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Omar Williams López, Sociólogo.- EL 15 de febrero de 1966 es abatido, en la selva colombiana, el sacerdote católico Camilo Torres Restrepo, cuyo nombre... Camilo Torres, el cura guerrillero

Omar Williams López, Sociólogo.-

EL 15 de febrero de 1966 es abatido, en la selva colombiana, el sacerdote católico Camilo Torres Restrepo, cuyo nombre de guerrillero era Argimiro, su muerte causo un gran debate en los más varios espacios intelectuales de América Latina.

Camilo Torres, además de sacerdote, era teólogo y sociólogo, formado en la Universidad Católica de Lovaina. La realidad socio económica del pueblo colombiano fue su constante preocupación y así lo expresaba en su texto titulado Mensaje a los cristianos:

Las convulsiones producidas por los acontecimientos políticos, religiosos y sociales de los últimos tiempos, posiblemente han llevado a los cristianos de Colombia a mucha confusión. Es necesario que, en este momento decisivo para nuestra historia, los cristianos estemos firmes alrededor de las bases esenciales de nuestra religión.

Lo principal en el catolicismo es el amor al prójimo. El que ama a su prójimo cumple con su ley. (S. Pablo, Rom. XIII, 8). Este amor, para que sea verdadero, tiene que buscar eficacia. Si la beneficencia, la limosna, las pocas escuelas gratuitas, los pocos planes de vivienda, lo que se ha llamado «la caridad», no alcanza a dar de comer a la mayoría de los hambrientos, ni a vestir a la mayoría de los desnudos, ni a enseñar a la mayoría de los que no saben, tenemos que buscar medios eficaces para el bienestar de las mayorías.

Esos medios no los van a buscar las minorías privilegiadas que tienen el poder, porque generalmente esos medios eficaces obligan a las minorías a sacrificar sus privilegios. Por ejemplo, para lograr que haya más trabajo en Colombia, sería mejor que no se sacaran los capitales en forma de dólares y que más bien se invirtieran en el país en fuentes de trabajo. Pero como el peso colombiano se desvaloriza todos los días, los que tienen el dinero y tienen el poder nunca van a prohibir la exportación del dinero, porque exportándolo se libran de la devaluación.

Es necesario entonces quitarles el poder a las minorías privilegiadas para dárselo a las mayorías pobres. Esto, si se hace rápidamente es lo esencial de una revolución. La Revolución puede ser pacífica si las minorías no hacen resistencia violenta. La Revolución, por lo tanto, es la forma de lograr un gobierno que dé de comer al hambriento, que vista al desnudo, que enseñe al que no sabe, que cumpla con las obras de caridad, de amor al prójimo, no solamente en forma ocasional y transitoria, no solamente para unos pocos, sino para la mayoría de nuestros prójimos.

Por eso la Revolución no solamente es permitida sino obligatoria para los cristianos que vean en ella la única manera eficaz y amplia de realizar el amor para todos. Es cierto que no haya autoridad sino de parte de Dios (S. Pablo, Rom. XIII, 1). Pero Santo Tomás dice que la atribución concreta de la autoridad la hace el pueblo.

Cuando hay una autoridad en contra del pueblo, esa autoridad no es legítima y se llama tiranía. Los cristianos podemos y debemos luchar contra la tiranía. El gobierno actual es tiránico porque no lo respalda sino el 20% de los electores y porque sus decisiones sales de las minorías privilegiadas.

Estos escritos y muchos otros causaron gran impacto en los jóvenes católicos de esos años en toda América Latina y provocan un gran debate sobre la revolución, el dialogo marxismo-cristianismo, la vía armada y la acción no violenta.

Camilo Torres Interpela a todos los cristianos de nuestro continente, demanda y exige la coherencia entre la palabra y la acción y por esta vía un cuestionamiento a la jerarquía eclesiástica, siempre condescendiente con los grupos de poder, con la oligarquía de cada país.

Su llamado no solo es político, es también un nuevo misticismo cristiano para nuestro continente, la coherencia entre la palabra y acción que él demanda, conlleva un cambio de conciencia, un cambio de como concebir el cristianismo y su relación con los más pobres. Esta propuesta tuvo el rotundo rechazo de las elites y el poder se movió en esa dirección y se hizo necesaria su desaparición, pero estas acciones siempre son vanas.

Dos años después de su muerte se reúnen los obispos de América Latina en la ciudad de Medellín y emiten un documento que en síntesis otorga nuevos contenidos a la doctrina social de la Iglesia.
En el año1979, se produce la tercera conferencia de los obispos de América Latina y se emite el Documento de Puebla y entre sus principales conclusiones se señala:

• Impulsar la teología de la liberación: El documento, aunque no se pronunció explícitamente a favor de la Teología de la Liberación, sí abrió un espacio para la reflexión teológica desde la perspectiva de los pobres y oprimidos.

• Promover la justicia social: El documento contribuyó a impulsar la lucha por la justicia social en América Latina, inspirando a la Iglesia a participar en movimientos sociales y a denunciar las injusticias.

Sin duda, el cura guerrillero abrió un sendero que aún continúa lleno de vicisitudes y esperanzas.

Esta sección de OPINIÓN Y COMENTARIOS, está destinada a la difusión de opiniones y análisis de autores y temas diversos, que no necesariamente representan necesariamente nuestra opinión.

Una respuesta a “Camilo Torres, el cura guerrillero”

  1. Freddy Alonso Oyanadel dice:

    Gracias por este comentario y análisis, sin embargo, que hizo lla iglesia, sólo el cardenal Silva Henriquez y sus seguidores tomaron la palabra y la civilización de católicos su mayoría donde estuvieron, ¿¿ hoy donde están las autoridades eclesiástica…??