Edición Cero

Fue el verano de 2020, específicamente un 27 de enero, cuando la noticia nos golpeó fuerte: había fallecido Daniel Díaz Segovia, periodista y columnista... Al cumplirse dos años de su fallecimiento, recuerdan legado de periodista Daniel Díaz Segovia

Fue el verano de 2020, específicamente un 27 de enero, cuando la noticia nos golpeó fuerte: había fallecido Daniel Díaz Segovia, periodista y columnista de El Longino -y también de este portal-, que desarrolló gran parte de su carrera profesional en Santiago, pero como todo buen iquiqueño nunca cortó el cordón umbilical con su puerto y menos con su querido barrio El Colorado.

Hoy, ya no está con nosotros pero nos queda su recuerdo, sus enseñanzas, anécdotas y sobre todo las crónicas que redactó para El Longino de Iquique, Alto Hospicio y Tamarugal.

En esta fecha que recordamos a Daniel Díaz Segovia (Q.E.P.D.)  compartimos este emocionado recuerdo que hace su viuda Laura Vera Brunes.

“Hoy cuando mi corazón sufre aún ante la perdida de mi querido esposo Daniel Díaz Segovia, he querido escribir un pequeño, pero sentido homenaje, lleno de nostalgia y amor, que se reviven en cada minuto de que llegas a ser parte de mis pensamientos.

Con toda certeza cristiana sé que estás en mí, mis recuerdos y mi amor, como que también estas ocupando un lugar de privilegio en el cielo junto a todos nuestros seres queridos.

Son tantos recuerdos que se agolpan en mi memoria, pero sé que la mejor forma de homenajearte es, recordando tus crónicas esas que escribiste, publicaste, pero no alcanzaste a poner en tu deseado libro, “DESDE LAS DUNAS DEL CERRO DRAGÓN O LO QUE QUEDA DE ELLAS”. Porque el gran hacedor de la vida te llamó a su encuentro, porque ya tenía terminada tu mansión junto a Él.

Aquí tres sabrosas anécdotas de tu gran barrio, EL COLORADO

Un gran barrio:

Con profunda alegría me enteré de varios comentarios relatados por algunos de mis coterráneos, relacionado con mi querido y siempre recordado barrio “El Colorado de ese hermoso puerto que es Iquique, famoso por sus lindas playas y por qué no decirlo, por ser la cuna de grandes deportistas como lo fueron el gran Tani Loayza y el legendario Arturo Godoy, y tantos otros deportistas que llenaron de gloria a mi querido terruño. Se vienen a mi mente tantos recuerdos, cuando desde pequeño me deleitaba con las caricias que ofrecían las playas del Colorado, con sus aguas color turquesa y su fina arena color oro.

También recuerdo a sus pescadores de la caleta cuando mediante los famosos” chinchorros ” desde la playa arrastraban con sus redes, las cabinzas, jureles, cabrillas, lenguados y otros peces. Era una maravilla verlos cuando saltaban en las redes y los vecinos observando tan lindo espectáculo. En realidad, era una época muy difícil de olvidar.  Cómo no recordar a mi iglesia del barrio El Colorado con los curitas vestidos de negro y con la sotana larga entregando medallitas a los chiquillos que se acercaban a ellos. Especial recuerdo para mis amigos de infancia, como el flaco pepe Véliz, el chico picota Alfredo, el “chino Elías”,  Tabilo, el Polo y tantos otros que se me escapan, algunos han partido del escenario de esta vida, otros con el peso de los años siguen viviendo en ese barrio.

Sería ingrato no nombrar a aquellas personas que fueron tan conocidos y respetados como el maestro peluquero ” Núñez “, al gringo Fistonic y señora Corina, al gringo José y señora Lucía, a la sra. Rocha todos ellos comerciantes muy antiguos del barrio. Finalmente me siento orgulloso de ser coloraíno y por ende iquiqueño, porque en ese puerto se gestó una de las hazañas más grande de nuestra Patria, donde el heroico Prat y sus bravos sucumbieron frente a la rada de Iquique. Se vienen al recuerdo cuando los 21 de mayo, desde el cerro “La Cruz” observaba las naves y buques pesqueros que, en romería a la boya de la Esmeralda, rendían honores al ilustre marino.

Querido barrio El colorado, nunca me olvidaré de ti, he recorrido muchos lugares de mi Patria, pero el mejor de los mejores siempre serás tú.

EL TORO MATÍAS

En los Carnavales, su dueño, Don Clodomiro tomaba a la par con el famoso animal que pesaba 500 kilos. En el “Dándalo”, el toro “Matías” se emborrachaba con cerveza.

Ayer, este Bar ícono del Matadero, hoy es parte del Barrio Boliviano.

Cuenta la historia, que durante los carnavales de los años 70′ llegaba hasta el famoso Bar “El Dándalo”, (Sotomayor con Juan Martínez) un antiguo matarife del barrio, llamado don Clodomiro Varas acompañado de su mascota, nada menos que de un toro que pesaba unos 500 kilos. El animal era muy manso y Don Cloro, entre ponerle y ponerle se entusiasmaba y le daba beber cerveza o una piscola al famoso Matías, así se llamaba el Toro.

El problema era cuando al “Matías” se le subía el trago a la cabeza se ponía odioso y quedaba la escoba en el local.  “Matías” perseguía a los parroquianos y las calles del barrio se transformaba en una verdadera corrida, al puro estilo de la Pamplona española.

Esta es una de las tantas historias de este famoso Bar.

Creado en un principio como almacén de provisiones allá por 1937 y de propiedad de Víctor Bacaro, el bar “Dándalo” (al comienzo se llamaba Don Vitorio) recibía a la gran familia matarife del sector. Allí partía el famoso entierro el Carnaval-.

En 1946 el empresario Humberto Solimano lo adquirió y en 1957 lo transforma definitivamente en el bar que conocemos hasta hoy.

En sus inicios el “Dándalo” era un lugar de encuentro de matarifes, portuarios y cargadores.

Son los matarifes sus principales usuarios. La larga jornada que empezaba a las 4 de la mañana y terminaba después de las 18 horas El Matadero Municipal, se encontraba en Arturo Fernández al llegar a la calle Ferrocarril. En dicho local se faenaba todo el ganado que llegaba por vía del Ferrocarril. En su descarga, más de algún animal se escapa y la ciudad vivía momentos espectaculares ya que los “toros” llegaban en su corrida hasta la Plaza Prat.

En el Matadero nace también la leyenda del gran Tani Loayza de quien se dice que su fortaleza de sus puños obedece que en la madrugada llegaba hasta dicho recinto y allí tomaba “agua de nuca” directa del animal recién faenado.

En torno al Matadero, nace un gran Barrio, destacando la Escuela 16, el club Unión Matadero, la Panadería Olimpia, un   burdel famoso y muy exclusivo en la época de los 60 llamado “La Coña”, muchos años estuvo afincado el Baile Chino, en la casa de don Ramón Ramos, primero en un callejón de la calle Videla y luego en Juan Martínez.

Y por supuesto, el “Dándalo”. Hasta allí llegaban los matarifes luego de su faena a refrescar la garganta. Los coloraínos se sumaban y también llegaban hasta el local, y se armaban grandes peleas, luego de varias “chelas” y “poncheras”. Sabido era la rivalidad entre los coloraínos (potos verdes) hinchas de Estrella de Chile y los matarifes de su querido Unión Matadero. Era solo para valientes. Entre “choros” donde salían a relucir los cuchillos. Más de alguno, como se dice en la jerga popular fue a dar al patio de los callado”.

Hubo peleas por amor. Los famosos “patas negras”. La crónica policial cuenta que en los años 70, producto de una riña falleció un excampeón de chile de boxeo.

El “Dándalo” forma parte de la historia de este puerto.

Ya avanza al Centenario.

El “Dándalo” permanece allí, en esa famosa esquina de Sotomayor con Juan Martínez, testigo de un gran pasado, de un Barrio, como el Matadero que forma parte de la historia de este querido puerto.

LOS DRAGONES CELESTES

Estrella de Chile el “Papá” de los “Dragones Celestes”

El Canal del Fútbol en un programa “Leyendas” ratifica una verdad histórica. Estrella de Chile es el fundador de Deportes Iquique. El histórico club del barrio El Colorado, el 14 de junio cumple un nuevo aniversario. El número 94.

En el año 1978, cuando Iquique se decide ingresar al fútbol profesional, la Asociación Central de Fútbol (ANFP) envía el cuaderno de cargo y por estatuto solo podían postular al profesionalismo clubes federado y el naciente Deportes Iquique no lo era.

Se le pidió a la AFI que un club postulara, pero hubo una oposición férrea, argumentando que el club que postulaba iba a desaparecer, y otros pobres argumentos.

Y recuerdo que allí surgió la voz potente de don Leonardo Lagos, nuestro presidente y dijo Estrella de Chile, pone su historial y sus hombres al servicio de Iquique.

Y Eleazar Guzmán, un 7 de febrero de 1979, en el consejo de presidentes de clubes de la ACF leyó la postulación de Estrella de Chile, luego, Abel Alonso, solicitó a la Asamblea que aprobara o rechazara la votación y esta fue unánime. En medio de aplausos Estrella ingreso al fútbol profesional. Enseguida, la tienda amarilla cedió por todos sus derechos a Deportes Iquique. Junto a Silvio Solari y José Novo fui testigo de ese momento, uno de los más emotivo de mi vida. No sólo porque Iquique ingresaba al fútbol profesional, sino porque el modesto club de la estrella solitaria del Barrio El Colorado, dio una lección de humildad e ingresaba a las páginas de oro del fútbol iquiqueño. Un orgullo patrimonio de todos, los estrellanos y coloraínos.

El Club Estrella de Chile fue fundado el 14 de junio de 1921 por los pescadores del sector El Colorado.

Nació en un barrio humilde. De pescadores, gente de la pampa, sinónimo de esfuerzo y sacrificio. Estrella de Chile, junto a los Bailes Gitanos y Osada, y la Iglesia San Gerardo son el símbolo de un barrio que el progreso se llevó sus casas y sus habitantes y que tuvieron que emigrar a otros sectores de nuestro querido Iquique

Su casaquilla amarilla con la estrella solitaria en el pecho es orgullo de miles de coloraínos,”potos verdes” y “como perro”, que si bien es cierto no están físicamente en el lugar que los vio nacer, lo llevan en el corazón y gracias a su cariño por su club, por su barrio, aunque han desaparecido muchas casas y solo quedan un par de tablas, permanece para siempre en el recuerdo de sus hijos.

Estrella, para los coloraínos, siempre ha sido una pasión y un sentimiento. Desde su nacimiento su casaquilla ha sido defendida con honor y cariño. Los estrellanos la llevan en la piel y en el corazón.

Club, que camina al Centenario, fundador de Deportes Iquique, Vicecampeón Nacional de Clubes, varios títulos de Iquique, 1939, 1940, 1971 1974 y 1976, los años 83 y 85 en calidad de invicto. Permanente animador de los torneos locales, con días de gran felicidad y también de tristeza, cuando estuvo a punto de desaparecer, cuando sus hijos tuvieron que emigrar a otros barrios.

Hoy, con su sede propia, producto y esfuerzo del trabajo de su gente. Recuerdo la primera vez en la época a de los sesenta que funcionaba en el local del Sindicato de Pescadores en Las Cabras, luego arrendaron un local en Videla con Amunátegui, donde actualmente hay un restaurante, años después a Sotomayor con Amunátegui, esa fue una gran sede en los 60, ya que unió a toda familia amarilla desde calle Sotomayor al Norte.

Después, vino la gran lucha por tener un local propio donde se encuentra ubicado hoy el liceo diocesano, en calle Amunátegui con Pasaje Santiago. Finalmente, la actual se encuentra a pocos pasos de dicha esquina, entregada en canje por el Obispado de Iquique.

Reconocimiento a los exdirigentes, como Aníbal Cáceres, uno de su primer presidente, a Justo Ayala Hurtado, René Pulgar Rodríguez, Leonardo Lagos Lagos, Miguel Hurtado, Hugo Riquelme, Eduardo Espinoza, Manuel Barrientos, Luciano Villlarroel y otros y en fin una larga lista hasta los jóvenes de hoy que, gracias a la historia y el recuerdo de sus familias, siguen la tradición de este club, no solo patrimonio de los coloraino sino también de Iquique. Un reconocimiento especial para Abel Mejías, su presidente y Rosa Cáceres su esposa, quienes son el motor del club. Su pasión y sacrificio han permitido que Estrella de Chile nunca muera y vuelva por sus éxitos.

Daniel, siempre estuvo ligado a Iquique y a su barrio, pese a haber migrado a la capital buscando entregar al periodismo chileno e iquiqueño su gran amor SU VOCACIÓN PERIODISTICA. En Santiago formó parte de COPESA como subdirector de deportes, desde allí atento a todo lo que ocurría aquí en Iquique, movilizándose en llevar a la capital a futuras promesas en el deporte que se vislumbraban en las canteras o en los clubes de barrio. Fueran estas promesas, en el futbol o en el basquetbol, en esta rama deportiva se destacó por ser dirigente. Grande es la lista de sus ahijados deportivos, fuera porque los promovió o los bautizó, así es el caso de Astengo, a quien, por su abultado corte de pelo, lo bautizó León Astengo, o a Macarena Miranda tenista juvenil que le siguió los pasos desde pequeña, formando un lazo de amistad y fraternidad con sus padres. Y en el patín carrera, Marcela Cáceres, Carolina ¿? sus regalonas a las que acompañó en dos oportunidades a Europa. A las seleccionadas de basquetbol a las que acompañó en varias oportunidades por giras a países latinoamericanos, junto a nuestro compadre el gran Juan Miranda, hoy entrenador del club Boston College.

Tantos recuerdos en lo profesional, pues fuiste un grande e Iquique no te puede olvidar”.

Nota publicada en el Diario El Longino

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