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Carlos Graña Sarmiento, periodista (desde Quillota) El 7 de enero de 1908 la nave de guerra británica Sapho ancló en el puerto de Iquique.... Intenciones foráneas para detener huelga de 1907

Carlos Graña Sarmiento, periodista (desde Quillota)

El 7 de enero de 1908 la nave de guerra británica Sapho ancló en el puerto de Iquique. El crucero arribó dos semanas después de la matanza de la Escuela Santa María, procedente de Montevideo, Uruguay. La decisión de despachar a toda máquina la nave de guerra la adoptó el Primer Ministro Británico Sir Henry Campbell Bannerman, el Foreign Office y el Almirantazgo, el 23 de diciembre de 1907, debido a las presiones de los empresarios salitreros británicos, que señalaban que existen numerosas colonias británicas en Iquique y que han invertido un capital británico de millones en esa ciudad y en los distritos salitreros de los cuales Iquique es el puerto principal.

Personeros de Anthony Gibbs and Sons, en Londres, Inglaterra, habían informado al Foreign Office, que dirigía las relaciones internacionales, sobre la gran huelga que se había desatado, que afectaba sus intereses económicos y seguridad. Solicitaron que enviarán un barco de guerra. Petición que fue rechazada, en un comienzo, por la máxima autoridad de la Armada Británica, que argumentó que no le correspondía intervenir militarmente en un puerto extranjero.

Y señaló que los súbditos británicos, que temían por su seguridad, podían refugiarse en los barcos mercantes británicos surtos en la bahía.

Los salitreros británicos demandaban al gobierno, que adoptará medidas drásticas para que se reanudarán las labores de las oficinas paralizadas. Evidencia de estas presiones es la convocatoria de Charles Noel Clarke, cónsul británico al Cuerpo Consular, para que éste le pidiera al intendente Carlos Eastman Quiroga que informará acerca de si contaba con las tropas necesarias, «que tan urgentemente se necesitan, para garantizar las vidas y propiedades de los extranjeros».

En Santiago, los empresarios salitreros le pidieron al encargado de negocios de Gran Bretaña, Ernest A. Rennie, que solicitará el envió de refuerzos militares a la región de Iquique. El comandante del crucero, M.H. Hodges y la tripulación del Sapho no tuvieron nada que hacer en estos acontecimientos, que terminaron con la muerte de cientos de pampinos, que luchaban por sus demandas laborales. Su llegada demostró la enorme influencia de los salitreros británicos, que lograron, que el gobierno de su Majestad Eduardo VII, enviara un barco de guerra, que se encontraba en aguas del Atlántico Sur y con instrucciones de intervenir, en caso que las autoridades de chilenas, no fueran capaces de proteger la vida y propiedades de súbditos británicos.

El doctor Nicolás Palacio, por su parte, que fue médico en las salitreras, afirma que los salitreros británicos no tenían ningún interés en buscar una solución pacífica a la huelga de 1907. En su testimonio sostiene: «Los patrones, especialmente británicos, se negaron a aceptar el petitorio que condujo a la masacre, éstos no acudieron a las reuniones de avenimiento, se negaron a oír proposiciones inmediatas de arreglo y dar contestación alguna a la solicitud de sus operarios. Exigieron, en cambio, la vuelta al trabajo, mientras ellos consultaban a Londres, a los dueños de algunas salitreras de Tarapacá.»

Theodore Roosevelt, Presidente de Estados Unidos, por su parte, había recibido en la Casa Blanca una carta fechada, el 19 de diciembre de 1907, firmada por William S. Myers, representante de los productores de salitre en Estados Unidos, desde Nueva York, donde señalaba:

«Inmediatamente de recibir un cable hoy día de los Productores Extranjeros de Salitre en Chile, le comuniqué a usted una petición urgente, que barcos americanos de guerra disponibles sean enviados a Iquique para proteger la vida y pro-piedad que allí están siendo amenazadas por la acción de los huelguistas».

Los intentos de los salitreros, para conseguir que Gran Bretaña y Estados Unidos interviniera militarmente, no pueden ponerse en duda después de transcurrir 114 años de este acontecimiento. Están registradas en la documentación de la época, 1890-1910 que existen del Foreign Office y Archi-vo Gibbs, en Londres, Gran Bretaña, y en el Nacional Archive and Records Service en Washington D.C., Estados Unidos, que fueron consultados por los historiadores que investigaron la matanza de la Escuela Domingo Santa María, considerado como uno de los hechos de mayor violencia social de nuestra historia contemporánea.

 

Una respuesta a “Intenciones foráneas para detener huelga de 1907”

  1. Daniel Ramírez dice:

    Nada ha cambiado en la ligazón de los grandes empresarios nacionales con las empresas transnacionales. Baste recordar que para el golpe militar de 1973, la armada norteamericana estaba en el puerto de Valparaiso y que en la actualidad se hacen enormes esfuerzos por aprobar un tratado internacional que consolida el poder de las transnacionales en los Estados nacionales.