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Como un acto inquisitorial que busca amedrentar a quienes «nos dedicamos a la investigación en Estudios de Género», calificó la historiadora y docente de... Karelia Cerda: «Diputados Urriticoecha y Jürgensen buscan amedrentar a quienes nos dedicamos a los estudios de género»

Como un acto inquisitorial que busca amedrentar a quienes «nos dedicamos a la investigación en Estudios de Género», calificó la historiadora y docente de la Universidad de Tarapacá, Karelia Cerda, el requerimiento que los  diputados Cristóbal Urruticoechea y Harry Jürgensen, presentaron contra sus colegas de la Universidad de Chile, específicamente de la» Cátedra Amanda Labarca».

A juicio de la historiadora feminista, el requerimiento de los diputados Urruticoechea y Jürgensen «constituye un atentado contra la libertad de cátedra y la autonomía de las universidades» y un , «acto inquisitorial que busca amedrentar a quienes nos dedicamos a la investigación en Estudios de Género».

También señala Karelia Cerda que es importante destacar «que la derecha llama “ideología de Género” a todo lo que altere sus propios conceptos con relación a las sexualidades y roles de género tradicionales». Sobre el tema aclara que la categoría de género «no es una ideología y el quehacer investigativo en las universidades tampoco».

Por el contrario, los Estudios de Género «son un área disciplinar que se ha desarrollado durante décadas en universidades de todo el mundo, con una importante producción científica vinculada a áreas de las Ciencias Sociales, Humanidades, Ciencias Naturales, etc».

Desde la Red de Historiadoras Feministas, la cual integra, señala que «manifestamos nuestro rechazo ante este requerimiento. Consideramos que detrás de esto hay una intencionalidad electoralista y es un claro atentado contra la educación laica. Por otra parte, hacemos un llamado de alerta ante el avance de las ideas fascistas y retrógradas en nuestro país», añade.

La Historiadora remarca que no hay que olvidar» que la derecha chilena se ha opuesto al divorcio, al aborto, a la educación sexual integral, a los anticonceptivos de emergencia, a las disidencias sexuales, entre otros muchos derechos y libertades, en pos de “proteger a la familia”, sin embargo su historial de violaciones a los Derechos Humanos nos muestra una faceta muy contraria».

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