Cambio21.cl / Por Óscar Reyes P.- Con la experiencia que da un año de movilizaciones por la educación, la ex presidenta de la Confech y referente del movimiento estudiantil analiza con Cambio21 los últimos acontecimiento en esa materia y recalca que “la derecha, y particularmente la UDI, está tan asustada con lo que está pasando el país con las movilizaciones” que en todos sus intentos por apocarlas “le sale el tiro por la culata”.
Camila Vallejo viene llegando de Concepción y nos dice que tiene que regresar a esa ciudad en diez horas más. Tiene pactados varios encuentros en sindicatos, universidades, charlas en distintos lugares del país y obviamente entrevistas con medios de comunicación de Chile y del extranjero. Camila le saca provecho al día: «Voy de aquí para allá». Singularmente nos recibe en las que fueron las oficinas del «Mamo» Contreras, cuando era director de la DINA: «Sabía que aquí existían unos calabozos», nos dice en sus oficinas de la Fech.
La líder estudiantil reconoce que los dirigentes del movimiento quedaron algo impactados con la convocatoria que lograron en la primera marcha que hicieron, a fines de abril, pues pensaban que, para una primera movilización, que llegaran diez mil personas ya sería un éxito. Contra todo pronóstico, según las cifras oficiales, congregaron a 48 mil. Los jóvenes señalan que fueron 80 mil.
«Más que conformes, quedamos más entusiastas todavía», dice. «Este año partimos de manera distinta, porque demuestra una continuidad del trabajo realizado en 2011 y nos da un buen pie para iniciar esta segunda etapa», recalca quien fuera elegida el personaje del año en Cambio21, en diversas organizaciones nacionales y también a nivel internacional a raíz de la notoriedad que alcanzó el movimiento estudiantil del cual fue vocera y su principal representante.
Y reacciona con dureza ante el anuncio de la reforma tributaria del Gobierno: «Es una burla» y «es mucho ruido y pocas nueces».
-¿Qué te parece cuando por primera vez uno escucha de parte de los voceros de Gobierno que agradecen a los estudiantes por un acto tan pacífico?
-Fue bastante extraño que hayan salido diciendo aquello. Bueno, yo creo también que están un tanto acorralados. Ellos trataron de, con la última propuesta que hicieron (el fin del financiamiento del crédito universitario a través de la banca) de calmar los ánimos antes de la movilización y decir que con esto derrotaban al movimiento y que demostraban que avanzaban realmente el educación, y de repente sale gente a la calle no solamente diciendo que es insuficiente, sino que en gran medida reafirma lo que hemos venido rechazando hace mucho tiempo, que es que se subsidie la ganancia a privados de manera indirecta a través de los créditos, porque eso es partir de la lógica del endeudamiento. Yo creo que eso obligó a mostrar un grado de imparcialidad ante el asunto y decir que sí fue una gran convocatoria y valorar lo pacífica que fue.
-¿Qué ocurre cuando es tan masivo el apoyo a las reivindicaciones que ustedes plantean?
-Yo creo que hay una suerte, como decimos nosotros, de alegre rebeldía. Porque, claro, hay un descontento que es evidente, que hoy se agudiza porque estamos en un escenario político que cada vez demuestra más que hay unos pocos que controlan todo, que tienen el poder de decidir sobre la política, tomar decisiones en materia económica y en materia de todo lo que tiene que ver con nuestra vida, y la gran mayoría no tiene ese poder de decisión y además se da cuenta de que los que están tomando sus decisiones las están tomando en contra de la gran mayoría. Nosotros no tenemos el poder económico ni político institucional, y la única fuerza que tenemos en la que se expresa las calles, entonces también hay una alegría que se expresa ahí, y uno dice: esta es nuestra principal herramienta y juguémonos con esto, y planteemos una nueva forma de hacer política, demostremos que podemos, de alguna u otra forma, en las calles, construir nuestro presente y nuestro futuro.
-Y que ocurre cuando cerca de ustedes, los encapuchados cometen violencia y actos delictivos.
-Nosotros condenamos cuando hay gente que aprovecha las manifestaciones para ir a robar o destruir. No avalamos esas prácticas, pero también queremos mantener un equilibrio en esto, porque nosotros vemos cómo es la represión en la calle y el nivel de impotencia que emana de los manifestantes que están ahí de manera pacífica, estudiantes y también padres, y que se ven violentados, atacados, y provocados por carabineros, y que ante eso responden. Hay que tener un cierto criterio y distinguir entre los hechos de violencia que se cometen en las manifestaciones, porque no es lo mismo un joven o un padre que responde ante una agresión de carabineros con una piedra, que un joven que va a asaltar una tienda comercial. Son acciones distintas. También es importante que la gente aprenda de manera responsable a auto defenderse en las manifestaciones. Nadie puede tolerar que se le reprima con tanta brutalidad de manera injustificada y ante eso los mecanismos de seguridad van en la línea de contener hechos que se escapen de las manos por parte de algunos manifestantes, y otro también de proteger a los manifestantes de la acción de carabineros.
-¿Qué te pasa cuando ves que la directiva de la UDI y sus parlamentarios te critican duramente? Incluso un diputado dijo que ustedes no le trabajaban un día a nadie, que el lucro es trabajo y que ustedes tienen los pulmones vírgenes.
-A estas alturas me da un poco de risa, la verdad, porque creo que la derecha, y particularmente la UDI, está tan asustada con lo que está pasando el país con las movilizaciones, donde cada acción que realizan tan pensadamente para poder frenar la movilización, dividirla o mostrar desgaste, no les resulta. Siempre les sale el tiro por la culata y yo creo que eso hace que se llegue un punto de ridícula desesperación. Estas declaraciones de muchos diputados de la UDI y de la derecha general muestran que son fieles representantes de la política pequeña, de no ver las cosas con altura de miras, de no plantear buenos argumentos al momento de referirse los dirigentes, sino que siempre están con cuestiones banales, superficiales y de carácter fascistoide y misóginas, en muchos casos. Yo creo que esas declaraciones los aminoran como personas y como sujetos políticos y que los perjudica fuertemente, porque además hay cosas que son tan burdas como por ejemplo decir que el lucro es ganarse la vida.
-¿Qué respondes a eso, específicamente?
-Nos dicen a nosotros que no tenemos comprensión lectora y son ellos los que no están entendiendo nada de lo que está diciendo el movimiento. Hace rato que les venimos diciendo que el lucro no son las justas remuneraciones que debe tener cada trabajador por la labor que realiza, sino que haya unos pocos que se aprovechen de la riqueza que genera la gran mayoría del pueblo, que son los grandes empresarios. Eso en el ámbito laboral. En el de la educación nosotros dijimos que tampoco eran los excedentes que genera una universidad, sino el que esos excedentes no lo reinvirtieran en el proyecto educativo y que se los lleven para la casa, para el bolsillo. Hay cosas que son claves para ilustrar el actual escenario político: el nivel de desesperación que tiene la derecha más conservadora, más reaccionaria, más pinochetista, y junto con ello la presión que les deben hacer los grandes grupos económicos y empresariales en este país.
«La reforma tributaria es una burla»
-Piñera acaba de presentar una reforma tributaria que supuestamente entregará 700 millones de dólares, que irían en directo beneficio a la educación. Muchos dicen que es insuficiente y que es una reforma de alcancía. ¿Tú qué opinas?
-Yo me sumo, en este caso a, las palabras de Hernán Larraín UDI, que dice que es mucho ruido y pocas nueces. Es una vergüenza, no solamente por la cantidad de plata que recauda, que es muy poca, 0.3% del PIB, que ya es insuficiente para la reforma en la educación básica y media, o sea, sin incorporar la educación superior, que es muchísimo más. En cuanto a la recaudación, es una burla al movimiento. Y por otro lado, no le dan el carácter progresivo que debería tener la reforma que todos hemos estado pidiendo ante un sistema que es regresivo. Nosotros propusimos una que hiciera que los más ricos pagaran efectivamente más y dejarán de hacer evasión tributaria. Las utilidades tributables en el fondo no se tocan y ahí hay miles de millones que podrían utilizarse para la educación, para salud y para mucho más.
-El gobierno planteó la Reforma Tributaria casi como una revolución. Y ustedes la desprecian.
-Yo no sé si ellos quieren seguir sacando más recursos. Porque ya está claro que la propuesta de reforma tributaria es menos que suficiente, es una burla y no he escuchado nada por parte del gobierno de decir de dónde van a sacar lo que falta. No sé si van a querer cubrir lo que falta o van a seguir manteniendo la lógica del autofinanciamiento.
-El gobierno ya dijo que no va haber gratuidad en la educación.
-Es una cuestión ideológica. Ellos no creen en la gratuidad, porque creen que la educación es una inversión individual, o sea, tienes que invertir para generar rentabilidad después, es decir, es un bien de consumo, eso ya lo sabemos. Hoy lo que estamos exigiendo es que no solamente se escuche al pueblo sino que se haga valer la voz de la gran mayoría.
-¿Y eso es con más manifestaciones?
-Las movilizaciones nosotros no las descartamos nunca. Hay también que diversificar, variar, pero vamos a tener movilizaciones y yo no sé si van a ser única y exclusivamente por la educación. Yo creo que se están abriendo otros temas que se vienen arrastrando desde hace tiempo.
-¿Qué piensas cuando te ves en las portadas de los grandes medios del mundo como personaje del año, que en Chile seas la segunda persona mejor evaluada después de Michelle Bachelet?
-Toda la visibilidad que he adquirido tiene que ver en un 90% con lo que ha hecho el movimiento. Cada vez que mí me dan un reconocimiento, no solamente en Chile sino también en el mundo, es porque yo fui la cara de un movimiento, pero va hacia el conjunto de quienes participaron en su construcción. Quizás un diez por ciento será a la forma de cómo uno plantea las cosas, del carisma, pero el 90% o quizás más es porque hay un trabajo detrás. De mi boca saldría muy poco si no se hubiera discutido por un conjunto mayor de gente el problema de la educación y las propuestas que tenemos para solucionarlo.
-¿Qué piensas cuando lees de una de las revistas más prestigiosa del mundo, The Economist, que dice; Piñera inepto?
-Yo creo que es compartida la ineptitud del gobierno, en general. O sea, la gran mayoría comparte distintas visiones. Por un lado están quienes dicen que cómo no puede contener de mejor forma las demandas del mundo social, y lo hace de manera tan burda. Yo creo que The Economist está en esa perspectiva, de como no tiene mayor capacidad de preocupación de los movimientos para cuidar y proteger de mejor forma el modelo. Nosotros creemos que inepto porque no está en calidad de representar. Un gobierno con un 29% de respaldo, ¿eso es democracia? Sin lugar a dudas, hay una crisis de representatividad cuando tenemos un gobierno con tan bajo nivel de apoyo.
-Según la última encuesta Ipsos, cuando le preguntan a la gente lo mejor que ha hecho este gobierno pelea en el primer lugar el posnatal y la segunda alternativa más votada es «nada».
-Como que no es un gobierno de verdad. Todas las propuestas que ha sacado son con mucha parafernalia, con mucho bombo y platillo, pero no son nada estructural, nada de fondo, y eso la gente cada día más lo ve. Por ejemplo, el anuncio del ministro de Educación de la eliminación de la banca podría haber sido muy bien recibido por la mayoría de las familias chilenas, y sin embargo dijeron: no, aquí hay algo dudoso. A la gente es cada vez más difícil de engañar y eso es muy bueno.
¿Camila, diputada?
-Todos hablan de que vas hacer candidata a diputada. ¿Todavía no lo decides?
-No, es que todavía no lo decidimos. Es una discusión pendiente.
-¿Con el partido, con los jóvenes?
-Es bastante más transversal de lo que uno suele creer desde fuera cuando no es militante de un partido. Yo creo que va a ser una conversación más amplia. Como yo, se van a levantar varias candidaturas a propósito del movimiento, no solamente del Partido Comunista, sino dentro de la izquierda y de independientes y también de militantes.
-¿A ti te gustaría estar en el parlamento, crees que los cambios realmente se pueden hacer desde adentro o que una vez ahí se transforman?
-Yo creo que no se puede hacer el cambio administrando lo existente. O sea, tienes que hacerlo asegurando una mayoría que pueda superar la institucionalidad, y eso quiere decir que es para cambiar las reglas del juego. Porque si sólo son uno o dos los que ingresan al Parlamento que quieran hacer cambios constitucionales, por ejemplo, van a quedarse un poco atrapados.
-¿Te gustó el pacto PPD-PRSD-PC?
-Claro. Fue un ofrecimiento que se hizo, y nosotros queremos reafirmar un frente de izquierda no solamente de carácter progresista, sino también de carácter antineoliberal. Y si hay voluntad de ir en esa dirección, bien, y bienvenidos quienes quieran estar. Bienvenidos el MAS, el MAIZ, la Izquierda Cristiana, el Partido Humanista, y los socialistas que quieran, también. Esa configuración puede abrir buenas perspectivas en lo que hemos venido señalando, de ver cómo generamos una mayoría social y política progresista democrática y que se plantee hacer profundas transformaciones en Chile.