ominami [candidato presidencial, hijo de Miguel Enríquez Espinosa, líder del MIR asesinado en 1974], uno pudiera suponer que nada la sorprenderá en el tejemaneje político. Pero no es así. En un país donde la televisión parece más bien un espacio reservado sólo a las cuotas del poder oficial, las propuestas de Manuela de abrir el debate, garantizar la participación transversal y tener una televisión pública fortalecida que le dé espacio a todos los temas que quedan fuera de los medios privados, es algo que genera escozor en varios sectores del Parlamento y sin duda, en la propia industria.

Por eso, Manuela y su equipo de Fucatel, han tenido que agudizar sus sentidos y estar ahí, en los pasillos del Congreso permanentemente, atentos a cualquier señal que indique cambios en el articulado del proyecto o iniciativas de dudoso procedimiento.

Nos relata con un entusiasmo cinematográfico, los entretelones de algunas negociaciones para el proyecto de Ley que ya pasó por la Comisión. Nos habla de Enrique Correa [ex ministro secretario general de gobierno de Patricio Aylwin, 1990-1994] como el experimentado lobista de Anatel [Asociación Nacional de Televisión, que agrupa a «los dueños»] al que deben enfrentar con sólidos argumentos en un tira y afloja para informar y captar a parlamentarios a su favor en esta guerra que se gana artículo por artículo. Y son 800.

“Llevamos cinco años tramitando la ley, y los canales de televisión han dado sólo dos notas, han silenciado la discusión sobre el destino de la televisión en Chile”, aprovecha de denunciar abiertamente. Y ese es justamente el sesgo informativo que Manuela quiere superar con una ley de TV digital que amplíe las posibilidades de una concesión radiofónica a sectores que no pertenecen a los magnates de la industria. Y eso no le gusta a los que, dice, están sentados hace años en espectro radiofónico con unas supuestas concesiones indefinidas para usar con sus respectivos canales de televisión.

“Hace pocos días nos enteramos que el gobierno ha hecho una circular abriendo convocatoria para 90 cupos para localidades regionales a presentarse a una concesión para canales experimentales, pero resulta que los requisitos son con una inversión enorme, con una cantidad de exigencia de transmisión en alta definición que no creo que nadie tenga en regiones y además, sin publicidad.

¿Y entonces para qué lo hacen?

-Muy extraño, una Cotufa [alusión a una empresa financiera de militares que estafó ahorrantes pobres bajo la dictadura], pero no se sabía bien para dónde iba. Puede ser que un canal grande necesite estas sedes regionales para completar un porcentaje y ser considerado canal nacional… no sé. Es que si no, no se entiende. Entonces, igual reaccionamos y un grupo de diputados presentó un escrito ante la Contraloría y se suspendió. Pero si uno no está así atento, ¡uf! Y así te vas dando cuenta de cómo se van haciendo las cosas.

Hay un tema de transparencia, fíjate que llevamos 5 años de tramitación de la Ley de TV Digital, y ha habido sólo dos notas, teniendo los canales toda la posibilidad de informar.

¿Cuál es tu interpretación de esto?

-Yo creo que ellos pensaron que todo se iba a hacer bajo la vigilancia de Cortázar [ministro de Transporte y Telecomunicaciones de Michelle Bachelet, 2006-2010], y que la peor cosa que se podía hacer era abrir una discusión más allá del simple giro tecnológico. Así lo presentan, como un gran cambio tecnológico donde hay un grupo de gente que molesta y entorpece este proceso. Y no es eso. Estamos hablando del futuro de la Televisión en Chile.

¿Y el proyecto cómo está hoy, permitirá una televisión más plural?

-Está todo por verse aún. Hemos logrado muchos avances, eso es verdad. Lo más interesante es lo que ha podido hacerse, como por ejemplo se ganó la idea de que tenía que haber una red pública de difusión a un precio alcanzable. Sobre todo, hemos logrado impedir que se apoderen del espectro radiofónico.

A quienes se les va a entregar, tienen suficientes obligaciones de uso y no van a poder, por ejemplo, disponer de tanto espectro ocioso en el futuro para venderlo a precio de oro como ha pasado con la venta de canales hasta ahora.

Hoy, el Estado entrega gratuitamente el espectro radioeléctrico, luego por las inversiones que hacen los canales lo valorizan tremendamente y entonces cualquiera que quiera tener una radio o un canal en Chile, tiene que ir a pagar esos montos a los que están sentados arriba de las señales radiofónicas de todos los chilenos.

Con las condiciones reales de Chile hoy día, ¿no existe poca capacidad de nuevos grupos de pedir una nueva concesión para un canal?

-El Mostrador tiene una concesión demostrativa y quiere tener una concesión grande, con 6 megahertz. Pero es lo único que he escuchado, más algunos grupos evangélicos… nadie más. Y es muy probable que sean las telefónicas u  otras grandes empresas periodísticas las que tengan concesiones. Por eso es importante dejar garantizada la reserva para objetivos culturales y educativos con la esperanza de que en el futuro surjan interesados.

¿Y cómo se puede evitar, entonces, que sigan las nuevas señales en las mismas manos?

-Queremos por ejemplo que sea el Consejo Nacional de Televisión él que dé las concesiones. Que lo hagan en audiencia pública, explicando los criterios para darle una concesión a uno y no a otro. Esto la comisión no lo aprobó así exactamente, pero en la votación de la sala se puede mejorar.

Toda esta discusión hemos tenido que hacerla aprendiendo de un lenguaje técnico, aprendiendo trucos políticos, a ver señales, en fin…

 

-¿Se les da la señal aérea gratis e indefinidamente?

-De los actuales canales hoy la mayoría que tienen antes del año ’92 su concesión, si son “indefinidas”. Pero esto no puede ser. Este gobierno se ha puesto firme en esto, pero los canales alegaron que el Estado tenía que reconocerles esta condición, porque sino a través de tribunales los iban a tener que expropiar. Imagínate tú. Y claro, en esto, el Mega [Visión] ha sido el más insistente, pero creemos que como cambió de dueño [lo compró el grupo Bethia-Falabella], ahora no van a insistir en esta aberración.

Este gobierno se puso firme con esto. Una concesión no puede ser indefinida, porque el espectro radiofónico es un bien nacional. Ahora, al menos por criterio que se entienda así… aunque en la práctica, en Chile las concesiones sí parecen ser indefinidas, porque nadie le va a quitar una concesión a nadie, pero al menos que legalmente quede claro que no es indefinido, que se renueva. No es fácil, pero sumando esfuerzos hemos logrado que los parlamentarios entiendan un poco más de esto y ha sido positivo.

[El grupo] Luksic se acaba de comprar dos radios más [controla el 66% de Canal 13 UC].

 

-¿Cómo se puede enfrentar el monopolio de los medios?

-A ver… desde la vuelta a la democracia, se entendió que no tenía que hacerse una política comunicacional y, gracias a eso, hemos estado en todos estos gobiernos sin darle un estatus importante a los medios.

Es difícil luchar por una regulación a los medios: los parlamentarios y el poder son rehenes de los medios.

En el fondo, es así de simple pero un parlamentario que se le pone duro a un canal, no sale más en ese medio y no es reelegido. Entonces no va a tener espacios… por eso mismo, es muy importante que haya una política del estado donde se le dé a los medios el estatus que se merecen. Son el poder más importante, no hay ninguna democracia real si no hay una pluralidad en los medios y es el caso de Chile.

Entonces, ¿Chile no es una democracia real?

-No, para mí no es una democracia real. Esta es una democracia bastante tembleque y a medias. Mira, sin ir más lejos, una ley como ésta, que define el futuro de la televisión en Chile, fue una discusión completamente ocultada… completamente silenciada. Ni TVN que para eso existe, informó a la gente. Se supone que TVN tiene que romper el cerco comunicacional cuando temas de importancia no se cubren.

En este sentido ¿entonces TVN no cumple ese rol?

-Ni en éste ni en otros. TVN está muy lejos de jugar este rol que justifica su existencia, que es ser el canal donde tienen la palabra los que no la tienen en otros canales. Donde los temas que no salen en otro lado por intereses privados, si puedes estar aquí. Ser un contrapeso comunicacional.

En este minuto, CNN Chile es un canal que da algo de aire y también 24 horas, pero los dos son de cable. Muestran más rostros y voces… insólito, con muchos defectos y todo lo que quieras, pero por lo menos en el área de política nacional muestra nuevas caras.  Pero éste es el tema. Qué tipo de democracia tienes tú, donde se nos ha cerrado la posibilidad de la instrucción, de la información, del conocimiento de miles de temáticas que son materia de debate en otros canales latinoamericanos y , desde luego, en EEUU y Europa.

En ese sentido ¿nuestra televisión contribuye más bien a desinformar?

-Claro, y a mantener a la gente en un estándar más o menos similar de pensamiento. Y además, cuesta mucho acceder a otras cosas. Mira la TV argentina, tiene harto de farándula, pero tiene mucho debate, se discute, se habla.

Imagínate, aquí el único programa de debate que tiene TVN, Estado Nacional, no está representada ni la mitad de la sociedad. Los panelistas, mira tú quiénes son, cómo rotan, los cuotean, el horario. En fin.

Está hecho todo bajo el control de quién participa y cómo. Todo. El directorio de TVN es lo mismo. Se supone que ellos debieran dar grandes discusiones sobre las comunicaciones en Chile, pero son personas elegidas por partidos políticos, no hay nadie del mundo académico, artístico, nada. Se les prohíbe hacer públicas las controversias que se producen al interior, aunque no tengan nada de lesivas para la competencia comercial. Todo se cuotea y una empresa autónoma del Estado no es transparente.

En TVN por ejemplo, echaron a la Faride [Zerán] y a Nissim [Sharin] porque opinaron ¡¡¡siendo del directorio!!! Un camino para mejorar la oferta de TVN y hacer que se convierta en algo distinto a la TV comercial es otorgándole financiamiento parcial, que el Estado ponga una parte y lo otro que sea por publicidad. De esta forma se logra un buen equilibrio entre audiencias masivas y otras más selectivas.

¿Cómo juzga hoy la calidad de la TV abierta en Chile?

-De verdad creo que a estas alturas, debo decirte que veo cada vez menos. A mí me gusta todo, la televisión basura, lo que sea. Tengo una visión de la televisión bien abierta si tú quieres, entendiendo que es un medio de masas. Tengo la manga súper ancha y así y todo, me está costando ver algo que realmente me interese. Acá lo más interesante por su factura, es en materia de ficción: Los 80, El Reemplazante, Rico y Pobre. Cero aporte de documentales y otros géneros fundamentales.

Lo que pasó con Las Argandoña, ¿cómo lo interpretas?

-Se produjo una especie de escarnio público personal contra ellas que no apruebo,  pero me pareció interesante el fenómeno. La reacción que se produjo te demuestra es que se equivoca Jaime de Aguirre, o la dirección de TVN cuando pretenden estar cumpliendo la misión superior de darle a la gente lo que le gusta, y resulta que bueno, ellos creían que a la gente les gustaba Las Argandoña y no fue así. ¿Cuántos otros programas son producto de este mismo malentendido y la gente no sabe cómo expresarlo?

Todos estos aspectos están por escribirse, porque la ley de TV digital aún no ha sido aprobada.

Fuente: http://noticias.rastro.com/?p=6053

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