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Víctor Guerrero Cossio/ Sociólogo, Académico UNAP Como réplica del mundo actual el Iquique de hoy es esencialmente móvil y las personas, cada vez más... Sujetos móviles en Iquique

Víctor Guerrero Cossio/ Sociólogo, Académico UNAP

Como réplica del mundo actual el Iquique de hoy es esencialmente móvil y las personas, cada vez más numerosas, se mueven incesantemente en la ciudad de la que forman parte. En la sociedad previa a la revolución tecnológica esto no era así, todo era más pequeño, estable y las interrelaciones humanas eran más fijas y escasas.

En la comuna hemos pasado de 60 mil habitantes en los años 70, a 400.000 en la actualidad; antes vivíamos sólo en Iquique, mientras que hoy Alto Hospicio ya concentra a una tercera parte de la población. Pero no sólo somos más, también somos más intensos y móviles, a requerimiento de las nuevas condiciones de vida existentes.

Esta nueva realidad afecta a toda la sociedad, y con ello a la cultura, la política y la economía, redundando en la psicología individual y grupal. Hay mayor diversidad de valores y gustos, fugacidad en los vínculos sociales y empleos precarios. Por ello el comportamiento de las personas es cada vez más difícil de entender y más aún satisfacer las necesidades de tan heterogéneo conjunto social.

En la actualidad el movimiento de las personas, tanto real como virtual, se ha expandido extraordinariamente. Esto ha sido producido en todo el mundo por la sociedad tecnológica en que vivimos en el siglo XXI y afectan las relaciones sociales por el hecho de que las coordenadas básicas con que nos situamos en el mundo cambian significativamente.

Hay más movilidad física (transporte) y virtual (informática), lo que sucede a mayor velocidad y cantidad de operaciones. Con ello, las formas de sociabilidad se resignifican y predominan hoy en día los flujos por sobre los lugares, las distancias pierden el viejo sentido y triunfa la movilidad por sobre el reposo.

Este fenómeno se presenta de manera exacerbada en Iquique y ocurre porque al  carácter tecnológico general suma factores particulares, tales como el alto crecimiento económico producido en los últimos veinte años y el enorme impacto que ello presenta se traduce en un sustancial incremento poblacional, transporte y habitacional. Hay más distancia y es necesario moverse más. Se compensa con el acercamiento mediático, pero eso cambia el sentido de la interacción social.

Creció Iquique y   no sólo aumentó y cambió la población, sino también su geografía urbana. De situar los límites urbanos en calle 21 de Mayo por el este y Manuel Rodríguez por el sur, se ha llegado al borde de la cordillera de la costa y Bajo Molle, respectivamente. Y más, puesto que en los últimos años se anuncia el poblamiento de las localidades costeras de Playa Blanca y Lobitos.

El crecimiento urbano ha impactado en todas las facetas locales: población, vivienda, transporte y empleos, pero también conflictos: delincuencia, contaminación, congestión. Y el problema no sólo es el crecimiento, sino también su mayor complejidad. Y así es, lo que lleva a que las expectativas sociales, con las que nos guiamos en la convivencia social sean crecientemente inciertas.

 Reconocer la movilidad que hoy caracteriza a Iquique es fundamental, puesto que de ello depende la efectividad de las políticas públicas y el compromiso ciudadano para que ellas sean efectivas.

 

 

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