Sacerdote Felipe Berríos: «La mayoría de los obispos quieren volver a ser pastores»

Cambio 21/ Una entrevista en el programa «El Informante» fue la primera actividad pública que realizó el sacerdote jesuita Felipe Berríos al regresar a Chile tras permanecer casi cuatro años como misionero en Africa, específicamente en Burundi, Ruanda y el Congo.

En la entrevista que tuvo en el programa «El Informante», tras relatar su vida en el «Africa negra» donde en algunas partes era el primer hombre blanco que conocían, el sacerdote Felipe Berríos (SJ), reconoció ser hijo de aquellos obispos que se jugaron por los pobres y los más necesitados y que la Iglesia Católica en muchos de esos aspectos había fallado en el momento actual. Sin embargo agregó: «la mayoría de los obispos quieren volver a ser pastores».

Respecto a los cambios del actual gobierno afirmó que es lo que la sociedad está pidiendo. «El gobierno ha tenido la sensibilidad de encausarlos».

«Yo soy sacerdote católico y la vida es un regalo de Dios intocable, pero eso también me hace respetar las opiniones ajenas», dijo sin referirse directamente al aborto. Ahondó en el tema al decir que la concepción es cuando el óvulo se encuentra con el espermio, pese a que hay otros católicos que piensa que es posterior por días.

Si el Parlamento vota una ley de aborto no la consideraré ilícita, pero si inmoral, concluyó sobre el tema tras hacer referencia a la construcción de hospitales en el sector alto de las ciudades cuando faltan en la periferia en referencia a proyectos de la Universidad Católica y la Universidad de Los Andes.

Los homosexuales son hijos de Dios y Dios está orgulloso que sean así, aseveró luego al ser interrogado sobre el proyecto de reconocer los derechos de la diversidad sexual. «Basta ya, no son ciudadanos de segunda clase».

En cuanto al celibato sacerdotal, recordó las palabras del Papa Francisco respecto a que no es un dogma y puede ser revisado, aunque declaró que en su caso personal el celibato es una vocación «un regalo, pero que si es impuesto puede acarrear mucha infelicidad».

Mientras haya clasismo cualquier cosa va a terminar mal, dijo Berríos, al comentar sobre la reforma educacional. Cabe recordar que el sacerdote es crítico a la educación segregada, sobre la que acuño la frase «cota mil», en referencia a las universidades que se instalaron en el barrio alto de Santiago.

«¿Qué pasó con la idea de Machuca»? se preguntó al recordar la experiencia de integración entre clases sociales mediante la educación, recordando que a los pobres se los llevaron a la periferia.

«Si no promovemos la mezcla social, cualquier reforma va a fracasar», concluyó Berríos.