Iván Cardemil López.-
Es un hecho manifiesto que la capitalización individual ha fracasado rotundamente, a 42 años de su puesta en marcha ninguno de sus objetivos se ha cumplido. Y no podía ser de otro modo, la solidaridad siempre va a ser más fuerte.
No se trata de un tema ideológico, sino numérico. Confiar la seguridad social en la rentabilidad de las acciones no tiene sentido, cada día el mundo es más frágil, en la década del 80 la rentabilidad fue de 12, 04 %; en el 90 de 9,93 %, en el 2000 fue de 5,72%, en el 2010 4,8 % y en lo que llevamos de esta década – 1,2%; esto último significa que el mercado le mete la mano en el bolsillo a los trabajadores, con total impunidad. No hay nadie que pueda asegurar que esto se pueda revertir, más cuando estamos encima de conflictos mundiales y las crisis cada vez son más recurrentes.
Entonces, aunque se agregue el 6 % de cotización adicional a la capitalización individual, que va a ser recién efectivo en ocho años, sin estridencia se puede manifestar que se condena a la miseria a millones de chilenos por varias décadas.
Esto lo comprende muy bien la derecha y presta sus votos para que el Estado pague pensiones a través de la PGU pero el dinero que se cotiza en pensiones debe ser para pagar pensiones y si el Estado no recoge nada de las pensiones, con que va a pagar, va a subir más el IVA como plantean ya los economistas o se va a privatizar Codelco.
Lo que sí es seguro es que cada vez más el Estado, menos va a desarrollar su acción social, menos recursos para la educación, salud, seguridad.
Mientras tanto las AFP siguen engordando, no van a sacar un peso para mejorar las pensiones y de que le sirve al país que las AFP manejen 200 mil millones de dólares, solamente en su provecho.
El único sacrificio que hacen las AFP es prestarnos un millón y algo de nuestro propio dinero y como no es retiro hay que devolverlo, que burla más infame hace la clase política al país, más de 14 meses llevan discutiendo para llegar a estos resultados.
En el Senado con una mayoría proclive a la derecha, se puede redactar una buena reforma como decían los republicanos. La seguridad social sin solidaridad no tiene destino y está comprobado
En la Constitución del 80 se aseguraba que se podía optar entre organismo público o privado de previsión, en el proyecto octubrista también público o privado, el proyecto republicano también se podrá elegir entre público o privado, sin embargo en los hechos, en la recién propuesta previsional, se ha rechazado cualquier organismo estatal que recaude cotizaciones, así de este modo los diputados no tienen ningún interés en cumplir la constitución y si ellos no cumplen, como pueden pedir respeto., el derecho a elegir no existe en el ámbito previsional, solamente las AFP pueden recaudar las cotizaciones y entregar pensiones de acuerdo a lo que señale el mercado. Hay un miedo atroz a que el Estado pueda tomar una pizca de las cotizaciones.
Qué distinta es la situación de los militares, ellos saben cuánto van a recibir de pensión y que cada año va a ir reajustándose, con astucia se les dejó afuera de las AFP. Pero la historia recordara que con la firma de los comandantes en jefe se consagro esta herida profunda en el alma nacional.