¿Hugo Gutiérrez a la Convención Constituyente?

Julio Cámara Cortés.- 

En el plebiscito del pasado 25 de octubre, la ciudadanía hablo fuerte y claro: Quiere una nueva constitución, que defina un camino de desarrollo opuesto al actual sistema político y económico, que genere condiciones reales de progreso y mejor calidad de vida para las chilenas y chilenos.

También se pronunció, categóricamente, por el mecanismo a través de la que debe elaborarse la nueva constitución, consistente en una convención electa desde la propia ciudadanía, que sea la gente, la que sufre mayoritariamente las consecuencias de un modelo que les agobia, la que decida quienes la representaran en dicha convención.

Por tanto, la tarea crucial a enfrentar en abril 2021, acorde al contundente mandato expresado en las urnas, es obtener una mayoría en la convención que redactará la  constitución, que incorpore, sin ambigüedades ni dobles lecturas, que las demandas que han movilizado masivamente y de manera transversal a la ciudadanía desde octubre 2019, estarán garantizadas en la nueva carta fundamental.

Dicha tarea no se contrapone ni minimiza las otras definiciones que estarán en las papeletas de abril próximo, esto es, elegir, por primera vez, gobernadores regionales, y conformar nuevos gobiernos comunales, alcaldes y concejales, que contribuyan, desde sus esferas de acción y decisión, a impulsar los cambios que el país necesita.

Todo lo anterior, implica para los referentes políticos y sectores independientes interesados en acceder a dichos espacios de representación, poner en la mesa de acuerdos y negociaciones las mejores cartas electorales, hombres y mujeres, con capacidad de convocatoria y reconocimiento ciudadano y, sobre todo, que superen la “prueba de la blancura”, acorde también a los nuevos parámetros de escrutinio público en materia de probidad y transparencia

Como se podrá apreciar, la tarea no es sencilla, en especial en el caso de la elección de los constituyentes, derivado en que el esquema de elección que se aplicará es el mismo que rige para los comicios de diputados, correspondiendo para la región solo tres cupos, lo que obliga a sumar fuerzas a través de alianzas y/o pactos, a fin que no haya dispersión de votos, sumado a la voluntad y decisión de poner en competencia a candidatos/as con probado arraigo popular, con trayectoria y compromiso con las demandas levantadas por la ciudadanía.

En ese escenario, un tanto complejo, por el sistema en que se elegirán los constituyentes, podría ocurrir que la Derecha que apoyó, salvo excepciones, la opción de rechazar una nueva constitución, y que alcanzó un escuálido 21% de apoyo ciudadano, obtuviera una sobre representación en dicha convención, repitiendo lo sucedido en la última elección parlamentaria, cuando ganó dos de los tres diputados que corresponden al distrito, derivado principalmente a que no hubo una lista unitaria que concentrara la votación.

Con miras a los desafíos electorales de abril próximo, sería un error  político tremendo repetir una experiencia similar, y un verdadero contrasentido con el mayoritario veredicto ciudadano emanado en el plebiscito de octubre. Sin embargo, en la dirección de articular una lista unitaria y competitiva que asegure mayor representación en la convención, las señales que se perciben hasta ahora distan de ser alentadoras.

En tal dilema, y asumiendo a cabalidad el difícil escenario expuesto, y los tiempos acotados para la inscripción de listas y candidatos/as, a mi parecer se requieren decisiones políticas que permitan levantar una propuesta electoral de mayor fortaleza competitiva que garantice obtener la mayoría de los constituyentes que corresponden a la región.

Ese objetivo mayor, o tarea crucial como señalé, tendría mayor factibilidad de concretarse con la inclusión entre los potenciales candidatos/as del actual diputado del distrito Hugo Gutiérrez Gálvez, un hombre de trayectoria en la defensa de los DD.HH., luchador incansable contra la corrupción, cuya consecuencia, valentía y compromiso con las demandas y cambios que el país requiere con urgencia, están fuera de toda duda.

Una carta electoral como la descrita, contribuiría decisivamente a potenciar una plantilla de candidatos/as a los comicios de abril, con reales posibilidades de obtener  a lo menos dos cupos en los constituyentes.

Si bien esta es una opinión personal, es compartida por  amigos/as que observamos con inquietud de ciudadanos/as los desafíos y definiciones electorales que se avecinan. Asumo, además, que es una opinión o propuesta no exenta de dificultades varias dada la actual investidura que ostenta hoy Hugo Gutiérrez G.

Pero, al mismo tiempo, sé que hablo de un hombre, de un dirigente político serio, que sabe aquilatar las tareas que se deben acometer y las prioridades para encauzarlas.