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Guillermo Jorquera Morales, ex  Director del TIUN – TENOR La clausura de los Temporales Teatrales, versión XXIII, (26 y 27 de Julio) fue motivo para iniciar... Temporales Teatrales, largo viaje a la nostalgia

Guillermo Jorquera Morales, ex  Director del TIUN – TENOR

La clausura de los Temporales Teatrales, versión XXIII, (26 y 27 de Julio) fue motivo para iniciar un largo viaje matizado de nostalgias y de recuerdos, de contrastes, de presencias y de ausencias, de encuentros y de desencuentros, pero por sobre todo envuelto en un sentimiento creciente de amistad, cariño, afecto y amor.

Conocemos esta fiesta de ventolera teatral, incluso de antes de su bautizo como tal, y que empezó a germinar como Jornadas Culturales, incluyendo varias disciplinas artísticas, por los años setenta con el apoyo del Obispado de la zona. Precariamente, pero con tenacidad, fue ganando experiencia y prestigio para derivar sólo en una Muestra Teatral, bautizada por su creador como “Temporales Internacionales Teatrales de Puerto Montt”, en la década de los ochenta.

De allí vienen los recuerdos, que en este largo viaje tratamos de revivirlos con el sólo propósito de sellarlos y vaciarnos de esas nostalgias, para sanar nuestras almas, enfermas por la lejanía del quehacer teatral activo y por la ausencia de su creador y gran amigo nuestro, fallecido el año 2011. Además, porque en esta versión los Temporales iniciaban una nueva etapa, de la que nacerán nuevos recuerdos y nuevas nostalgias.

Sin embargo los sentimientos de amistad, de cariño, afecto y amor, no se pueden sellar, no se pueden desalojar de nuestras almas como si fueran materialidad desechable.

Estos sentimientos se prolongan, no son una enfermedad de la que una persona pueda sanarse, son profundos, son eternos y son traspasables, de allí vienen los encuentros y los desencuentros, los contrastes, las presencias y sobre todo las ausencias.

Los propósitos no se lograron, la calidez de la gente mantuvo vivos los recuerdos y animó a la nostalgia, la impronta de nuestros trabajos estaban en el aire, siempre hubo una voz para recordar al Rucio, a la Guille, al Tolo, al Cartero, a Neruda, a las Tres Marías y una Rosa, a la Arcángela, a la Jocelyn, al Guayo y al Fermín, personajes de las obras que el TENOR subió a las tablas del “Diego Rivera” y a escenarios de varias comunas de la Región de Los Lagos.

Siempre llegó un abrazo, una palabra, un comentario amable y grato por ser parte de la historia de ese evento, no se recibía a extraños, justificaban nuestra presencia por ayudar a construir esta magnífica obra, junto a un gran líder, que supo entregar el testimonio de su liderazgo a su gente, que con la dirección de Rodrigo Córdova se desvelan por no olvidar.

Los reencuentros fueron con dos grandes compañías del teatro nuestro; el “Teatro Nacional Chileno” y el “Teatro Imagen” de la capital, pero no sólo con las instituciones, sino también con su gente, buenos y viejos amigos en este transmigrar del teatro chileno por Chile y por el extranjero.

El Teatro Imagen, dirigido por Gustavo Meza, con la obra “Lo crudo, lo cocido, lo podrido” nos reencontró con el Café Torres de Santiago y con sus inmortales garzones en la interpretación magistral de experimentados actores, orgullo de la profesión; Oscar Hernández, Hugo Medina, Agustín Moya, Elsa Poblete y Jorge Rodríguez, obra de gran notoriedad en la década del 70, censurada por la autoridad de la época y que hoy mantiene la frescura y vigencia que Marco Antonio de La Parra escribiera en el año 1978.

El Teatro Nacional Chileno nos rencuentra con Juan Radrigán, obrero de nuestros dramaturgos y que ha sido galardonado hasta con el Premio Nacional  Artes de la Representación en el año 2011, el reencuentro es aún más feliz con la puesta en escena de una de sus obras, dirigida por Raúl Osorio, “El Loco y la Triste”, amor y poesía entre dos seres marginales, vigencia vergonzosa de nuestro Chile, representados por la sorprendente Francisca Gavilán y el no menos brillante Roberto Farías, ambos ganadores del ALTAZOR 2011, por la creación de sus personajes. (Valioso Premio otorgado por sus pares).

Hemos regresado de este largo viaje sin los objetivos cumplidos, pero con una fe irrenunciable por el teatro chileno, con un compromiso de difusión permanente de este evento, con una gratitud sincera por las autoridades municipales, por la calidez y preocupación por nosotros del Administrador Municipal y Director del Evento, Luis Durán, por la Productora General, Miriam Carrasco, y por todo el gran equipo que durante 22 días mantuvieron como Capital del Teatro en Chile a los Temporales Teatrales de Puerto Montt.

Y con la convicción de que Mauricio de la Parra Vial, es uno de esos personajes que mueren, sólo cuando desaparecen bajo el manto del olvido; NUNCA JAMÁS.

 

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