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Luis S. Dávila Mendoza, profesor de Estado en Biología y Ciencias El neoliberalismo es una política cultural, que concibe un tipo de ser humano... La Convención Constitucional tiene una tarea urgente, recuperar la Educación Pública.

Luis S. Dávila Mendoza, profesor de Estado en Biología y Ciencias

El neoliberalismo es una política cultural, que concibe un tipo de ser humano disociado de su entorno, solitario, y cuya única finalidad en la vida es producir y consumir. Su concepción de lo público no es más que La suma de estas individualidades alienadas, en una carrera desbocada por producir y que compiten entre sí.

Para esta concepción neoliberal, la educación es responsabilidad de cada individuo, de cada familia, no de la sociedad.

En una sociedad tan desigual, por la injusta distribución del ingreso, por la diversidad cultural y social, por Las características de nuestra geografía, es obvio que las posibilidades de desarrollo educativo y cultural, no serán iguales para todos y todas.

Sin recuperación de la Educación Pública no habrá más equidad en la educación. Para ello, la definición jurídica de la Educación Pública debe considerar que:

1.- La Educación Pública cumple una misión nacional, está al servicio de las personas, del país, y su proyecto de desarrollo.  El que debe ser humanista, nacional, laico, social y especialmente democrático.

2.- Debe estar al servicio del bien común y el bienestar social, comprendido en estos La diversidad de contextos culturales, económicos, sociales en que se desarrolla.

3.- La Educación Pública debe responder a la formación de un tipo de ciudadano pleno e integral, considerando las características sociales, históricas y culturales de nuestro país, Latinoamérica y el mundo.

4.- La Educación Pública debe formar seres humanos críticos, creativos y transformadores, que crezcan en su autoconocimiento y su rol dentro de la sociedad y no solamente en el ámbito de lo cognitivo.

5.- La Educación Pública debe formar en valores como la cooperación, la tolerancia, el respeto por el medioambiente, la identidad y las raíces culturales e históricas de nuestra sociedad.

6.- La Educación Pública debe ser democrática, tanto en su sentido, concepción y diseño, como en su gestión, administración, evaluación y normas de convivencia interna.

7.- La Educación Pública debe responder a las realidades, necesidades e intereses de toda la población, no a proyectos particulares sean estos de índole doctrinaria, religiosa, social o cultural: estos son los que justifican la educación privada.

8.- La Educación Pública, por lo tanto, debe pluralista y laica, lo que se debe expresar en el dialogo como base pedagógica, integradora de la diversidad y debe garantizar la participación y la intervención de todos sus estamentos comunitarios.

Honorables convencionales, la tarea está pendiente y hay trabajar con las comunidades educativas y los profesionales de la educación, especialmente, pensando en cambiar el modelo educativo nacional y por ende la sociedad.

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