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Profesor Haroldo Quinteros Bugueño.-   ¿Qué es lo que realmente se celebra el 12 octubre, y por qué en algunos países latinoamericanos no se celebra?...   12 de octubre, ¿algo nuestro que celebrar?

Profesor Haroldo Quinteros Bugueño.- 

 ¿Qué es lo que realmente se celebra el 12 octubre, y por qué en algunos países latinoamericanos no se celebra? Veamos:

El 12 de octubre es el día nacional de España. Allá es un día feriado, aunque cada vez se celebra oficialmente con menos entusiasmo popular, como lo vamos a analizar luego. Lo que llama la atención es que desde la colonia (hace unos 500 años ya) hasta hoy, este día también es feriado en Chile y en varios países latinoamericanos. Es el día en que Cristóbal Colón, un cartógrafo y marino genovés del siglo XV, arribó a una isla del Caribe, Guanahani, en 1492. Colón tomó posesión de esa tierra y todo lo que descubriera, obviamente de manera unilateral,  en nombre de los reyes Católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.

Para los españoles de aquellos tiempos, esto fue una hazaña que elevaba a España a la categoría no sólo de potencia mundial, sino de primera potencia mundial. Ese mismo año 1492, los árabes habían sido expulsados de España, desde Toledo por el norte hasta Andalucía en el sur. También fue el año en que los reinos hispanos más poderosos Castilla y Aragón, unidos, daban comienzo a la nación española de hoy. Eso es lo que los españoles celebran el 12 de octubre. Sin embargo, al respecto, hay que hacer  importantes precisiones:

Los estados europeos, en la época que erróneamente hasta hoy sigue llamándose “la era de los descubrimientos” (del siglo XV al XVI, fundamentalmente) ocuparon militarmente América, África y  algunas regiones de Asia exclusivamente con el fin de anexarlas como propiedades territoriales para extraer sus riquezas, particularmente oro y plata, el acicate que entonces movía las noveles industrias que darían paso al sistema capitalista hegemónicamente vigente hasta hoy en el mundo. Es importante entender que en esos tiempos, una nación no era la más poderosa por las industrias que tuviera, sino por el oro que albergaran las arcas imperiales y los bancos de sus estados, porque la producción industrial masiva se encontraba sólo en sus comienzos, y ésta crecía en la medida que hubiese compradores con suficiente moneda, oro y plata. Es lo que la ciencia histórica llama la época del “capitalismo mercantil” o, simplemente, “mercantilismo.”

De manera que es un error llamar a esos tiempos “era de los descubrimientos,” como también es un error llamar al 12 de octubre el día del “descubrimiento de América.” La verdad objetiva es que en esa era no hubo ningún descubrimiento, sino sólo invasión y ocupación de territorios ya ocupados por civilizaciones militarmente más débiles que las europeas. El concepto “descubrimiento de América” es una falsedad que las historias oficiales de España y de América repitieron durante mucho tiempo. Sólo en los últimos años ese nombre se ha estado cambiando. Es así porque desde el más estricto punto de vista histórico, nunca hubo descubrimiento en 1492, por lo menos por dos razones:

Primero, el viaje de Colón no  pretendía descubrir nada, sino llegar al este de Asia navegando hacia el occidente de Europa; esto, obviamente porque los españoles y todos los europeos ya sabían que la tierra era redonda. Lo que no sabían era que nuestro planeta era mucho más grande que lo que ellos creían, y así por casi un siglo estuvieron convencidos que al desembarcar en América lo habían hecho en Asia, error que Colón registró explícitamente en su bitácora y en cartas dirigidas a sus mecenas, los reyes de España. Cuba, entonces, era Cipango (Japón), Las Bahamas eran unas islas cercanas a la India, La Florida (Estados Unidos) era Catay (China), y Méjico era la India continental (de ahí el nombre “indio” a los aborígenes americanos, que aunque originalmente equivocado, por uso,  es hoy correcto).

Luego, ni Colón ni nadie en Europa sabían que el 12 de octubre de 1492, el genovés se había topado, sin saberlo, con una tierra intermedia entre Europa y Asia en ruta hacia occidente. Esa es la lógica razón por la que nunca Colón ni nadie en ese tiempo llamaron “descubrimiento” a aquel incidente.  Segundo, porque  en nuestros tiempos, en que tenemos la convicción que todos los seres humanos comparten una naturaleza común y, por lo tanto, tienen los mismos derechos, no se puede hablar de “descubrir” personas. Se descubre sólo objetos, cosas ocultas; es decir, a otros seres humanos se los encuentra, se los conoce. La Biología, la Sociología y todas las ciencias humanas así lo establecen de manera definitiva y tajante. En América, además, había grandes civilizaciones, y dos de ellas eran realmente extraordinarias, la maya y la incásica, superior en muchos aspectos a la europea, como en Medicina, Astronomía, Ciencias agropecuarias, etc.

En fin, el “descubrimiento de América” no fue tal, sino un encuentro, en el que la civilización más fuerte doblegó a la más débil, para luego esclavizarla y despojarla, y cuando así lo decidió, masacrarla. En efecto, el objetivo de la posesión del oro se consiguió sin escatimar ningún medio, incluido el genocidio. Europa creció, se enriqueció y desarrolló vertiginosamente, y si es hoy lo que es, se lo debe a nuestros pueblos originarios. Más de las tres cuartas partes de la población continental americana fue aniquilada en menos de cien años, el genocidio y holocausto mayor que registra la historia humana.

Ahora bien, a través del tiempo, el 12 de octubre ha recibido tres nombres por los españoles: Descubrimiento de América, Día de la Raza, y Día de la Hispanidad. Todos, absolutamente todos estos nombres, son incorrectos. “Descubrimiento de América” es el apelativo más inexacto de los tres, como ya lo hemos demostrado. “Día de la Raza” también es equivocado porque parte de la noción de la existencia de razas, lo que es un error. Al establecerlo, hace unos doscientos años, los españoles se referían a lo que ellos llamaban “su raza,” pero hoy estamos en el siglo XXI, cuando ya está acreditado que el concepto “raza” es de total obsolescencia por su invalidez científica.

Como bien señalan los sociólogos estadounidenses Mac Iver y Page, en términos biológicos y antropológicos las razas no existen. Por lo tanto, en el universo los humanos somos una sola “especie.” A veces, por pura ars retorica, se emplea el término en referencia a una nación, pero en la realidad, eso es un error. Efectivamente, como lo ha determinado definitivamente el descubrimiento del genoma, las diferencias biológicas entre los seres humanos son insignificantes, aunque en ello vayan diferencias en ciertos rasgos físicos como el color de la piel,  la estatura o la forma del cráneo.

En suma, sólo puede hablarse de “pueblos,” “etnias” y “comunidades,” que sólo albergan diferencias culturales, nada más. En España, por lo tanto ya no existe tal “Día de la Raza.” Consciente del ridículo internacional que hacía el estado español con usar tal apelativo para su  día nacional, fue eliminado oficialmente en 1987. Lo triste y más ridículo es que en Chile y América Latina, todavía, especialmente en el ambiente educacional, se sigue con ese error. También algunos en Chile le llaman “Día de la Hispanidad,” nombre que tampoco tiene asidero, ni siquiera en España, donde oficialmente no se usa.

En resumen, en el remoto pasado, los españoles proclamaron su día nacional el 12 de octubre por lo que para ellos era la “hazaña del descubrimiento de América.” Sin embargo,  la espantosa tragedia de la colonización, sobre todo en los primeros doscientos años, amplia y universalmente develada por la ciencia histórica, terminó por cambiar el propio pensamiento español al respecto. De modo que no fue ninguna hazaña la colonización de América, cuestión que los hispanos han asimilado muy bien, sobre todo en los ambientes intelectuales. Es decir, ¿puede llamarse “hazaña” a la casualidad, a toparse con lo que no se sabe qué es? ¿Puede también llamarse “hazaña” al genocidio que advino con la invasión de  territorios ocupados por millones de seres humanos? Entonces, viene la pregunta lógica: si aún sigue vigente en España el 12 de octubre como día nacional, ¿cómo lo llaman?.

La verdad es que en España hoy se duda de la validez del 12 de octubre. De hecho, justo en estos días, un número importante de organizaciones sociales, intelectuales y políticas de España están proponiendo la eliminación del 12 de octubre como su día nacional,  porque en los tiempos de hoy, en que el Humanismo universal, la democracia y el respeto a los Derechos Humanos son la esencia constitutiva de la civilización, no puede aceptarse que nadie celebre días patrios si tras ellos hay conquista militar, saqueo, esclavitud y genocidio. Por el contrario, a muchos españoles, sobre todo intelectuales y progresistas, les avergüenza que el 12 de octubre sea una fecha de duelo  para  miles de organizaciones que agrupan a las etnias originarias americanas, desde América del Norte hasta la Patagonia.

Entonces, ¿por qué el 12 de octubre es feriado en Chile, si es un día del que no están convencidos ni los mismos españoles, y, además, es el día nacional de otro país? Hoy hay un proceso en marcha en el continente por acabar con este día como feriado que celebrar. En países doctrinariamente anti-imperialistas como Cuba no se celebra. Por el contrario, en Cuba, una fecha importante de conmemorar es el 10 de octubre, el día de 1868 en que los patriotas cubanos iniciaron su guerra de independencia contra España. En Nicaragua se recuerda este día como el Día de la Resistencia Indígena. En Brasil, el 12 de octubre es algo así como el 16 de julio chileno, y nada más, el día de la Virgen María o “Virgen Aparecida.” En Chile, con arreglo a la Ley 3.810 del año 2000, el 12 de octubre es el “Día del Encuentro de Dos Mundos,” y aunque ese es el nombre oficial que se le dio, muy poco se lo nombra así en Chile, lo que es incomprensible.

La única razón conocida que aducen algunos –conservadores, por cierto-  para llamar al 12 de octubre “Día de la Hispanidad,” es que la conquista nos introdujo en la corriente cultural y política europea, pero si bien eso es admisible, ¿es ese día  digno de celebrarse, si la entrada a esa corriente significó la esclavitud y el exterminio de etnias completas, además de un colonizaje despiadado contra el cual se alzaron nuestros pueblos durante tres siglos, desde el heroico pueblo mapuche hasta los patriotas criollos independentistas? Esto es lo que explica por qué Carrera, O’ Higgins, Rodríguez, San Martín, Bolívar, Sucre, Artigas, etc., etc, es decir todos los patriotas de la independencia chilena y americana que llegaron al poder del estado, no celebraron nunca el 12 de octubre. Durante la colonia, el 12 de octubre, como es lógico, lo celebraban los españoles residentes y los criollos realistas.

Era el día de España y, por natural extensión, también el día de la colonia llamada Chile. Aquellos realistas era la vieja aristocracia “pelucona” que, luego de ser derrotada en Maipú,  recuperó el poder del Estado en 1830. Fue su jefe mayor, el ministro Portales, quien no sólo impuso el 18 de septiembre (el día de 1810 en que los realistas juraron lealtad al rey de España) como nuestro día patrio, sino que además introdujo el 12 de octubre, el día nacional de España, como una fecha que celebrar en Chile, retrotrayendo nuestra historia a los tiempos de la colonia. De modo que este día siempre ha sido un día feriado en Chile, aunque sólo se institucionalizó como tal en 1921, con el nombre de “Día del Descubrimiento de América,” bajo la presidencia de Arturo Alessandri Palma. Por lo menos, en el año  2000, bajo el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, aquel anacrónico nombre se cambió por el más eufónico “Encuentro de dos Mundos.”

Lo curioso es que es posible que los españoles eliminen alguna vez el 12 de octubre como su día nacional. Si así sucede, tendremos que eliminar en Chile ese feriado de nuestro calendario, lo que aún hacemos como si todavía fuéramos una colonia. Un absurdo,  porque, por supuesto, ya no lo somos.

Hay días en la historia de España mucho más significativos y honrosos  como para constituirse en su día nacional, como bien lo saben los españoles. Están, por ejemplo, el 2 de enero, el día de  la victoria de los Reyes Católicos sobre el Islam, el mismo año 1492, porque fue esa victoria la que dio origen a la nación española de hoy. También puede ser el 29 de septiembre, el día en que el año 1547 nació don Miguel de Cervantes y Saavedra, el novelista más grande de todos los tiempos. También está el día del inicio del Motín de Aranjuez, el 17 de marzo de 1808, porque ese evento fue la culminación de un movimiento popular que terminó con la caída del impopular rey Carlos IV y su nefasto ministro Manuel Godoy, poniéndose así fin al Antiguo Régimen. O, quizás, el 14 de abril, el día en que el año 1931 los españoles proclamaron democráticamente la República.

Para terminar, como divertido colofón en este breve artículo, anotemos que Colón no llegó a América el 12 de octubre, sino el 21 de ese mes, porque en 1492 aún regía el antiguo calendario juliano (establecido en el año 46 a. C. por Julio César), cuyos errores de cálculo astronómicos fueron corregidos al establecerse el actual calendario gregoriano, así llamado porque lo proclamó oficialmente al mundo cristiano el Papa Gregorio XIII en 1582. Es este el calendario que hoy rige en todos los países del mundo.

Una respuesta a “  12 de octubre, ¿algo nuestro que celebrar?”

  1. Leonel Freddy Reyes Fernandez dice:

    Estimado:
    Felicitaciones!!!…Enhorabuena!!
    Excelente su análisis, Prof. Haroldo. En tiempos en que la verdad comienza a des-velarse se hace necesario retomar estos aspectos para la Nueva Constitución, sobre todo en lo que respecta al tema de EDUCACIÓN. No sólo en sus aspectos metodológicos -que ya sería un gran paso- sino también en sus contenidos programáticos: mucha información, pero poco para pensar, investigar y repensar paradigmas.
    Estos errores históricos -a mi parecer intencionados por quien ostenta el poder y escribe la historia- han tenido efectos negativos en nuestra construcción de identidad y de país en todos los territorios que fueron conquistados a la fuerza de cruz y espada.
    Su reflexión me recuerda la Teoría de la Caverna del filósofo griego, Platón: solo vemos y vivimos en las sombras de la realidad. Pero es necesario que un nuevo humanismo (y etapa histórica) nazca de este verdadero des-cubrimiento: el de la verdad desnuda tal cual, aunque duela conocerla y aceptarla. Pero es la única forma de ser libres de doctrinas tóxicas y evolucionar a nuevos estadios de desarrollo sociocultural, político y económico.
    Su aporte en estos días de crisis sistémica, es importante y necesario.
    Desde ya cuento con su visto bueno para difundir esta valiosa síntesis.
    Saludos fraternos.