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Iván Cardemil, activista social y de DDHH. Escribo esto por María Eugenia Tobar, fallecida recientemente en la ciudad de Arica a causa del Covid.... La infamia de las Isapres.

Iván Cardemil, activista social y de DDHH.

Escribo esto por María Eugenia Tobar, fallecida recientemente en la ciudad de Arica a causa del Covid.

En marzo de 1981 una vez aprobada la constitución del 80, se crean las Isapres, que son “organismos que relevan al Estado de funciones que pueden ser asumidas por los particulares; son entidades que prácticamente no reciben subsidios por parte del Fisco y que operan en un sistema de libre competencia. En base a un esquema de seguros, las personas quedan bajo su protección y cuentan con un financiamiento para sus gastos de salud, obtenido por la vía de un prepago o cotización periódica. Con dicho financiamiento, eligen el establecimiento profesional de su preferencia para que les entregue la prestación requerida”[i].

Por con siguiente, antes todos los chilenos confluían en un sistema solidario de salud. Y qué hicieron las Isapres captar a los de más altos recursos y dejar a los pobres a cargo de Fonasa. Esta ideología fue impulsada desde la Pontificia Universidad Católica de Chile sin tener para nada en cuenta el imperativo ético de lo que significa ser cristiano.

No tan solo arrearon a los más ricos segregando el país, sino también terminaron con una herramienta poderosa como la Sociedad Constructora de Establecimientos Hospitalarios, una entidad autónoma creada por el Doctor Sotero del Río, que diseñaba, licitaba y controlaba la edificación de hospitales; y hoy  hay que ver cómo da la hora el Estado cuando se trata de construir un Hospital, en Iquique habiendo fondos comprometidos. Hace 18 años que se espera la construcción del Centro Oncológico, todavía está en fase de estudios.

Hoy, cuando la pandemia arrecia al país, se demuestra más fuerte que nunca que todo el amor prodigado por los doctores Eduardo Cruz Cooke, Sotero del Rio, Salvador Allende y otros, no fue en vano, prácticamente han salvado al país de una catástrofe mayor. Qué sería del país si la salud estuviera en manos de las Isapres con sus Clínicas. Cabe recordar que los actuales ministros de salud han prestado servicios gerenciales a la salud privada, exprimiendo a los ricos y hundiendo la salud pública, si esto y no otra cosa es la libre competencia.

El Doctor Ignacio Sánchez de la Pontificia Universidad Católica de Chile le debe una explicación al país, debe explicar porque cuando José Piñera abrió las puertas para que se segregara al país en la salud, lo hizo en completo desacuerdo con las enseñanzas de Cristo. En nombre de Cristo no se debe permitir que se segregue a las personas por la salud en cuanto a la cantidad de dinero que se posea; todos los chilenos debemos volver a Fonasa tal como era antes de la instauración de la fatídica Constitución del 80.

No tenemos porqué aceptar a las Isapres. Son instituciones que segregan la salud, conduciendo a la mayoría del país a una pésima salud mientras ellos obtienen enormes utilidades con los más ricos. Esto es inmoral y debe terminar.

[i] Superintendencia de Salud, Marzo 1981

 

 

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