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Defensoria/ La posible manipulación de la escena del crimen y otros puntos poco claros de los testimonios que entregaron dos testigos de los hechos.... Sospechan de manipulación en la escena del crimen de trabajador contratista

defensorasDefensoria/ La posible manipulación de la escena del crimen y otros puntos poco claros de los testimonios que entregaron dos testigos de los hechos. Tales fueron las principales objeciones presentadas por las defensoras penales públicas que representan a los dos imputados por la muerte del trabajador contratista Ricardo Ahumada, hecho ocurrido este fin de semana en la localidad costera de Chanavayita, a 54 kilómetros al sur de Iquique y que acapara las portadas de los diarios locales.

Las observaciones fueron hechas para fundamentar la oposición a la medida cautelar de prisión preventiva solicitada por la parte acusadora, pero el Juez de Garantía, Mauricio Chía las decretó argumentando que los antecedentes expuestos permiten entender como “cumplidos los requisitos” para dictar tal medida. También fijó como plazo de investigación el periodo de 90 días.

Las citadas argumentaciones fueron la parte central de la audiencia con que se concretó la formalización por homicidio hecha en contra los compañeros de trabajo de la víctima, los obreros Alejandro. U.G. y Luis C.M., a quienes el día anterior se controló la legalidad de su detención, ocurrida cuando en la madrugada del lunes Carabineros concurrió al hospedaje de los trabajadores de la empresa Christiansen Ingeniería. En esa oportunidad, el tribunal postergó la formalización, en espera de mayores antecedentes sobre el hecho ocurrido apenas 9 horas antes de tal audiencia.

Este caso acaparó los titulares periodísticos de la Región de Tarapacá, puesto que es el primer homicidio del año en esta zona. Los medios de comunicación relataron que, tras participar en una extensa ingesta de alcohol, dos trabajadores en estado de ebriedad atacaron a puñaladas a un compañero de trabajo, quien falleció producto de heridas cortopunzantes que le alcanzaron al tórax.

Los imputados fueron atendidos inicialmente por la abogada Scarlett Muñoz, pero posteriormente debió agregarse la labor de la también defensora penal pública Bárbara Chandía, ante la aparición de divergencias en los testimonios de los detenidos.

“Mi defendido dice no recordar nada de los sucedido en torno a ese suceso, puesto que había bebido demasiado”, expuso la primera de ellas, en alusión a Luis C. , mientras que la segunda destacó que la noche de los hechos no sólo participaban la víctima y los dos imputados, sino que el grupo completo de trabajadores que alojaba en el Hospedaje Aníbal, de la citada caleta, por lo que no podrían atribuirse responsabilidades personales con seguridad.

Los antecedentes de la acusación se basan en las versiones de dos testigos que forman parte del mismo grupo de trabajadores, los que explicaron que, tras separar a los contendientes, auxiliaron a la víctima, pero también guardaron los cuchillos que se habrían usado en la pelea para después asear el recinto para quitar parte de la sangre derramada.

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