Edición Cero

Dr. Alex Soza Orellana, Chileno, Iquiqueño, residente en Cuba “Hemos triunfado para derrocar definitivamente la explotación imperialista, para terminar con los monopolios, para hacer una... 4 de septiembre de 1970  50 años de una gran  Victoria popular

Dr. Alex Soza Orellana, Chileno, Iquiqueño, residente en Cuba

“Hemos triunfado para derrocar definitivamente la explotación imperialista, para terminar con los monopolios, para hacer una profunda reforma agraria, para controlar el comercio de exportación e importación, para nacionalizar, en fin, el crédito, pilares todos que harán factible el progreso de Chile, creando el capital social que impulsará nuestro desarrollo………

Chile abre un camino que otros pueblos de América y del mundo podrán seguir.

Sólo quiero señalar ante la historia el hecho trascendental que ustedes han realizado, derrotando la soberbia del dinero, la presión y amenaza, la información deformada, la campaña del terror, de la insidia y la maldad. Cuando un pueblo ha sido capaz de esto, será capaz también de comprender que sólo trabajando más y produciendo más podremos hacer que Chile progrese y que el hombre y la mujer de nuestra tierra, la pareja humana, tengan derecho auténtico al trabajo, a la vivienda, a la salud, a la educación, al descanso, a la cultura y a la recreación, juntos, con el esfuerzo de ustedes vamos a hacer un gobierno revolucionario……….La revolución no implica destruir sino construir, no implica arrasar sino edificar

Nunca como ahora, sentí el calor humano; y nunca como ahora la canción nacional tuvo para ustedes como para mí tanto y tan profundo significado. En nuestro discurso lo dijimos: somos los herederos de los padres de la patria y juntos haremos la segunda independencia: la independencia económica de Chile…….. piensen en el mañana duro que tendremos por delante, cuando tengamos que poner más pasión, más cariño, para hacer cada vez más grande a Chile, y cada vez más justa la vida en nuestra patria.

Gracias, gracias, compañeras. Gracias, gracias, compañeros. …..A la lealtad de ustedes, responderé con la lealtad de un gobernante del pueblo, con la lealtad del compañero Presidente”.

Estas emocionadas palabras del Dr. Salvador Allende eran dirigidas al pueblo de la capital, en representación del pueblo chileno, que se reunió frente al balcón de la Federación de Estudiantes de Chile en la noche del 4 de septiembre de 1970, hace 50 años, para celebrar el triunfo de la Unidad Popular en las elecciones presidenciales recién culminadas, realmente eran las 2 de la madrugada del día siguiente.

Una muy significativa victoria en la más reñida de las contiendas electorales de la historia de nuestra patria. El Dr. Salvador Allende, candidato de la Unidad Popular, obtenía la primera mayoría con el 36.4% de la votación seguido de muy cerca por el candidato de la derecha Jorge Alessandri que alcanzó el 34.9%. Radomiro Tomic el candidato de la Democracia Cristiana logró el 27.8%. En esa ocasión votaron unos 3 millones de chilenos

Como ninguno de  los candidatos obtuvo la mayoría absoluta (50+1) el Congreso Nacional debe elegir el nuevo Presidente de la República. Históricamente siempre se ha inclinado por la primera mayoría, momento que se daría el próximo 24 de octubre. Así que la batalla electoral todavía no había terminado y en ese periodo de casi dos meses los perdedores extranjeros y nacionales se la jugarán todavía por impedir que se ratifique al Dr. Salvador Allende y así suceden muchas cosas, corre mucho dinero, mucho chantaje, amenazas, agresiones, campaña de terror y el asesinato del Comandante en Jefe del Ejército, el General René Schneider.

El Dr. Salvador Allende fue confirmado como ganador con 153 votos a favor y 35 votos a favor de Jorge Alessandri. Así tras estos agitados meses previos, el 3 de noviembre de 1970 el Dr. Salvador Allende asume el gobierno de la Unidad popular. Fue el gobierno más democrático de la historia de Chile con un proyecto de desarrollo nacional, plasmado en un Programa Popular y en 40 medidas inmediatas, un Programa con un claro contenido antiimperialista, de soberanía nacional y económica, con un alto espíritu de justicia social, que incluyó a amplios sectores y clases sociales de nuestra sociedad. Subrayo lo democrático por haber sido refrendado por el voto popular y por el empeño de llevar adelante el Programa dentro de la institucionalidad vigente.

La Victoria de la Unidad Popular y del Dr. Salvador Allende estremeció, no solo el mundo capitalista, al imperialismo norteamericano, sino también el campo socialista ya que por primera vez en la historia universal  un candidato socialista-marxista, llegaba al “poder”, más bien dicho al gobierno, por una vía electoral, no exenta de violencia, y no por una vía insurreccional, una vía armada como era lo más esperado en el contexto político internacional. El proceso inconcluso se inició a pesar de todas las trampas y medidas de sus detractores nacionales y foráneos y en los tres años que duró se alcanzaron grandes transformaciones  revolucionarias, que no es el tema de estas reflexiones.

La victoria del ahora Compañero Presidente, de la Unidad Popular, no fue  producto de ninguna situación coyuntural sino que fue producto de largos años de lucha. Solo fue posible por la conjunción de diversas fuerzas de izquierda, movimientos populares y sociales, desde L.E. Recabarren con poderoso movimiento obrero con conciencia de clase,  de estudiantes, de campesinos, de pueblos originarios, pobladores, de intelectuales y de la cultura, cristianos,  de mujeres. Todos fueron conformando un cúmulo de demandas, de reivindicaciones democráticas, antioligárquicas, antiimperialistas.

Allende fue un gran líder político pero también un luchador social, un constructor de movimientos sociales, su estrategia siempre fue la conformación de una unidad amplia en la que la base fundamental es la unidad socialista-comunista.

Remontándonos al año 1950 tenemos que el Partido Socialista Popular proclamó al ex dictador  Carlos Ibáñez del Campo como su candidato presidencial para la contienda de 1952, El Dr. Salvador Allende con un grupo de militantes leales al socialismo se separa del PSP y en octubre de 1951 el Partido Socialista de Chile proclama al Dr. Salvador Allende como candidato presidencial, el Partido Comunista, aun ilegal, le entrega su apoyo conformándose así el Frente del Pueblo que protagonizará el primer 4 de septiembre de nuestro Compañero Presidente, que definió este Frente como “un potente movimiento nacional, antiimperialista, antioligárquico, antifeudal”. El Dr. Salvador Allende ese 4 de septiembre de 1952 obtuvo unos 51 mil votos, un 5.4% de los votos, para él fue un triunfo, viéndolo desde el punto de vista de haber sembrado una semilla para el futuro, para las futuras batallas.

El segundo 4 de septiembre de nuestro Compañero Presiente  fue para las elecciones de 1958 esta vez con el Frente de Acción Popular, FRAP. La campaña fue más intensa. En la marcha de su proclamación asistieron más de 100 mil personas, portando banderas, carteles y gritos de consignas reivindicatorias, reforma agraria, el cobre para Chile, etc. Es llamativo en esta campaña el “Tren de la Victoria”, referente para otras iniciativas, como el “Tren de la Salud”, el “Tren de la Cultura” en las futuras campañas de nuestro Compañero Presidente.

El Tren de la Victoria salió de Santiago  con destino a Puerto Montt, en él estaban embarcados el Dr. Salvador Allende y otros dirigentes del FRAP y de las organizaciones juveniles. El tren paraba en cada una de las estaciones ferroviarias que existían en el trayecto, allí el candidato era recibido y ovacionado por los pobladores, campesinos, mineros, mapuches, niños y mujeres, 10, 20, cien  o más, en ocasiones se bajaban a un lugar de concentración y allí Allende y otros pronunciaban sendos  discursos, por la mañana, tarde o de noche, incluso de madrugada. Fue como decía una campaña agotadora. La elección la ganó el derechista Jorge Alessandri por una diferencia con Allende de solo 30 mil votos. Curiosamente en esta contienda electoral se presentó el “Cura de Catapilco”, un diputado renegado del FRAP que fue “contratado” por la derecha para restarle votos a la izquierda. Este cura obtuvo 30 mil votos.

Luego de este 4 de septiembre con mucho sabor a victoria, nuestro Compañero Presidente no se desanima para nada y pone su mirada en la campaña de 1964, que transcurrirá con nuevas características, con otras armas por parte de sus contendientes. Ya a estas alturas el Dr. Salvador Allende había llamado la atención de los aparatos de inteligencia y de seguridad del gobierno de los EEUU de Norteamérica.

En este periodo el imperialismo norteamericano con una política injerencista pone muchos recursos para impedir que el socialista Allende logre triunfar en las elecciones del 64, ya como presunto candidato del FRAP. Sus contendientes esta vez son Julio Durán, de Partido Radical, apoyado por la derecha, Eduardo Frei Montalva por la Democracia Cristiana con un crecimiento significativo de sus adherentes. A inicios de 1964 se dio una suerte de prueba de fuerzas en la elección del sustituto de un diputado socialista en Curicó, fallecido, las tres partes presentaron su candidato, ganó rotundamente la izquierda. Esto alertó aún más a la derecha chilena y al gobierno de los EEUU de Norteamérica del inminente triunfo del Dr. Salvador Allende y  decidió impedir a toda costa tal hecho y apoyar resueltamente a Frei, con su “Revolución en libertad” a pesar de que implicaba elementos como reforma agraria, reforma en las empresas y bancos y una chilenización del cobre.

Los documentos desclasificados del Departamento de Estado, de la CIA, el pentágono y el informe de la Comisión Church del Senado de los EEUU de Norteamérica dan cuenta de la magnitud de la ayuda, más de 20 millones de USD,  a la campaña de Eduardo Frei, toda una campaña de manipulación de la información, mentiras, terror anticomunista, mediada por el diario El Mercurio.

La elección de ese tercer 4 de septiembre del Dr. Salvador Allende la ganó rotundamente Eduardo Frei con un 56% de la votación, el Dr. Salvador Allende alcanzó el 38% y por último el radical Durán el 5%.

Realmente ya con estos elementos, los partidarios de Allende sacaban cuentas y veían difícil una cuarta oportunidad para este “eterno candidato presidencial”. Pero nuestro Compañero Presidente no desmayó sus empeños, ya era un líder indiscutible más allá de su partido y también en el ámbito internacional. Es conocido su solidaridad con la Revolución Cubana, sus continuos viajes a la Isla, su amistad con Fidel Castro, Che Guevara y otros dirigentes de dicho proceso, llamó la atención con sus fogosa denuncias de todas las acciones perpetradas por el gobierno norteamericano, como la invasión mercenaria de Playa Girón, todo esto a pesar de sus convicciones estratégicas.  En este periodo, 64-70 la situación regional e internacional había cambiado, un fervor insurreccional, de lucha armada, recorría los continentes de África y Asia, los movimientos de liberación nacional anticoloniales libraban heroicas batallas y lograban significativos triunfos, nuestro Compañero Presidente participa en 1966 en la Conferencia Tricontinental de los pueblos de Asia, África y América Latina y en la creación de la OSPAAAL, Organización para la Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina, propone la creación de la OLAS, Organización Latinoamericana de Solidaridad. Visita la Unión Soviética en 1967, año en que es asesinado el Comandante Guevara en Bolivia y en febrero del 68 acompaña a Tahití a los tres guerrilleros cubanos que ingresaron por el norte de Chile. Allende era en esos momentos el presidente del Senado. Visita en 1969 Corea del Norte y Vietnam entrevistándose con Kim Il Sung y el legendario Ho Chi Minh.

La efervescencia guerrillera, también influyó en Chile y así surgen nuevas  organizaciones y movimientos afines a la revolución cubana, a las tesis insurreccionales, a las estrategias político-militares, trotskistas, maoístas. En fin todo esto afectó obviamente las convicciones de nuestro Compañero Presidente Allende, que por supuesto no desechó.

En octubre de 1969 hubo un intento de golpe de estado protagonizado por el general Roberto Viaux, movimiento motivado por mejoras de salario  de recursos y material bélico, pero con otros trasfondos dentro de la intriga norteamericana. Hecho conocido como el Tacnazo

Un hecho significativo en este periodo también fue la ruptura del Dr. Salvador Allende con la masonería en 1965, por su indiferencia o pasividad ante la situación del pueblo chileno.

El gobierno de Frei transcurrió con el cumplimiento de la reforma agraria  que adelantó significativamente el problema en medio de numerosas huelgas del campesinado, ocupación de tierras, violencia. La chilenización del cobre no fue realmente positiva y los que salieron ganando fueron siempre las empresas foráneas, norteamericanas. La reforma de las empresas no se cumplimentó, igualmente quedo en papeles la reforma bancaria.

Así, entre una y otras situaciones internas de cada partido del FRAP y otras que se fueron sumando, las fuerzas de izquierda concluyeron en crear la Unidad Popular que se constituyó definitivamente el 9 de octubre de 1969, en ella se anotaron como siempre los partidos socialistas y comunistas, los radicales, socialdemócratas, el Movimiento de Acción Popular Unitaria y la Acción Popular Independiente. El Programa Básico de Gobierno se conformó a mediados de diciembre. Posteriormente también se adhirió el Partido Democrático Nacional, todo marchaba unitariamente bien, pero no fue fácil elegir el candidato, debía haber un candidato único.

El Partido Comunista había enarbolado la candidatura de Pablo Neruda, el Partido Radical y PADENA a Alberto Baltra, el Acción Popular Independiente y el Partido Socialdemócrata a Rafael Tarud, Jacques Chonchol por el MAPU y el Dr. Salvador Allende, con grandes apuros, por el Partido Socialista. Ninguno quería bajar su candidato.

El primero en bajarse fue J. Chonchol, en los otros había disposición. El Partido Comunista había dado un ultimátum y había convocado a una gran concentración en la Plaza Bulnes, para el 22 de enero de ese nuevo año 1970, para proclamar definitivamente a Neruda como candidato si no había acuerdo. Pero poco antes de las 7 de la tarde se logró unidad. “Salió humo blanco, tenemos candidato único…es Salvador Allende” fueron las palabras iniciales de Luis Corvalán, al comenzar el acto. Como se esperaba la ovación fue tremenda, la gente desató una gran alegría a gritos de ¡Allende!, ¡Allende! ¡Allende!,  y ¡el pueblo unido jamás sera vencido! Alegría que recorrió todo Chile que amaneció pintado con el nombre de Allende, con el símbolo de la Unidad Popular, las Brigadas Ramona Parra y Elmo Catalán, como alguien dijo por ahí, pintaron hasta el cielo. Las paredes y muros de la patria lucieron vivos colores. La cultura cantó y fueron los artistas que llenaron el éter con sus combativas canciones de victoria, “somos los más y los mejores”, “Venceremos, mil cadenas habrá que vencer, mil cadenas habrá que romper”. Se inició así la campaña con desventaja en tiempo, fue la campaña más corta de toda la historia de las contiendas electorales, triunfaba así nuevamente la unidad, unidad de las fuerzas políticas de izquierda, los movimientos populares y sociales, unidad de la esperanza de un Chile Nuevo que como sabemos fue realidad en un cuarto 4 de septiembre, esta vez de 1970.

Así mismo fue la historia, muy resumida por cierto ya que pasaron muchas, pero muchas cosas más, para alcanzar esta victoria, y otras muchas cosas más para llevar adelante este proceso revolucionario.

4 veces 4 septiembres, 18 años, fueron necesarios para tales empeños, para demostrar que el pueblo tenía fe en la victoria de su Compañero Presidente Allende y todos sabemos que, con sus penas y glorias, no nos defraudó, no defraudó a los trabajadores vital sostén de su lucha y precisamente a ellos dedicó sus últimas palabras, los últimos minutos de su vida. La esperanza quedó inconclusa, postergada para tiempos futuros, para cuando el hombre nuevo transite libre por las alamedas nuevamente abiertas. Indudablemente el mandato quedó en la mesa, pero solo lo alcanzará una nueva unidad, difícil como siempre, pero no imposible,  esencial para cumplir con nuestro Compañero Presidente Allende. 

Los comentarios están cerrados.