Víctor Guerrero Cossio/ Dr. en sociología. Académico UNAP.
Uno de los temas ciudadanos que por más tiempo y mayor preocupación causan en Iquique es la incapacidad de contar con servicios recolectores de basura eficientes, fue uno de los grandes dramas de la Dubost y no deja de acosar a Soria. Ello, pese a que en Iquique, a diferencia de otras ciudades, hay recolección diaria de los desechos domiciliarios.
Tampoco la solución vino con la licitación del servicio por parte de empresas privadas. Antes de decidir que todo debe volver a manos de la Municipalidad conviene preguntarse donde está el problema y diseñar seriamente el nuevo sistema.
A veces el origen de los asuntos es complejo y no fácil de advertir, siendo este uno de los casos. Probablemente se trate de recursos, de organización y voluntad, pero también de cultura ambiental y de participación social. Es la falta de una ética y estética ciudadana que no logra germinar en el nuevo Iquique.
Este déficit ciudadano ha creado una cultura de la basura, la que proviene de un conjunto de factores, entre los que destacan los siguientes:
– Recolección diaria asegura la rápida evacuación de los desechos.
– Deficitarias instalaciones de receptáculos cercanos.
– Carencia de identificación con la ciudad por la población flotante e inmigrantes.
– Resentimiento de quienes lo pasan mal o se sienten mal atendidos en la ciudad.
– Falta de normativa y sanciones.
Y para mayor argumento llamo la atención al hecho que en el último estudio de calidad de vida urbana en Chile, Iquique estuvo bajo el promedio nacional debido a su baja puntuación en dos índices de carácter social: condición sociocultural y vivienda-entorno, es decir su mayor debilidad está en sus capitales sociales y culturales.
El problema entonces, junto al necesario control y adecuada inversión, es la falta de compromiso individual que conduce a una cohesión social débil. Y el individualismo, que ya en términos generales ha llevado a la pérdida del sentido de colectividad, condujo a una falta de compromiso y respeto por el otro.
¿Que hacer para instalar una cultura de la limpieza? requiere de inversiones, estímulos y mucha participación, hasta que se instale en la cotidianeidad y se transforme en habitual. Y en esto la Municipalidad y la red social son claves.