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«Mi pueblo quechua no pidió anexarse a la nación chilena, fue obligado a punta de bayoneta y fusil sin derecho a veto ni a... Wilfredo Bacián: «Mi pueblo quechua no pidió anexarse a la nación chilena, fue obligado a punta de bayoneta y fusil»

«Mi pueblo quechua no pidió anexarse a la nación chilena, fue obligado a punta de bayoneta y fusil sin derecho a veto ni a consulta», señaló con fuerza el Constituyente por escaños reservados, Wilfredo Bacián, al presentar su discurso en el plenario 32 de la Convención, este miércoles 20.

Precisa que: «Esto no lo cuento desde lo escrito por historiadores o publicaciones científicas desde la academia, sino porque en nuestro territorio aun esta la memoria viva de estos episodios traumáticos de racismo, de cómo los agentes del estado nos prohibían hablar nuestra lengua, ocupar nuestras ropas y cumplir con nuestros rituales sagrados».

En su discurso pronunciado en el pódium y vistiendo indumentaria tradicional, Bacián aseguó que el Pueblo Quechua «sabe que la convención es solo un medio más, y que sin la participación de las naciones originarias a través de mecanismo libres, previos e informados, como mandata la consulta indígena, no tendrá validez alguna».

DISCURSO COMPLETO

Imainalla kashanky waykeycuna panaycuna, allin punchaw

A dos años del despertar de los pueblos de Chile, que nos levantaron de un largo dormir de más de 30 años de la democracia “negociada” o como lo llaman los académicos y políticos el proceso de “transición”. Quiero empezar mi intervención honrando a cada joven que se movilizo aquel 18 de octubre y a los no tan jóvenes que desde procesos anteriores luchaban por cambiar la constitución de la dictadura, y que ahora no están presentes para presenciar este acto histórico para lo que nosotros hemos sido convocados.

Sin embargo, quiero recordar a todos los presentes que para las naciones originarias no han sido 30 años, nosotros los pueblos “homogenizados” por la elite Chilena, llevamos más de 200 años gritando nuestra existencia, resistiendo a diferentes procesos de exterminio cultural y luchando por un verdadero reconocimiento constitucional.

Hay que recordar que mi pueblo quechua no pidió anexarse a la nación chilena, fue obligado a punta de bayoneta y fusil sin derecho a veto ni a consulta. Esto no lo cuento desde lo escrito por historiadores o publicaciones científicas desde la academia, sino porque en nuestro territorio aun esta la memoria viva de estos episodios traumáticos de racismo, de cómo los agentes del estado nos prohibían hablar nuestra lengua, ocupar nuestras ropas y cumplir con nuestros rituales sagrados. Ha sido el estado de Chile que hace 200 años ha sacado las riquezas de nuestro suelo para sumergirnos a nosotros en la pobreza absoluta, convirtiendo a nuestras comunidades en zonas de sacrificios ecológicos. No se puede explicar que en pleno siglo XXI, en los territorios que yo represento, hayan comunidades que no tengan acceso al agua potable o luz eléctrica las 24 horas del día, mientras es el estado que aprueba la existencia de grandes proyectos extractivistas secando nuestros valles y punas.

Son estas inequidades económicas y procesos de reparación que los quechuas hemos querido instalar en este espacio político. Que, si bien fuimos críticos desde un principio, comprendimos que debíamos participar con responsabilidad para instalar nuestras verdades demandas.

El Pueblo Quechua sabe que la convención es solo un medio más, y que sin la participación de las naciones originarias a través de mecanismo libres, previos e informados, como mandata la consulta indígena, no tendrá validez alguna, es por aquello que hemos dicho que esta nueva constitución no nace de una hoja en blanco, sino por el contrario, y lo hemos dicho con fuerza, las herramientas del derecho internacional, como es la declaración de naciones unidas sobre derechos de los pueblos indígenas, es el estándar mínimo que establecerá el relacionamiento entre el Estado, el Pueblo de Chile y los Pueblos Naciones preexistentes;

Hoy Hemos llegado desde recónditos territorios, como Mamiña, Ollague, Quipisca, Macaya Huatacondo, Iquiuca, Pica, Koska, San Pedro Estacion, Miñe Miñe, Cebollar Escotan y tantos otros territorios, así también centros urbanos como Arica, Iquique Calama, Santiago y otras ciudades donde estamos presentes como Pueblo Quechua, para reivindicar a tantos dirigentes y lideres que hace 50 generaciones reclamaban lo mismo…

¡Autodeterminación! … ¡Derecho al territorio y sus recursos naturales!… ¡Respeto a nuestra Pachamama!… ¡Respeto a nuestra identidad cultural!

Colocados en un tránsito histórico, todos debemos estar a la altura de las circunstancias, no permitamos mas vejámenes como los que acabo de describir con otro pueblo. Avancemos en un dialogo genuino y de respeto hacia un nuevo Chile Plurinacional, que reconozca nuestras autonomías indígenas, descentralizados y con una fuerte regionalización y territorialidad. Que el Sumaq Kawsay, buen vivir, sea también el espacio que guie el caminar de los pueblos en este nuevo Chile que hoy comenzamos a construir, y como lo dijimos antes de llegar a esta convención, vamos a escribir la nueva constitución desde los territorios.

Respeto y dignidad a nuestras primeras naciones,

Nunca mas sin nosotros, nunca mas sin los pueblos originarios!!

Haylli Quechua runa, Kausachum Pueblo Quechua, Kausachum Pueblos Originarios, Kausachum Pueblo de Chile!!

Añay, urpillay sonqollay.

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