Sociólogo Víctor Guerrero pensó en la Nueva Tarapacá y fue visionario al vislumbrar la Comuna del Mar

Anyelina Rojas Valdés/ Ya en el 2014, en el libro “La Nueva Tarapacá”, editado por la Fundación Crear y en el apartado del investigador, Víctor Guerrero Cossio, ya se analizaba la evolución del borde costero de la Región. Se menciona que ante la expansión poblacional y las demandas de urbanización crezcan, el proceso tiende a derivar en la constitución de la  Comuna del Mar. 

A dos años de ese análisis del investigador, el Senador Fulvio Rossi, recoge la idea o llega a la misma conclusión. Pero, el tema, estaba ya latente y es una demanda que en forma casi natural se impone. Por ello valga reconocer lo visionario que fue el sociólogo iquiqueño, Víctor Guerrero Cossio, al exponer el tema, desde una perspectiva académica, de investigación y análisis.  Un valioso insumo que hoy cobra plena vigencia.

LA NUEVA TARAPACA

El libro “La Nueva Tarapacá. Identidad, desarrollo y territorio”, corresponde a una producción de los sociólogos Juan Podestá Arzubiaga, Bernardo Guerrero Jiménez, Víctor Guerrero Cossio y Alberto Viveros Madariaga.

En el primer apartado, Podestá Arzubiaga analiza las viejas y nuevas fronteras en la provincia del Tamarugal. Analiza la globalización, los actores sociales, el pensamiento estratégico y la institucionalidad pública. El investigador, con una dilatada trayectoria en la gestión pública, hace un repaso del perfil sociopolítico y cultural, centrándose en el debate que se da en la Región entre los años 60 y 90.

Viveros Madariaga interpreta aspectos centrales del desarrollo regional, en un intento por sistematizar procesos históricos vinculados a la dinámica migratoria y su impacto en la región. El sociólogo aventura en su propuesta y señala que “se advierte la necesidad de instalar  capacidades intelectuales y profesionales” para un seguimiento más analítico en el mediano plazo. Sin duda, también fue visionario.

En otro apartado,  Guerrero Jiménez, desarrolla el tema de las identidades culturales en la Región de Tarapacá. Mantiene la línea que las identidades regionales, pese a los distintos procesos, incluyendo factores cono la zona franca y la minería, siempre se mantienen una identidad singular; o mejor dicho, identidades culturales con  “con una idiosincrasia que otros territorios no exhiben”.

COMUNA DEL MAR

Víctor Guerrero Cossio, en el apartado que orienta este artículo, parte señalando que “en las últimas décadas., el extremo norte de Chile ha sufrido importantes transformaciones, las que han configurado, un cuadro territorial nuevo, lleno de tensiones sociale3s, económicas, culturales yb políticas”.

Expone que este desajuste y disparidad social “impiden acceder al desarrollo provincial”, pese al crecimiento de algunas comunas.

Luego identifica lo que denomina “una nueva sociedad rural costera”, con características propias, dividido además, en la costa norte, principalmente la localidad de Pisagua, en la comuna de Huara; y el borde o costa sur, en referencia a las caletas pesqueras ubicadas en Iquique hasta antes de llegar al Loa, límite costero con la segunda región.

Entre ambos espacios, Guerrero identifica diferencias y dinámicas propias, siendo el borde norte el más precario y casi dedicado exclusivamente a la actividad pesquera artesanal.

Mientras que en el borde costero sur hay mayores actividades socioeconómicas, con variadas caletas; además, se suman  el puerto salinero de Patillos y el Puerto Minero de Patache que configuran nuevos focos económicos y sociales relevantes.  Esta última actividad, incluso desplaza la tradicional actividad de las caletas pesqueras.

En su análisis identifica claramente las tensiones que se dan en este nuevo espacio cohabitado, donde el aspecto tecnológico privado e innovación, supera con creces a la relacionada con la pesca artesanal. También identifica el masivo poblamiento del sector.

Al respecto advierto el investigador: “Es posible que en materia residencial, por esta expansión poblacional y por el proyecto de estimular residencias definitivas, en el sector de Playa Blanca, las demandas de urbanización crezcan, hasta constituirse en una comuna del mar”.

MIRADA EDITORIAL

Nos permitimos como portal web EdicionCero, establecer unas breves pinceladas considerando lo expuesto.

Se destaca este análisis visionario de los investigadores, especialmente, en este caso, lo que se refiere a la expansión comunal hacia el borde costero, porque es lo que ya estamos viendo hoy, con la aprobación de nuevos proyectos de asentamientos humanos, hacia el sector de Lobitos y Alto Playa Blanca, por ejemplo. Y que seguramente culminará con la constitución de una nueva comuna.

El análisis de Víctor Guerrero, en forma particular; y en general el libro “La Nueva Tarapacá”, vale la pena de ser consultado por aquellos que piensan y planifican el desarrollo regional, pero donde deben considerarse los nuevos escenarios. Vale la pena aplicar una mirada prospectiva, que nos permite vislumbrar futuros cercanos y sus múltiples posibilidades, conociendo las variables presentes hoy.

Un esfuerzo genuino de planificación en torno al borde costero, podría marcar un rumbo diametralmente opuesto a lo que fue el crecimiento del sector de Bajo Molle, donde conviven asentamientos humanos, discoteques e inciativas productivas, que fueron las primeras en instalarse, como, por los años 70, cuando Iquique ni soñaba con llegar urbanísticamente hacia esa zona.

Vale la pena incorporar la investigación y la academia; no sólo quedarse en la vorágine política, que suele tornarse inmediatista y poco profunda, en el sentido que muchas veces se trabaja en el corto plazo; en plazos marcados por batallas electorales.

Un ejemplo de ese análisis prospectivo, es el de Guerrero. Otro es el del sociólogo Alberto Viveros que también vale la pena considerar, porque el fenómeno migratorio, siendo una constante en el desarrollo de esta región, hoy alcanza ribetes que demandan tomar el tema con profundidad y mirada no sujeta a los efectos electorales.