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Rubén Moraga Mamani, Diputado de la República.-  Hoy nos corresponde, con vergonzoso retraso, corrigiendo la dilación del proceso de descentralización. Con gobernadores regionales ya... Proyecto de fortalecimiento de descentralización y atribuciones de gobernadores regionales

Rubén Moraga Mamani, Diputado de la República.- 

Hoy nos corresponde, con vergonzoso retraso, corrigiendo la dilación del proceso de descentralización. Con gobernadores regionales ya asumidos, aún estamos legislando sobre su quehacer y competencias. Todo, por la desidia del gobierno nacional y el retraso de la tramitación en el Senado. La indolencia para con el proceso de descentralización, puede ser entendida como una obstrucción para con la democratización del poder político en el ámbito territorial.

Cuesta que el centro político y fiscal reconozca que las regiones queremos ser tratadas con justicia y que se reconozca nuestra adultez, somos ciudadanos, habitamos este país en igualdad de derechos y obligaciones, tenemos capacidades propias para definir nuestro futuro. Creemos que la vida en las regiones será mejor sin la tutela del centralismo. Pero a parte de la elite centralista le cuesta entender eso, porque temen perder los ingresos que aportamos las regiones, sobre todo las que contamos con importantes recursos naturales para redibujar nuestros destinos.

El ejecutivo es el gran responsable del cojo inicio del proceso de descentralización. Siempre que dicha materia es de su exclusiva iniciativa legal y en aquel recayó la responsabilidad de la implementación del proceso. Durante el proceso ha quedado de manifiesto el incumplimiento y la inercia de la Subsecretaria de Desarrollo Regional. Desde 2018 a la fecha ha habido cuatro subsecretarios, ninguno ha cumplido ni siquiera un año en el cargo, lo que ha afectado la implementación y la respuesta oportuna y eficaz.

Lo anterior ha afectado la democracia regional y el ejercicio del mandato ciudadano, en cuanto a que la noción del voto programático en la elección de gobernadores regionales y los programas propuestas siguen careciendo de los instrumentos necesarios para su plena realización.

El Ejecutivo tuvo más de 24 meses para realizar las acciones e implementar los mecanismos que le mandató la ley. Pero eso no ocurrió.

El proyecto que viene del senado resuelve meras cuestiones conceptuales y sigue manteniendo la paternidad de la Subsecretaria por sobre la voluntad popular regional. En tal sentido, al menos, algunas cuestiones fueron corregidas por la Comisión de Gobierno Interior en materia de competencias, en el cómo se debe responder la aprobación o rechazo de la solicitud de competencias, pero lo mejor sería entender el silencio administrativo como respuesta positiva, porque un gobierno nacional no puede callar ante un gobierno regional, base de la soberanía popular en el territorio. También se corrige quien hace la evaluación de dichas competencias.

No ha existido voluntad por parte del Ejecutivo para cumplir con el espíritu de las leyes 21.073 y 21.074. La desidia del gobierno con este proceso, así como con el proceso Constituyente, es la demostración del nivel de compromiso del gobierno de Piñera para con la democracia.

 

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