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Camila Castillo Guerrero, Abogada Acabamos de terminar un año que fue inesperado para todas y todos, un año difícil. Durante este tiempo quedó en evidencia... El 2021 es con nosotras

Camila Castillo Guerrero, Abogada

Acabamos de terminar un año que fue inesperado para todas y todos, un año difícil. Durante este tiempo quedó en evidencia el grave problema base de nuestro país: la desigualdad. El pasado año le dio más sentido aun a las demandas del 2019, aquellas que desbordaron las calles de todo el país y que hicieron posible el llamado al plebiscito, cuyo triunfo nos tiene ahora en un camino de esperanza de que es posible comenzar a escribir una nueva historia para Chile.

En nuestra región los altos número de contagios obedecen a problemas que existían desde antes del Coronavirus. Era previsible que el virus nos afectara en esta magnitud con las altas cifras de empleo informal y déficit habitacional, problemas que tienen a las mujeres como protagonistas.

En nuestra región son ellas quienes ejercen en mayoría las jefaturas de hogar en las familias más vulnerables, y que durante las extensas cuarentenas pudieron sentir en carne propia la desigualdad del sistema y la falta de voluntad de los que gobiernan para entregarles soluciones.

Este nuevo año se inicia con una posibilidad de cambio, que hemos empujado nosotras y nosotros y que no nos será arrebatada.

Tenemos la oportunidad histórica de elegir una Convención Constitucional paritaria que redacte nuestro nuevo pacto social, en donde la perspectiva de género no solo pasará por un reconocimiento formal de igualdad entre hombre y mujer, sino que debe ser sustancial, de tal forma de que se haga cargo de delinear condiciones de igualdad a las mujeres en los distintos ámbitos de su desarrollo, es decir, desde la primera hoja hasta la última, en cada uno de los derechos y en cada una de las instituciones que se regulen en la Constitución Política.

En las próximas semanas el llamado es a no marginarse de esta discusión, a copar la discusión pública con nuestras necesidades y propuestas, continuar dialogando entre nosotras para definir los mínimos de una Constitución que represente a las mujeres, y así poder elegir a representantes que nos garanticen ese dialogo necesario, en una Convención Constitucional que deberá tener a los cabildos y las organizaciones sociales en el centro del debate. Este año es nuestro, porque será con nosotras de protagonistas.

 

 

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