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Colchane, por Rodrigo Martínez.- Desde las faldas del Huanapa, en el sector de Cariquima, las venas del bofedal brillan plateadas y el paso manso... Ganaderos de Colchane acusan millonarias pérdidas por ataques de pumas. Conoce acá el devenir del llamito «Cien lucas»

Colchane, por Rodrigo Martínez.- Desde las faldas del Huanapa, en el sector de Cariquima, las venas del bofedal brillan plateadas y el paso manso de las nubes, como el de las aves, se reflejan en la laguna de Villablanca. Pero el sentir de la familia de Máxima Mamani por “Cien Lucas” reduce el protagonismo de la grandeza andina a un simple corral.

“Cien Lucas” respira con dificultad, le es imposible alimentarse o beber por sí mismo, una puma y sus cachorros perforaron su tráquea, en un ataque nocturno donde dieron muerte a llamos y corderos transformando el corral en el escenario de una masacre.

Desde fines de diciembre que los leones andinos han dado cuenta de ganado y aves de corral que los ganaderos crían para su sustento, sumando cerca de 50 los animales.

Los lugareños cuentan que la madre de los pumas despierta el instinto de sus crías matando animales, los cuales no comen. El ganado es una presa fácil, reportando pérdidas millonarias, cada animal puede venderse en promedio en $300.000 mil pesos.

Actualmente los leones andinos están protegidos por ley y su cacería, captura o muerte está penado, “el daño que nos hacen a los ganaderos es fuerte económica y psicológicamente, uno invierte en esto. Sabemos que son animales protegidos pero les pido a quienes los protegen que también velen por nosotros porque el daño es enorme”, exige Máxima.

La ganadera se adjudicó a través de CINADI un fondo de apoyo para la actividad agropecuaria por $4.679.500 pesos, para el mejoramiento genético de su tropa, de los 28 ejemplares adquiridos 18 fueron presa de los depredadores.

Justino Huanca, del Área de Fomento Productivo del Municipio de Colchane, atendió a ocho animales sobrevivientes, “constatamos la muerte de diversas piezas de ganado mayor y menor debido al ataque de un predador, que los vecinos aseguran se trata de un puma. Efectuamos limpieza de heridas y vacunación de los animales sobrevivientes”.

Justino entiende la pena que siente Máxima por su llamo, “Cien Lucas es lo que se llama un “huachito”, es decir que fue rechazado por su madre y que se crío entre humanos hasta ser aceptado por una tropa de llamos”. Para ella es como un hijo así que junto al profesional municipal hizo venir a un pastor pentecostal para lograr por ciencia o por fe que su llamo vuelva a estar junto a ellos.

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