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Una extensa entrevista de análisis del nuevo escenario electoral, a propósito del triunfo de Gabriel Boric, realizó el medio amigo Piensachile.com, al analista Enrique... Entrevista a Enrique Villanueva: «El gobierno que se inicia marca un antes y un después en la política chilena»

Enrique Villanueva Molina.

Una extensa entrevista de análisis del nuevo escenario electoral, a propósito del triunfo de Gabriel Boric, realizó el medio amigo Piensachile.com, al analista Enrique Villanueva Molina,  la cual compartimos. 

En la entrevista, Villanueva Molina asevera que no fueron los partidos políticos tradicionales, «sino que, un grupo de jóvenes actuando al margen del sistema político, del establishment, quienes le abrieron un forado político al modelo neoliberal, en un país, además, donde este modelo parecía incuestionable y era un ejemplo para muchos otros en el continente y en el mundo».

Otros conceptos vertidos en la publicación son:

Sobre porqué del triunfo de Boric, dijo que «se ganaron los votos necesarios volviendo al origen de la buena política, a la relación con el pueblo, recorriendo el país y realizando el puerta a puerta, convenciendo al votante de sus propuestas y convicciones».

Sobre el desplazamiento de la derecha: «La derecha tradicional  no titubeo ni un segundo para abandonar el centro y apoyar al candidato de la ultraderecha cuando sintieron y sienten que el modelo económico que les ha generado riqueza  y privilegios  está  en peligro».

Sobre el Partido Comunista: «El PC es un partido cuya línea de defensa de los intereses de los trabajadores y trabajadoras es una realidad en nuestra historia, por lo cual son un aporte a las políticas de cambios que el nuevo gobierno tiene en su norte político».

Puedes revisar la entrevista al ex frentista Enrique Villanueva Molina:

-Enrique, como habrás leído, hay personas, de la que podríamos llamar “izquierda tradicional”, que miran con pesimismo, a veces con distancia, otras veces con directo rechazo, la posibilidad de que el gobierno de Gabriel Boric satisfaga las expectativas que se tienen de su gestión como presidente. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

-Soy de la opinión que la llegada de Boric a la presidencia de la república, más que de Boric, del grupo de jóvenes que irrumpieron en política desde el 2006, constituye un mérito enorme, por varias razones. Primero, porque sucede en una sociedad, civil, que no tenía expresión en el escenario público y político, lo que da cuenta de la despolitización, de la apatía ciudadana y otras expresiones vinculadas con el fenómeno de la ‘anomia social’. Una situación en la que confluyen varios factores, entre ellos, la acción intencional de la elite política y económica que diseñó y llevó a la practica la transición política en Chile; pero también la relativización de las reglas morales y jurídicas derivadas de la corrupción y el  debilitamiento de las instituciones, provocado por esas  elites y que implica períodos de bajo grado de integración o, dicho de otro modo, de alto nivel de desintegración social y, en los cuales, además, tiene lugar el acomodamiento de los partidos y dirigentes de la izquierda al modelo neoliberal.

En este contexto no fueron los partidos políticos tradicionales, sino que, un grupo de jóvenes actuando al margen del sistema político, del establishment, quienes le abrieron un forado político al modelo neoliberal, en un país, además, donde este modelo parecía incuestionable y era un ejemplo para muchos otros en el continente y en el mundo. Sin transformarse en una vanguardia, estos jóvenes que empezaron reclamando por las injusticias en la educación, fueron contagiando con su ánimo combativo a una población que como se demostró, desafecta con la política tradicional, esperaba encontrar los espacios para unirse y juntar fuerzas en contra del sistema que nos oprime.

Esto puede resultar una verdad  incómoda, pero estamos hablando de una realidad objetiva, de un letargo de 30 años y más, un periodo durante el cual las elites políticas inmovilizaron al pueblo criminalizando su determinación de rebeldía. Este estado de cosas lo rompieron no los partidos, sino que esta nueva generación que se organizó fuera de los marcos establecidos por la política tradicional, la que, como hemos dicho, había sido cooptada totalmente por el modelo neoliberal.

Se pueden tener reparos, se pueden tener diferencias políticas, pero lo que no se puede olvidar es que mientras una nueva generación se oponía al modelo económico, político, la izquierda, una parte de ella,  dividida o atomizada en grupos, seguía actuando fuera del sistema, sin una relevancia objetiva en el quehacer político, mientras la llamada “centro izquierda”, se mantenía en una política de acción conformista, que explicaba sus inconformismos en un lenguaje y formas aprendidas del modelo neoliberal, adoleciendo  su accionar de todo valor orientador para terminar con el sistema de injusticias, abusos y corrupción que pasaba a nuestro lado,  y frente a nosotros, corroyendo  nuestros derechos, la democracia y nuestras libertades.

-Muchos de los escépticos del próximo gobierno de Boric afirman que logró el triunfo por el apoyo de algunos partidos políticos tradicionales y algunas personalidades de la elite política. ¿Estás de acuerdo con esto?

-No estoy de acuerdo con eso, con estas opiniones que no reconocen el mérito del triunfo electoral de Gabriel Boric. El análisis de quienes votaron por Boric y las apreciaciones de “para dónde vamos” con el próximo gobierno, no se pueden reducir sólo al juego de negociaciones entre partidos, Las negociaciones serán siempre parte de la política, pero aquí hay algo nuevo, un capital político que se debiera potenciar al máximo y transformarse en el sello de su gobierno. La candidatura de Boric, tanto en el proceso de juntar firmas para calificar ante el SERVEL, pero sobre todo en la segunda vuelta, logro movilizar a una buena parte de la población que había expresado su preferencia por el “Apruebo.

Se ganaron los votos necesarios volviendo al origen de la buena política, a la relación con el pueblo, recorriendo el pais y realizando el puerta a puerta, convenciendo al votante de sus propuestas y convicciones. Ayudo también la polarización que provoco la candidatura de Kast y su oferta de vuelta a los años de dictadura, ante esto una parte de la población se movilizo para parar al candidato de la ultraderecha, pero ese no fue el factor fundamental.

RECHAZO A PARTIDOS POLÍTICOS

-¿Cómo ves tú el rechazo a los partidos políticos por la mayor parte de la ciudadanía? ¿Están destinados a desaparecer?

-En primer lugar la permanencia o la desaparición de los partidos políticos depende del apoyo ciudadano, de hecho, hay varios que hoy tienden a desaparecer, pero a lo que aspiramos es que en el nuevo orden social los partidos políticos entre otros, participen en la vida democrática, difundiendo y promoviendo la defensa de la dignidad humana y el mejoramiento de la calidad de vida de todos y todas, promoviendo la prevalencia del interés general, mediante un proceso deliberativo, el cual es el fundamento primordial del ideal democrático y el fortalecimiento del orden constitucional y legal.

Ahora bien, lo que sucedió en nuestro país, es  que la política se movió del control de los partidos del establishment, lo que no significa que estos desaparecieron. Hoy, aparte de los partidos tradicionales, hay tres partidos formalmente existentes: Revolución Democrática, Partido Humanista y Partido Liberal. A ello se suman Convergencia Social (fusión de Movimiento Autonomista con Izquierda Libertaria, Nueva Democracia y Socialismo y Libertad); Comunes (fusión de Izquierda Autónoma y Poder Ciudadano), a los que se agregan el Partido Ecologista Verde, el Partido Igualdad y el Partido Pirata.

Revolución Democrática es el partido creo más organizado, con una línea ya definida de inserción en el juego político institucionalizado y que aspira a transformarse en el gran partido alternativo para lo cual el Frente Amplio sólo cumple una función táctica en ese objetivo.

-¿Fue un error de la elite política proponer el «Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución” en la madrugada del 15 de noviembre de 2019, tratando de salvar al gobierno de Piñera y con él, salvar su “medioambiente”, ese dónde viven y se reproducen a gusto? Hay que recordar que Boric firmo como persona, pues su partido no lo autorizó a ello.

-El dato de la realidad es que luego de la rebelión social del octubre de 2019, el Acuerdo por la Paz Social y una Nueva Constitución se fraguó entre los partidos políticos para darle una salida a la crisis y salvar a Piñera de una segura destitución. Durante esos días el acuerdo por la paz se hizo, primero, para descomprimir la presión que el pueblo estaba ejerciendo en las calles, reclamando por sus derechos, denunciando las brutales agresiones que carabineros realizaba en contra de manifestantes desarmados y exigiendo  la renuncia de Piñera por haberle declarado la guerra a los chilenos y chilenas, responsabilizándolo por las violaciones a los derechos humanos.

En segundo lugar, más que el acuerdo por la paz, la posibilidad de una nueva constitución fue lo que orientó toda esa energía encausándola hacia un objetivo que todos los chilenos y chilenas queríamos: una nueva constitución para terminar con el modelo que genera las desigualdades y abusos, objetivos que motivaron esa gran movilización ciudadana que cambio la política en el pais. Mirando en este sentido, las elites políticas no cometieron un error con su propuesta; ellos actuaron tratando de alcanzar el objetivo estratégico que perseguían: hacer todo lo posible para  salvar  el modelo económico y de pais, que construyeron y administraron por 30 años, proponiendo algunos remiendos más o remiendos menos. Además buscaban parar las movilizaciones y mediatizar las exigencias ciudadanas, tratando de canalizar nuevamente la política a través de las instituciones existentes, lo que no les resultaba fácil, por el desprestigio y rechazo que estas provocaba en la ciudadanía, porque, como he dicho, estas instituciones, entre ellas el Congreso, son parte de los 30 años de abusos y desigualdades.

Ahora bien, aunque mi deseo hubiera sido una Asamblea Constituyente, así de claro, con el ejercicio de la soberanía popular en el centro de este proceso, de una manera mucho más directa, lo que primó aquí, pero solo gracias a las movilizaciones de octubre 2019, es que se abrió la posibilidad de diseñar y aprobar una Constitución producto de la voluntad y participación del pueblo. Sin lugar a duda que este objetivo con el trascurso de los meses posteriores fue ganando espacio y respeto, el que se concretó en el Apruebo mayoritario y luego con la elección de los Constituyentes que deben redactar esta nueva Constitución, decisiones que se alcanzaron por medio de una votación democrática y popular.

Ahora sí, Boric firmo este acuerdo, lo que para muchos y también para mí, fue un acto incomprensible, no estuve de acuerdo en ello, menos al verle aparecer en la foto con quienes por casi 50 años fueron los gestores y otros administradores del pais de las desigualdades y los abusos que hoy queremos terminar. Pero si reconozco que fue una posición valiente que esta historia, la que recién se empieza a escribir, terminará por juzgarla, pero si, se necesita valentía y determinación para, y a contrapelo, particularmente de la izquierda de la cual el forma parte, tomar una decisión de ese calibre.

FRENTE AMPLIO Y PC

-En medio de una evidente crisis de los partidos tradicionales, en cual los únicos que al parecer no la veían eran ellos mismos, el Frente Amplio tiene el valor político de aliarse con el PC y armar un frente para postularse a la presidencia. ¿Cómo evalúas esto? ¿Fue una jugada valiente, necesaria, inteligente del Frente Amplio?

-Más que una jugada creo que es una estrategia que está destinada a construir una alianza política estratégica y para gobernar. La alianza del FA con el PC surge en medio de los cambios que produjo Octubre de 2019, de un reordenamiento de la política chilena, la que ya no está centrada solo en los viejos partidos. Creo que lo sobresaliente es que los cambios que exigimos los chilenos y chilenas hoy, fueron mejor comprendidos y liderados por la izquierda que representa Gabriel Boric, dejando atrás los treinta años de la Concertación y la Nueva Mayoría.

Otra conclusión es que el sistema político tal como estaba hasta ayer se agotó y con ello las alianzas políticas que ya no interpretan el sentir popular. Los partidos políticos del establishment sobreviven en la institucionalidad vigente, si, pero porque el sistema electoral les permite seguir siendo elegidos, pero y tal cual quedó demostrado con las elecciones del Apruebo y de los convencionales para diseñar la constitución, elecciones en las cuales se incluyó la posibilidad de participación más amplia, incluyendo a las nuevas coaliciones y a los y las independientes, el rechazo a la política tradicional es una realidad objetiva.

A esto contribuye también la desconexión de los partidos con la realidad que estamos viviendo. s un hecho que la centroizquierda no comprendió o no comprende la profundidad de lo que esta pasando en la política chilena, el descontento social y sus aspiraciones y por ello hoy es una fuerza irrelevante, porque simplemente no fueron capaces de desprenderse del acomodamiento del que gozan en el modelo neoliberal.

Por su parte la centro derecha, que nunca dejo de ser la derecha tradicional,  no titubeo ni un segundo para abandonar el centro y apoyar al candidato de la ultraderecha cuando sintieron y sienten que el modelo económico que les ha generado riqueza  y privilegios  está  en peligro, demostrando que el pragmatismo en la defensa de sus intereses fue y es mayor que la supuesta consecuencia política y valórica que tanto pregonan.

Además que se demoraron bien poco en pasar el límite que supuestamente les separaba del pasado dictatorial, apoyando por acción u omisión al candidato que proponía el rescate en buena parte del Pinochetismo.

Respecto de la alianza entre el PC y el FA, creo que sobre todo estos últimos, tienen asumido la presión que le genera esta alianza desde la derecha, también desde la centro izquierda y desde el empresariado, quienes por acción u omisión le instan a romper con los comunistas, reviviendo un anticomunismo que, a estas alturas, es  enfermizo y ridículo. Pero no creo que esa decisión sea parte de las convicciones de la nueva cúpula del electo gobierno en Chile, por varias razones. La primera, porque el PC es un partido cuya línea de defensa de los intereses de los trabajadores y trabajadoras es una realidad en nuestra historia por lo cual son un aporte a las políticas de cambios que el nuevo gobierno tiene en su norte político.

Segundo porque la cercanía de esta nueva generación de dirigentes políticos con el PC es una alianza que va más allá de un ejercicio académico; ella nace y se fortalece en la lucha social, en las movilizaciones estudiantiles, que es el espacio político desde donde emergen estos lideres y lideresas y también los y las comunistas, quienes que se ganaron sus espacios de representación a nivel de la lucha social, a nivel parlamentario y comunal importantes.

Son Jóvenes que, más allá de su domicilio partidista, estuvieron codo a codo abriéndose camino y haciendo política en la calle, creando alianzas en medio de las movilizaciones para exigir cambios: el Mochilazo de 2001, La Revolución Pingüina de 2006, las protestas contra el Transantiago el 2007, por la Educación de 2011, la movilizaciones de NO + AFP de 2017, la manifestación feminista de 2018 y muchas otras sobre la defensa del medioambiente, el pueblo mapuche, diversidades sexuales, etc, expresiones que hoy están presentes en el nuevo mapa político y  que tienen una incidencia significativa, sobre todo el movimiento  feminista el que estoy seguro marcara un derrotero importante en el nuevo gobierno y en el futuro del pais.

Camila Vallejos, Giorgio Jackson y Gabriel Boric, en su etapa de dirigentes estudiantiles.

BORIC Y CRITICAS A CUBA

-¿Qué te parecen las críticas y acusaciones a Boric por sus críticas al gobierno de Cuba?

-Primero no comparto su posición, ni de los y las dirigentes de esta nueva generación respecto de Cuba, pero entiendo que es un dato de la realidad el que además se transforma en un desafío a trabajar en el futuro. Hay que agregar que el anticomunismo y la permanente critica a Cuba no solo proviene de esta generación de dirigentes políticos, sino que  también, de la Centro izquierda y de quienes se asimilaron por conveniencia o convicción al modelo neoliberal.

Creo que no se puede olvidar, que estas generaciones de dirigentes políticos fueron educadas y recibieron el impacto ideológico de la refundación económica, política y cultural de Chile, una ideología anticomunista furibunda que materializo en nuestro pais su aplicación práctica, un modelo económico que fue construido a balazos durante la dictadura civil militar (1973-1990). La ideología neoliberal que luego con la caída del socialismo ocupó un lugar hegemónico en el mundo.

Para los detractores de Cuba, el triunfo de la revolución cubana no tiene el significado que, para nuestra generación, muchos y muchas de los cuales fuimos educados en sus valores y principios, o, que fuimos los depositarios de una solidaridad sin límites. Tampoco conocieron la importancia política, cultural, que el triunfo de la revolución cubana tuvo y tiene para todo el continente, para derrotar el fatalismo de la izquierda latinoamericana  golpeada en las décadas de los 70 por la prepotencia norteamericana militar y política, por la violencia de las dictaduras impuestas por las oligarquías en nuestro continente.

 

Creo que lo que corresponde entonces es hacer conciencia y demostrar que más allá de la propaganda anticubana, hay una historia, hay un pueblo que con dignidad inigualable ha defendido su soberanía, un pueblo que, a pesar de la brutalidad del bloqueo económico, de más de seis décadas, ha sido y sigue siendo ejemplo de solidaridad y presto a entregar generosamente sus aportes y avances científicos, como sucedió antes y recientemente, en los primeros meses de pandemia, en distintos países del mundo.

-Una crítica similar se le hace a Boric y el Frente Amplio respecto de sus posiciones frente al gobierno de Nicaragua. Tú, que has tenido una larga y estrecha relación con Nicaragua ¿qué dirías al respecto?

-Por sobre cualquier opinión, mantengo los sentimientos de respeto y admiración por el pueblo sandinista, valiente, generoso, al que conocí y con quienes trabajé y luche en los primeros años de la revolución sandinista.

Respecto de las críticas que se les hace a los sandinistas, en primer lugar, validas o no, lo importante es que se hagan con respeto y sin violentar la soberanía y la autonomía que los nicaragüenses tienen para llevar adelante su proceso.

En segundo lugar, lo que no es correcto, es lo que se acostumbra en la izquierda, a la cual pertenezco: cerrar los ojos y justificar errores, propios o no, a nombre de la revolución, manteniendo un ancla forzada en el pasado, en los orígenes revolucionarios, sin reconocer los cambios, los errores y reveses vividos, las nuevas realidades que nos rodean, incluso manteniendo el mismo lenguaje político, sin incluir los nuevos desafíos propios del siglo XXI.

En este sentido son los mismos dirigentes y dirigentas sandinistas los que han revisado su pasado y lo han hecho con propiedad y de forma bastante clara, contundente, explicando el recorrido histórico y político del sandinismo y las razones de la importante y determinante derrota que sufrieron en 1990, tal como lo expreso Tomas Borge en una entrevista hace ya varios años:

“hubo un grado de arrogancia de los miembros dirigentes del FSLN, que teníamos tanto poder, que la gente nos miraba. ¿Cómo decirte…? como reyes, y nosotros actuábamos como reyes. No siempre fuimos consecuentes con la responsabilidad histórica que teníamos con la Revolución”.

“Pero lo principal que nos hundió al final, no fue el carácter o los desatinos de la dirigencia, sino la guerra y sus resultados: las muertes, la escasez por el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos. Todo eso, conjugado con nuestra falta de experiencia, los errores, el ego y la arrogancia del poder. Todo eso nos enterró en ese momento…, debimos tener más humildad, ahora lo veo claro”.

Este es un resumen muy claro y consistente de uno de los principales fundadores y actores del Sandinismo, para explicar las razones de la derrota sandinista y que marcó su derrotero futuro.

A estas alturas creo si, que la Nicaragua de los años 80 no es la Nicaragua de hoy, por lo tanto, el análisis sobre su realidad actual, la cual desconozco para profundizar sobre ella, si debe constatar que ya ha pasado bastante agua por debajo del puente, pero sin cortar la historia en dos, es decir sin obviar la historia del pueblo nicaragüense en su eterna lucha en contra de las invasiones y las agresiones particularmente norteamericanas.

Pero y considerando lo anterior, la Nicaragua de los 80, no es la Nicaragua de este siglo, el sandinismo de hoy no es el sandinismo de ayer, porque son otras las realidades y son otros los objetivos, los desafíos y los actores que gobiernan el pais con sus propios logros y fracasos.

Creo que los principios políticos que dieron origen y promovió la revolución sandinista son vigentes, pero no se pueden tomar como un cuerpo de ideas y pensamientos destinados a revelar verdades eternas, sino que, como ideas para orientar y alentar la liberación social a partir de los intereses de los ciudadanos y ciudadanas, del pueblo hoy día.

SOBRE NICARAGUA

-¿Qué dirías sobre las acusaciones que se hacen al gobierno de Ortega y su esposa sobre las violaciones de los DDHH? en Nicaragua?

-Respecto a las denuncias sobre las violaciones a los derechos humanos, que hoy existen en contra del gobierno nicaragüense, ciertamente y sin lugar a duda que estas deben ser investigadas y probadas ante la justicia, porque la defensa de los DDHH debe ser una permanente vigilancia en todo el mundo, para fortalecer la democracia, los derechos y las  libertades de las personas. Ademas porque los derechos humanos, son una columna vertebral del estado de derecho y de la democracia, su defensa es universal y sin dobleces, sobre esto no cabe ninguna duda.

Dicho esto, lo que no es aceptable, es que esta acción necesaria y vital se instrumentalice y se transforme en una acción política dirigida intencionalmente para atacar a gobiernos que reclaman autonomía, soberanía y que se respeten sus decisiones. No se puede aceptar acusaciones que se lanzan a través de los medios de comunicación en todo el mundo, sin antes probar los orígenes, la culpabilidad o participación en hechos constitutivos de violaciones a las DDHH.

Nicaragua: Documentos de WikiLeaks documentan a quien servían Dora Téllez y otros viejos sandinistas

Es de conocimiento público que las denuncias provenientes de organismos como la OEA u otras organizaciones con asentamiento y financiamiento en EEUU, orientadas a Cuba, Nicaragua, no acogen ni denuncian con la misma fuerza las acusaciones probadas por ejemplo, de la reciente y brutal represión en Chile, la que dejo a centenares de jóvenes mutilados en su capacidad de visión e incluso totalmente ciegos, a otros cientos que aún permanecen en prisión arbitrariamente, sin pruebas o, no le prestan atención a lo que está pasando con cientos de líderes defensores de derechos humanos asesinados recientemente en Colombia.

MARZO DE 2022

-¿Cómo ves tú el camino que deberá recorrer el gobierno de Gabriel Boric a partir de marzo de 2022?

-Como todo chileno y chilena tengo mis observaciones, de hecho, Boric no fue mi candidato, pero reconozco en él y en esta generación su capacidad política, su liderazgo, para emerger y mantener la continuidad de su lucha, la que veo bien intencionada.

El camino que tienen por recorrer será difícil: tendrá que vérselas con un congreso  de oposición, con las arcas fiscales casi vacías y todo esto en un contexto internacional extraordinariamente complicado. En estas condiciones atender, además, un mar de expectativas y esperanzas, que millones esperan que empiecen a concretarse prontamente, no será una tarea simple.

Presidente electo Gabriel Boric frente al busto del Presidente Salvador Allende en La Moneda 20 de diciembre de 2021

De lo que si estoy convencido es que el Gobierno encabezado por el presidente Boric, es un gobierno para un cambio de ciclo político, porque lo que estamos viviendo, es el inicio de un proceso de cambios cuyo principal eje es la Nueva Constitución, paritaria, la que fijará la ruta para los cambios en el pais y con un estado plurinacional, de derechos, pero para cuya materialización se requerirá una fuerza política que sólo se puede crear a través de la acumulación de fuerzas sociales, manteniendo al pueblo movilizado, convencido y dispuesto a luchar por sus reivindicaciones.

Por todo esto, es un error afirmar que “Boric es el mal menor”, por todo lo dicho anteriormente y porque su gobierno no será y no puede ser entendido como la continuidad de las políticas mediatizadas y vergonzosas de la concertación. El norte  que se ha propuesto, hasta hoy, es  cambiar el modelo  económico, lo que obviamente no es esperable a corto plazo.

Para alcanzar estos objetivos se va a requerir de mucha destreza política para vencer las adversidades y buen ojo para conformar un gabinete que acompañe los cambios y que no le pase como a Bachelet, quien fue bombardeada desde su propia coalición de gobierno.

Pero lo concreto es que la generación del cambio encabezada por Boric tiene el derecho ganado de hacer su experiencia y les doy mi confianza.

-Tu fuiste miembro de las Fuerzas Armadas chilenas hasta el 11 de septiembre de 1973. ¿Qué nos puedes comentar al respecto y al futuro del tema “Fuerzas Armadas – Gobierno”?

-Primero, que más allá de los buenos deseos, en las FFAA están enquistados valores que son contrarios a la democracia, allí aún están presentes la ideología y la defensa de la dictadura porque nunca se tuvo la voluntad política ni la valentía de terminar con eso.  Segundo que el gran desafío del nuevo gobierno está en orientar, en conjunto con los militares, la formación de las nuevas generaciones de oficiales y suboficiales, para vincularlos a la realidad que esta viviendo el país y a los cambios que se avizoran con la nueva constitución.

Esta es la base del cambio necesario que se debe hacer en las FFAA, los que deberán hacer posible la subordinación al poder civil por parte de los militares. Sin un cambio en la formación y doctrina militar, terminando con la Doctrina de las Seguridad Nacional (DSN), prisma a través del cual los militares son formados para ver en el pueblo al enemigo interno, las FFAA seguirán siendo un riesgo para la democracia y la convivencia nacional.

Hace solo meses atrás el presidente de la republica declaro la guerra a los chilenos y chilenas, tratando por todos los medios de sacar a los militares a cumplir funciones represivas, a reprimir al pueblo que se manifestaba por sus derechos. Afortunadamente esta vez hubo militares que se negaron a hacerlo, entendiendo que la aberración histórica derivada de la utilización de las FFAA para defender intereses económicos y políticos, la misma que motivo la intervención  de los militares para derrocar al Presidente Salvador Allende, no se podía ni debía repetir.

Las FFAA durante años han albergado a mandos que han corrompido a sus instituciones, haciendo uso de medios y recursos para mantener privilegios que son inexcusables, son innumerables los casos de corrupción que la justicia a corroborado al interior de las instituciones militares y  de Carabineros. Terminar con esto no es solo un problema legal, se requiere para ello instalar una visión y unos objetivos distintos en las FFAA, reinstalando valores éticos y morales que a través de los procesos de formación hagan, del convencimiento sobre la validez de una conducta moral y ética irreprochable, una herramienta eficaz para rechazar la corrupción y el abuso.

Capitán Harvey: «El ejército hace como que obedece y los políticos hacen como que mandan»

Sin intentar comparar el pasado con el presente, lo que es imposible, en este nuevo contexto político que estamos viviendo, es difícil no trasladarse a los años vividos y con tanta intensidad, o no recordar a un Salvador Allende, quien logró entusiasmar a millones de chilenos y chilenas a iniciar, en ese entonces, el camino de la construcción de un Chile nuevo, incluyendo a los militares, a quienes estuvimos dispuestos a todo para respaldarle, partiendo por oponernos al golpe de estado y a la guerra sucia que las FFAA le declararon al pueblo de Chile.

Si la experiencia es útil, lo que debemos reafirmar es que, lo que hicimos un conjunto de militares patriotas fue importante y fue posible porque vimos en la UP y en particular en Allende, un proyecto de sociedad que nos entusiasmó y a partir de este sentimiento, construimos el eje de nuestro trabajo, para generar un cambio de conciencia en los militares, para acercarlos al país, a su pueblo a sus necesidades y sueños.

El ejemplo de un militar patriota, Alberto Bachelet

Pero fue el proyecto político de Allende, su entusiasmo, su claridad lo que motivo a los militares a participar de sus propósitos para hacer de Chile un país mejor, más allá de la férrea visión corporativa de estas instituciones respecto a la sociedad, un proceso que se transformó en un factor determinante para la identificación de una cantidad de Oficiales y Suboficiales con los valores democráticos.

Lamentablemente las apreciaciones políticas de las Fuerzas Armadas, sin conocerlas cabalmente, sin escuchar al respecto, llevaron a Salvador Allende a cometer el error de creer que los militares chilenos a diferencia de otros en América latina, éramos profesionales de las armas sin motivaciones políticas, queriendo decir que estábamos solo dedicados a la tarea militar y a nuestras funciones profesionales.

Gabriel Boric no es Allende, pero los problemas para alcanzar los objetivos, en un gobierno que desafíe al poder de los poderosos dentro y fuera del pais son los mismos. Con una gran incógnita: las FFAA que es donde esta enquistado el pinochetismo

«RODRIGUISMO»

-Tú no solo fuiste miembro de las Fuerzas Armadas chilenas, sino que después del Golpe de Estado de septiembre de 1973 comenzó una nueva vida para ti con los armas en la mano combatiste a la dictadura cívico-militar que sufrió Chile a lo largo de 17 años. ¿Qué nos puedes decir al respecto?

-Sí, y lo recuerdo con orgullo, por eso veo una oportunidad, con el gobierno que se inicia, el que marca un antes y un después en la política chilena, para salir al paso de la tergiversación que han hecho de la historia, lo que es parte de un proceso que define la derrota que sufrimos, la izquierda, en los años 70-80 y de nuestra incapacidad para mantener vigentes los sueños de un cambio revolucionario por el cual murieron miles de chilenos y chilenas.

Rescatar la historia es un desafío para esa izquierda chilena que por años organizó y llevo las banderas de una lucha social y política por un Chile más justo, digno e inclusivo. Una historia que ha sido falseada no solo por la derecha, sino que también, por la centro izquierda, cuyo objetivo en las últimas tres décadas fue consolidar la administración negociada del sistema económico neoliberal, marginando de la historia el rol jugado y el aporte de las organizaciones revolucionarias, particularmente del FPMR en la derrota de la dictadura, criminalizando la lucha revolucionaria.

En algún momento el Jefe del FPMR, nuestro Jefe, el Comandante Jose Miguel, Raúl Pellegrin, respondiendo a un periodista que le preguntaba sobre los objetivos de la organización, le entrega una síntesis de lo que fue el FPMR y es lo que corresponde} rescatar para la historia de Chile. José Miguel decía que: Hemos desarrollado la idea del Rodriguismo, como una concepción de un alto contenido ético y moral, enraizado en la historia de nuestra patria”.

Esto significaba que pensábamos en una organización que fuera capaz de recoger nuestra historia, de enriquecerla, que impregnara al movimiento popular de un carácter ofensivo, validando la lucha en todos los terrenos, políticos y militares, y que aportara a crear una base de pensamiento y acción unitaria que trascendiera a la revolución chilena.

Pero la historia que se ha escrito, convenientemente tergiversada, y el reduccionismo para interpretar lo que hizo el FPMR, asociándolo sólo a la violencia y esto de manera vulgar, es lo que hace que todos quienes se refieren a nuestra historia lo hagan denostando una lucha que fue abnegada, honesta y valiente, olvidando o no considerando que lo que hizo el FPMR, fue luchar contra una dictadura cívico militar que gobernó al país por 17 años, prescindiendo del ordenamiento jurídico y del estado de derecho, diseñando una constitución a su medida y sin ningún tipo de oposición, para imponer un orden económico y político -cuyas consecuencias siguen vigentes en parte hasta nuestros días, a través de la represión y asesinando a miles de nuestros compatriotas.

Lo que hizo el FPMR en este contexto, fue crear un proceso de formación y acción político militar acorde al momento histórico que estábamos viviendo; un esfuerzo que hicieron todas y todos quienes, sabiendo los riesgos de aquello, se comprometieron a organizar al pueblo para oponerse al dictador, preparándose  política y militarmente para hacer uso del legítimo derecho a la rebelión, ubicándose al frente de cada pequeña y gran batalla que le dimos al tirano.

Lo que la historia tiene que recoger es esto, conocer cómo se gestó la organización y la lucha político militar antidictatorial, como el pueblo aprendió a defenderse y a usar las armas, para atacar de manera permanente y desgastar a un poder, que fundamentaba su razón política en el uso de la fuerza militar terrorista, del miedo y el terror contra la población.

Los jóvenes de hoy deben saber que el FPMR surgió y lucho en esas condiciones, junto a los pobladores y pobladoras de Santiago y otras ciudades del país, en las universidades, en pueblos alejados donde la prepotencia dictatorial ejercía su fuerza terrorista. El Frente Patriótico Manuel Rodríguez fue materializando la valentía de los chilenos y chilenas que tempranamente le dijeron NO a la dictadura, en una organización que, en esos años con el ejemplo de cada uno de sus combatientes, hombres y mujeres, dignificaron política.

-¿Qué puedes decir acerca de que la dictadura fue derrotada con un lápiz y un papel”?

-Que la derrota de esta dictadura no fue “con un lápiz y un papel”. En esta afirmación, arrogante se esconde la verdad, se oculta que el plebiscito de 1989 fue el producto de una decisión política que surge por una razón simple y concreta; a finales de 1984 el proceso de ascenso de la lucha de resistencia antidictatorial en el país, (con gran apoyo solidario internacional) alcanzó niveles que el gobierno norteamericano estimó peligrosos y que le abría la puerta a una radicalización del proceso, es decir, el peligro de una salida de la dictadura hacia la izquierda, y que por lo tanto había que actuar para anular ese riesgo. Esta decisión fue tomada cuando los crímenes y las violaciones a los derechos humanos se transformaron en el “talón de Aquiles” de la tiranía, y cuando ya era imposible justificar, desconocer y ocultar los métodos que Pinochet y sus aliados cívicos habían aplicado para mantenerse en el poder.

A esas alturas, los aparatos de seguridad comandados por las sádicas huestes de la CNI se habían desbocado, cometiendo asesinatos sólo comparables con el sadismo nazi de los años 40, intentando amedrentar la creciente y valiente lucha antidictatorial: En 1985 degollaron a Santiago Nattino, Manuel Guerrero y José Manuel Parada. En 1986  quemaron vivos a Rodrigo Rojas y a Carmen Gloria Quintana y en 1987 asesinaron cobardemente a 12 combatientes del FPMR simulando enfrentamientos que nunca existieron.

Fue así como se llegó al plebiscito de 1989 y al triunfo del NO, acontecimientos exitosos, que con el pasar del tiempo, fueron apadrinados por quienes negociaron con la dictadura la transición a la democracia, desconociendo los esfuerzos valientes de resistencia no sólo a la dictadura sino que, la resistencia que desde el primer momento del golpe de estado y en condiciones de desventaja absoluta, hicieron combatientes, entre otros del MIR, militantes trabajadores y estudiantes, socialistas y comunistas, incluidos militares patriotas, que en las Fuerzas Armadas se negaron a participar en la falsa guerra que inventaron para justificar el crimen y la represión.

-¿Por qué el Frente no se opuso a esas negociaciones?

-Nosotros no estuvimos de acuerdo con la salida negociada a la dictadura y nos opusimos a ello, pero respetamos la voluntad del pueblo, como seguramente lo hicieron un número importante de chilenos y chilenas. Nos opusimos porque estábamos convencidos de que ese paso político terminaría con la desorganización de la izquierda, con su dispersión y con la pérdida de su identidad política y de su propia historia.

En la Dirección Nacional del FPMR, lo que manifestamos en 1988 fue que el triunfo del NO, que merecidamente nuestro pueblo celebró, porque se terminaba con la  dictadura, lo que haría sería perpetuar el modelo de dominación política y económica que construyeron a balazos a partir de 1973.

Dijimos también, que si la izquierda no era capaz de influir en el rumbo de los acontecimientos y que, si permitía que se desmantelara la tremenda red social que se fue creando a lo largo de la lucha contra del tirano hasta derrotarlo, que si se silenciaban los medios y a los y las periodistas que levantaron la voz cuando todos callaban o, rendían pleitesía al tirano, lo que venía para Chile era la impunidad, para los criminales de la dictadura y también, para quienes se favorecieron y crecieron como nuevos ricos, adueñándose no solo de nuestras riquezas sino que de las empresas del Estado.

Esa fue nuestra posición política, justa, pero no tuvimos la capacidad para hacer que estas posiciones tuvieran una presencia orgánica en el quehacer político nacional, dominado por los acuerdos a los que estaban llegando las elites políticas, empresariales y las FFAA. En concreto no tuvimos la fuerza ni los medios para oponernos en la lucha política con nuestra historia, nuestras ideas a la decisión de quienes pactaron con la dictadura y que fueron encauzando el proceso de transición a la democracia hacia la impunidad, la que al final abarcó la política y a todos los ámbitos de la vida nacional.

-Hay una pregunta que se repite a menudo: ¿Por qué la izquierda, pilar de la lucha contra la dictadura, prácticamente desaparece después del 90?

-Sobre esto seguro hay muchas teorías y  explicaciones, en mi opinión, en la izquierda de la cual me siento militante, hemos cometido errores grandes, imperdonables en el accionar de una organización, como confundir, transformar, elevar, decisiones de rango táctico, adecuadas y correctas para una etapa determinada, a la categoría de la estrategia y de aplicación a largo plazo.

Hacer eso, como nos sucedió, simplemente fue  pegarse un balazo en el ala, y es una de las razones de los errores teóricos y prácticos cometidos.

En el plano de las ideas que es lo fundamental para construir el cambio social, surgen también razones importantes que considerar, y esto no tiene nada de nuevo, pero la experiencia ha demostrado una y mil veces que no basta con pregonar la revolución social lo que se necesita es organizar y educar al pueblo con ideas, porque este es el único que movilizado y convencido de lograr sus objetivos lo puede lograr.

En este sentido lo que pasó, durante años, los últimos 30 en particular, nuestros partidos de izquierda asociados a la Concertación, históricamente educadores por excelencia de los trabajadores, de tantas generaciones de jóvenes luchadores y luchadoras, olvidaron esa responsabilidad y con ello su propia historia hasta desdibujar su identidad

Cuando  los partidos abandonaron las ideas justas y su rol de educar al pueblo, abandonaron la movilización y la organización social y la política se transformó o se redujo a una permanente pelea por el estado y su administración, eficiente, por cierto, pero dejo de ser una guía para la acción. A partir de allí, las ideas orientadoras de las políticas para el cambio social se reemplazaron por unas simples apreciaciones para proyectar el futuro en acuerdo a las  necesidades y contornos específicos de los políticos, sin considerar los cambios que se  sucedían en el país y en el mundo frente a sus ojos.

El acomodo al modelo neoliberal fue tan brutal, que “recién después del levantamiento social del 2019”, a raíz de este acontecimiento, algunos “se dieron cuenta” que durante los 30 años que gobernaron, los chilenos y chilenas vivíamos con sueldos de hambre, con pensiones miserables y aplastados por un sistema económico que abusaba de las personas creando a su paso y para su sobrevivencia, más y más desigualdades

Otro tema no menos importante emerge de los dogmas, de la repetición de ideas que, si bien tuvieron valor en contextos distintos al actual, el abandonar la obligación de analizarlas permanentemente, para dar respuestas a los nuevos desafíos que la vida real va presentando día a día, esas ideas se fueron transformando en letra muerta; se dejo de interrelacionar la teoría con la práctica, lo que es determinante para entender el juego de las relaciones que surgen entre ambas y que son dialécticas.

No intento transformarme en un crítico de la  izquierda chilena, pero son muchos otros factores que influyeron en el cambio de rumbo de la izquierda, entre ellos y sin caer en el reduccionismo, influyo la caída del socialismo, el emerger de un agresivo proceso de globalización al cual no hubo respuesta, el agotamiento de la teoría de la izquierda frente a las nuevas realidades, la aparición de nuevas ideas como la renovación del socialismo frente a los dogmatismos y las experiencias autoritarias, entre otras.

-¿Cuál sería tu comentario para la izquierda chilena al inicio de un gobierno como el que encabezará Gabriel Boric?

-Como simple chileno, lo que veo es que llegamos a este momento de la historia dispersos, divididos, no sé si alguna vez en la izquierda aprenderemos a caminar unidos después de tanto caminar dispersos, o aprenderemos a sacudirnos de las verdades preconcebidas que cada uno o cada organización ha acuñado en el tiempo, las que son trabas que en la práctica han impuesto un freno a la imaginación, a la inteligencia y al espíritu solidario que está presente y vive en la conciencia humana, impidiendo la necesaria unidad en la acción de todos y todas.

Hoy estamos frente a un momento importante, de un cambio a un nuevo ciclo en el pais, en lo político, en lo económico y en todos los ámbitos de la vida, pero en vez de asimilar esto desde la propia izquierda aparecen críticas, análisis eruditos que se disputan la verdad entre sus autores, restando importancia a este nuevo movimiento de la historia y a la necesidad de reconocer en los nuevos liderazgos que han surgido, el mérito de justamente de haber iniciado este cambio.

Lo concreto es que Chile cambio y los desafíos que se enfrentan son enormes, pero difícilmente los abordaremos sino se rompen los nudos que causan una tremenda dispersión de la izquierda, en nuestra izquierda, que en esto es tradicional frente a la izquierda que emerge.

Reproductor de video:

Chile cambió, hay que repetirlo y tenemos  la oportunidad de aprender un camino nuevo, aprender que la unidad es el único camino para aportar a un cambio social como el que tenemos en frente, que es derrotar al modelo neoliberal. Un objetivo que no será solo obra de este gobierno solo, sino que, junto al pueblo organizado y movilizándose permanentemente por sus derechos.

Reconocer esto es importante porque de esta manera si podremos aportar a construir fuerzas para avanzar y salirle al paso a quienes piensan o tergiversan las ideas que son necesarias para un camino de cambios y que si son posibles de  concretar.

Creo que la izquierda tiene que ponerse a tono con los cambios que se están construyendo en la Convención Constitucional, cambios que se corresponden con un nuevo orden de cosas, un nuevo estado de derechos, un nuevo pais multicultural en el que se respeten los derechos de los pueblos originarios, asumiendo los desafíos del medio ambiente y de la ciencia, del respeto a un mundo diverso con sus ideas, de la igualdad de género y la diversidad sexual, de la innovación para salir de un modelo rentista.

Si queremos aportar debemos asimilar todo esto, para avanzar hacia ese  futuro, para lo cual sin lugar a duda que tenemos que aprender de nuestras propias lecciones vividas, porque las nuevas ideas demandan investigar el pasado para no cometer los mismos errores.

Pero esto hay que hacerlo más que como un ejercicio intelectual o académico, con un criterio de carácter práctico, aportando soluciones a las necesidades de un pueblo largamente abusado por un modelo que solo se nutre de la desigualdad y el abuso.

Desde mi punto de vista y respondiendo a tu pregunta, diría que primero que nada no olvidemos que el gobierno de Boric será un gobierno de izquierda.Por lo tanto la pregunta va para la izquierda vieja, tradicional. Y esta tiene que entender que tenemos la oportunidad de participar en este momento histórico. Y para hacerlo creo que primero, hay que entender con humildad que las ideas que profesamos para plantear el cambio social no pueden ser entendidas como un dogma, porque de ser así, no  nos encontraremos ni con el cambio ni con los nuevos actores de este proceso. Segundo, en la izquierda tenemos que  encontrar las formas y vías de materialización de las ideas que creemos que son justas, acorde a estos nuevos tiempos y tercero, tenemos que convencernos que estas ideas no son doctrinas inalterables frente a lo nuevo, por lo tanto, no son de acatamiento irreversible.

FUENTE: PiensaChile

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