En un proceso de reposo, mientras descansa aquejado por la enfermedad hepática que le afecta; y de “profunda reflexión” por la acusaciones de abusos en su contra que efectuó Rodrigo Pino y cuya causa investiga el Vaticano y la Fiscalía, se encuentra el obispo de Iquique, Marco Ordenes, en la vecina ciudad de Arica. En fuentes del obispado se indicó que el prelado, prepara su regreso a Iquique.
El Sacerdote Franklin Luza, quien asumió la vocería eclesiástica del tema, ha declarado a los medios de prensa que el obispo le ha manifestado su inocencia, como asimismo, su disposición de dar la cara y responder a las inquietudes de la prensa, una vez que regrese a la ciudad y se sienta más recuperado de su salud.
La Estrella de Arica, a través de la plataforma web, informó que el obispo iquiqueño, se encuentra desde el marte en la vecina ciudad, donde se reunió con el Nuncio Apostólico Ivo Scapolo. El encuentro se produjo en la Casa de Ejercicios Emaús, que el obispado mantiene en el valle de Azapa.
En tanto, en Iquique, existe mucho pesar por la denuncia conocida a través de los medios de prensa, donde se acusa al obispo de abusos sexuales reiterados contra Rodrigo Pino Jelcic, hoy de 30 años.
En su versión, el denunciante dice que sólo lo motiva el que se sepa la verdad, que se haga justicia, alertar para que no ocurran otros casos como el sufrido por él y que espera que el obispo, sea apartado de su cargo.
En tanto, la opinión pública local, especialmente la vinculada a la Iglesia, se muestra incrédula ante las acusaciones y cierra filas con el Obispo Marco Ordenes, destacando virtudes de él como compromiso, fuerza, humanitarismo, inteligencia, consecuencia, entre otros aspectos.
Rodrigo Pino, en tanto, dice que también él conoce esa parte del obispo y que incluso por todas esas virtudes “llegué a admirarlo y quererlo mucho”. Sin embargo, eso no lo libera de su calidad de pedófilo..