Libro sobre las reflexiones Gramsci sobre la Italia del siglo XX, es esencial para comprender crisis estatales en realidad de Latinoamérica
Crónicas 2 abril, 2025 Edición Cero

El reciente lanzamiento del libro ¿Por qué Gramsci en América Latina? congregó a un gran marco de público en la Universidad Arturo Prat (UNAP), reflejando el gran interés de la comunidad universitaria en la obra. La actividad, organizada por el Núcleo de Investigación en Políticas Públicas para el Desarrollo Territorial: Sociedad, Estado y Región (SER) de la Vicerrectoría de Investigación e Innovación de la UNAP y la Asociación Gramsci Chile, propuso una mirada crítica sobre los desafíos políticos y sociales de la región.
El evento contó con la participación de destacados y destacadas especialistas, entre ellos y ellas, la Dra. Pamela Soto, doctora en Filosofía y especialista en estudios de género; el Dr. (c) Javier Molina, director en estudios latinoamericanos; Cris González, es periodista y editora de la revista «Correo del Alba»; y el Dr. Cristián Jamett, director del Núcleo en Políticas Públicas para el Desarrollo Territorial de la Universidad Arturo Prat. Lamentablemente, el Dr. Atilio Borón, destacado politólogo y sociólogo argentino, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Harvard, no pudo asistir debido al fallecimiento de su hijo, Tomás Agustín Borón. En su lugar, los y las presentes le rindieron un pequeño homenaje durante el evento.
CRISIS ESTATALES EN LATINOAMERICA
El Dr. Cristián Jamett destacó que «ante la falta de claves politológicas tradicionales para entender las actuales crisis estatales en Latinoamérica, el lanzamiento del libro ¿Por qué Gramsci en América Latina? (2024), permitió reflexionar sobre las similitudes históricas y culturales de la Italia a comienzos del siglo XX que estudió Gramsci y nuestra realidad latinoamericana».
Añadió que considerando que la condición de Italia se caracterizaba «por ser una sociedad típica del capitalismo tardío y no avanzado; con sociedades complejas pero desarticuladas; penetradas por una profunda crisis hegemónica; marcada por un desarrollo económico desigual y sobre la que el fascismo de Mussolini, —a partir de una derrota catastrófica del movimiento popular de Italia a comienzos del siglo XX—, intentó reconstruir estatalmente la unidad de los sectores dominantes y, con ello, desarticular la voluntad política de los sectores subalternos, como lo identificaran una serie de intelectuales latinoamericanos en la década del ochenta».
Finalmente, Jamett destacó que tanto comentaristas como asistentes, coincidieron en que «es posible encontrar una serie de coincidencias con el caso nacional, producto de la derrota histórica del movimiento social,—como fuera el caso del proceso constituyente del 2022—, la crisis del proyecto progresista y el actual avance de la derecha radical, como lo demuestra el apoyo a los liderazgos autoritarios con rasgos neofascistas, los cuales son percibidos por la ciudadanía como capaces de resolver las múltiples crisis existentes, por ejemplo, en materia de seguridad pública y migración. Proceso que, la academia periférica como la nuestra, debería estudiar en detalle».