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Cambio 21 / «Al comienzo los abusos, para algunos, fueron situaciones incómodas y ambiguas que nos desconcertaron, abrazos largos sintiendo todo el cuerpo y... Víctimas revelan escabrosos detalles de los abusos sexuales de parte del provincial de los Jesuitas

desmotivaCambio 21 / «Al comienzo los abusos, para algunos, fueron situaciones incómodas y ambiguas que nos desconcertaron, abrazos largos sintiendo todo el cuerpo y sus genitales, sentarnos en su falda, caricias», dijeron en declaración pública los abusados por el sacerdote Eugenio Valenzuela.

A través de una declaración pública divulgada en el sitio web de la Fundación para la Confianza, tres denunciantes del sacerdote Eugenio Valenzuela, ex provincial de la Compañía de Jesús en Chile, revelaron graves antecedentes de la acusación en su contra.

«Ante el comunicado que la Compañía de Jesús hiciera el 24 de enero de 2014 donde informa a la opinión pública sobre denuncias efectuadas contra el sacerdote jesuita Eugenio Valenzuela, queremos hacer algunas precisiones, pues somos nosotros algunos de los que han acusado al sacerdote Valenzuela por abuso sexual», señala en el inicio el texto firmado por Ignacio Muñoz Concha, José M. Prieto del Río y una tercera persona identificada con las siglas D.A.B.

Según los denunciantes, algunos de los afectados conocieron a Valenzuela en plena adolescencia, «en un momento de mucha vulnerabilidad y cuando varios pensaban «seriamente la posibilidad de ser sacerdotes».

Sostienen que «al comienzo los abusos, para algunos, fueron situaciones incómodas y ambiguas que nos desconcertaron, abrazos largos sintiendo todo el cuerpo y sus genitales, sentarnos en su falda, caricias. Para otros las demostraciones sexuales fueron casi inmediatas, largos besos en la boca -en ocasiones después de una confesión-, tocaciones sobre o bajo la ropa y acostados en la cama».

Añaden, que todo lo anterior «junto a la dependencia que generaba su excesiva presencia» en sus vidas hizo que no pudieran detener esas conducta ni aquilatarlas adecuadamente en ese momento.

«Sólo con el correr del tiempo y al conocer el testimonio de otras personas que sufrieron abusos, pudimos reconocer con claridad lo que habíamos vivido y develar el engaño que se había consolidado en nosotros», afirman.

A su juicio, si bien la declaración pública que hizo la Compañía de Jesús «es un primer paso en el reconocimiento de ciertos hechos», «no basta con decir las cosas de manera genérica y abstracta». «Cuando se trata de abusos sexuales es necesario hablar con la verdad, con todo lo dolorosa y vergonzosa que ésta pueda ser», enfatizan.

En la misiva además señalan que durante este proceso han sido víctimas del «poco tino y empatía de algunas personas» que consideran que ciertos hechos denunciados son «normales» y «no le asignan la gravedad que merece».

Agregan que la investigación contra el sacerdote se inició sólo dos años después de las primeras denuncias y que en ese lapso «no se tomó ninguna acción» y más aún se le confirmó en su posición de Provincial.

Por último, expresan su confianza en que sus palabras animarán a otros a colaborar con el esclarecimiento de la verdad «y, si han sido afectados, puedan con su testimonio recobrar parte de lo que les fue arrebatado».
Investigación contra el sacerdote

Según lo informado en enero por la Orden Jesuita, el sacerdote Eugenio Valenzuela enfrenta denuncias ante la autoridad eclesiástica «por hechos vinculados al ejercicio del ministerio sacerdotal, los cuales no afectarían a menores de edad».

El sacerdote fue denunciado en 2010 y 2011 por hechos ocurridos entre 1995 y 1998, los que en su momento fueron definidos como no constitutivos de delitos eclesiásticos. Sin embargo, nuevos antecedentes surgidos en 2013 dieron pie a una investigación previa, sin hallar delito eclesiástico, sino conductas «imprudentes», por lo que se aplicaron medidas disciplinarias.

Luego, en diciembre, una nueva denuncia llegó a la Congregación para la Doctrina de la Fe, por lo que se abrió una investigación previa, y se le impuso a Valenzuela la restricción total del ejercicio público del ministerio sacerdotal.

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