Edición Cero

Pedro Oróstica Codoceo.-  En Chile, la intrínseca práctica del centralismo, como estilo de gobierno, desde el inicio mismo de la República, puede que esté... Equidad tributaria para ciudades puertos.

Pedro Oróstica Codoceo.- 

En Chile, la intrínseca práctica del centralismo, como estilo de gobierno, desde el inicio mismo de la República, puede que esté tocando fondo. Ese modo agresivo de utilizar los territorios y luego distribuir los recursos de desigual forma, dio paso definitivamente a la insostenibilidad de ese modo de proceder. Hoy la ciudadanía nacional tiene reconocido esto ampliamente.

Ahora, y sin entrar a detallar o ampliar el análisis sobre una inexistente ley de puertos para Chile, o cómo los gobiernos centrales, entregaron en bandeja la presencia y preponderancia marítima chilena en el Pacífico Sudamericano, solo haremos referencia a la noticia que reseña la posibilidad que los puertos tributen en las ciudades en las cuales ejecutan sus actividades portuarias.

La medida ha sido propuesta por el constituyente Agustín Squella y vendría a aplicarse en el marco del proceso de descentralización que la mayoría del país aspira, en perspectiva del crecimiento desarrollo y justicia para las regiones. Por supuesto ésta propuesta, debería ser incluida en el texto de la nueva Constitución en que se trabaja actualmente.

Esta medida, vendría a complementar el principio de descentralización no solo en los ámbitos administrativo y político, sino también en el aspecto tributario. De este modo, los puertos que generan importantes recursos en su funcionamiento en las comunas en que se asientan, se vean obligados a contribuir al progreso de las ciudades donde se instalan.

Este progreso para las ciudades, sin duda que también se extendería al bienestar de las personas que constituyen las poblaciones comunales y provinciales de las respectivas regiones. Pero como se dice, todo esto estará por verse en la redacción final de la Carta Magna que servirá de brújula al devenir del país, que se perfila hacia la tercera década del siglo XXI.

Es de esperar también que, cuando esto ocurra, estas medidas no traigan letra chica incluida y que lo puertos del territorio nacional no sean clasificados de primera, segunda o tercera categoría, como es siempre la tónica cuando de distribuir o redistribuir recursos se trata. En todo caso, es siempre esperable avanzar en ecuanimidad y armonía.

Creo que en esto, tiene también mucho que decir y continuar aportando al tema, la Asociación de Municipios de Ciudades Puertos y Borde Costero de Chile.

Los comentarios están cerrados.