Los efectos del neoliberalismo en la salud de los que menos tienen

Adolfo Vargas Jofré, Periodista UCN, desde La Tirana.-

Pasada la vorágine del proceso constitucional, del cual me declaro su enemigo por ser antidemocrático, me dedicaré a buscar ciertas “perlitas” dejadas como herencia por la dictadura cívico militar y que nuestros “demócratas” las han mantenido e incluso han hecho crecer algunas.

Hoy los dueños de las ISAPRES, a través de sus ejecutivos y directorio de esas empresas con fines de lucro y que ganan dinero con la salud de las personas, se quejan que van a cerrar por la medida adoptada por la Corte Suprema, en orden que devuelva una millonaria suma que le “robaron” a sus clientes.

Dicen que no tienen tal patrimonio para responder por esa deuda, pero nada mencionan que desde su creación en los años 80 a la fecha jamás han tenido pérdidas. Siempre ganaron a costa de la salud de las personas (niños, niñas, mujeres, hombres, adultos mayores). Llevan 40 años en el negocio y todos con ganancias gracias al 7 por ciento de cotización obligatorio más los costos que ellos añaden a sus usuarios en planes sobre la base de las llamadas “Tablas de riesgo”, calificadas por la justicia chilena como ilegales hace más de diez años y las siguieron aplicando.

¿Qué dijeron nuestros queridos y nuestras queridas y queridos políticos? Mudos hasta la fecha, desde la extrema derecha a la mal autodenominada izquierda.

Tres botones (de oro) de muestra: año 2020 ganaron 82 mil millones de pesos; el año 2021 ganaron 64 mil millones de pesos; y el primer trimestre del año pasado ya habían ganado 18 mil millones de pesos.

¿Y quién defiende a los asociados de estas verdaderas fábricas de plata, que en su mayor parte se va al extranjero?

El año 2019 el entonces presidente de la Asociación de ISAPRES, Rafael Caviedes dijo una frase para el bronce:” las ISAPRES no pueden darse el lujo de recibir gente enferma”. Sin comentarios de ningún sector político que dicen defender al pueblo y sus necesidades.

Queda claro entonces que los enfermos y los pobres son un mal negocio para la SAPRES y la derecha ultra dice: “en Chile las personas pueden elegir donde atenderse”.

Sin embargo, las ISAPRES eligen a sus clientes más rentables y con un plan que ellos imponen y además establecen en qué clínicas deberán atenderse y que son de su propiedad.

Yo estoy en FONASA más de 40 años, donde hoy cotiza el 77% de los trabajadores que suma aproximadamente a unos 15 millones de chilenos y donde casi 12 millones de ellos no pueden acceder a las ISAPRES porque sus ingresos son menores a los 650 mil pesos. Ello porque el plan más barato de estas empresas son 70 mil pesos y con un plan mínimo de atención.

Finalmente, para quienes leen esta columna les digo que no acepten que las ISAPRES le “metan” el dedo en la boca (por decirlo en forma elegante). Ellos este primer semestre ya tienen una ganancia de más de 49 mil millones de pesos y desde el año 2006 se embolsaron más 49 mil millones de pesos en ganancias anuales.

Empresas de salud ladronas  devuelvan lo que cobraron extra.