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Carlos Graña Sarmiento, periodista.- El 7 de enero del 2023 se cumplierán 132 años de la guerra civil de 1891, que concluyó con el... Guerra fratricida de 1891

Carlos Graña Sarmiento, periodista.-

El 7 de enero del 2023 se cumplierán 132 años de la guerra civil de 1891, que concluyó con el derrocamiento del gobierno del Presidente José Manuel Balmaceda Fernández. La economía chilena estaba en sus mejores momentos , y los ingresos salitreros fluían de las arcas fiscales. El Estado por su parte , había desarrollado un ambicioso programa de obras públicas, señal manifiesta de la prosperidad que se vivía. El país tenía una población de 2 507 005 habitantes.

El primer escenario de la guerra fue el Norte de Chile: El 12 de enero de 1891 los puertos salitreros de Iquique y Pisagua fueron bloqueados por la Escuadra Congresista, que buscó apoderarse de las zonas donde se extraía el salitre. Se libraron batallas terrestres en Zapiga, Dolores, Huara, Iquique y Pozo Almonte.

La ciudad se convirtió en la capital rebelde , donde se preparó el Ejército Congresista.

A las seis de la tarde del 11 de agosto de 1891, zarparon de Iquique el transporte Cachapoal y el blindado Cochrane, llevando la última parte del Ejército Expedicionario Congresista. El Cachapoal conducía los regimientos de Valparaíso No2; Atacama No 10; Chañaral No 5, y el batallón Huasco No 11, o sea la mayor parte de la segunda brigada al mando del coronel congresista Salvador Vergara. En el Cochrane se embarcó el comandante en jefe de la escuadra sublevada Jorge Montt.

En el consejo de los miembros del Gobierno , en el Teatro Municipal , acordaron que Montt, Presidente de la Junta de Gobierno de Iquique, Joaquín Walker Martínez, Ministro de Hacienda , y el coronel Adolfo Holley, Ministro de Guerra, acompañasen al ejército expedicionario , y que debían quedarse en Iquique a cargo de la administración Waldo Silva y Ramón Barros Luco, miembros de la Junta de Gobierno , Manuel J. Irrázaval. Ministro del Interior, e Isidoro Errázuriz, Ministro de Relaciones Exteriores.

Los congresistas , tenían al coronel Estanislao del Canto como comandante en jefe del ejército. Disponían de diez mil hombres, que habían recibido instrucción del coronel y capitán prusiano retirado Emilio Körner, que se había pasado al bando congresista . Contaban con 5 mil rifles Grass, 6 cañones Krupp, 1.700 granadas comunes, 1.000 granadas shrapnels, 2 millones de cartuchos, municiones para 4 mil fusiles Mannlicher, de 5 tiros y bala más pesada que los usados por los gobiernistas. La munición usaba una pólvora que no botaba tanto humo, esto era una de las ventajas que permitieron los triunfos de Concón y Placilla. El conflicto armado duró ocho meses y dejó un saldo de más 12.000 muertos.

La guerra en Chile concitó gran atención en el resto del mundo, convirtiéndose en un foco de atención para la prensa mundial . Los Estados Unidos apoyaban abiertamente a Balmaceda, mientras Gran Bretaña, no ocultaba sus preferencias por el partido de los congresistas.

Luego de las Batallas de Concón y Placilla, fue evidente el triunfo de las fuerzas congresistas. El Presidente Balmaceda reconoció su derrota y dimitió de su cargo el 29 de agosto de 1891, entregando el mando del país al general Manuel Baquedano. Ese mismo día se dio comienzo a un violento saqueo a las residencias de destacados balmacedistas, en la ciudad de Santiago y otras ciudades. El Presidente José Manuel Balmaceda Fernández se suicido en la legación de Argentina, el 19 de septiembre de 1891.

El conflicto de 1891 fue un acontecimiento que involucró a todo el tejido social, generando consecuencias de orden político, económico, social y cultural. Comenzó 8 años después del último disparo en la Guerra del Pacífico de 1879, que dejó a Chile en poder de nuevas -y ricas -provincias , y le entregó el control mundial de la explotación del salitre.

El presidente José Manuel Balmaceda fue el estadista visionario que representó las transformaciones sociales y económicas de fines del siglo XIX y el gestor de los cambios necesarios para lograr un mayor desarrollo industrial. Quedó en la memoria popular como un héroe inmolado por el pueblo.

Conviene revisar y repensar la guerra civil de 1891, no solo por su indudable interés histórico, sino también porque nos permite comprender mejor las crisis institucionales del siglo XX –las de 1924 y 1925 y ciertamente la de 1973– cuando también se vivió la polarización y el odio político, y se desarrollaron los procesos de politización de las Fuerzas Armadas y militarización de la política.

Estudiar este conflicto tiene un valor en sí mismo, que permite conocer y comprender la interesante y muchas veces dramática historia nacional, construida de avances y retrocesos, logros y problemas, certezas e incertidumbres, como suele ser la historia de verdad.

 

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