El Taki Ongoy para la jerarquía eclesiástica chilena.
Opinión y Comentarios 31 mayo, 2018 Edición Cero
Leonel Reyes Fernández/ Lic. en Ciencias Religiosas y desarrolla labores de docencia universitaria (*)
Esto sucedió hace 42 años …
Eran tiempos donde con gran valentía y determinación, un movimiento cristiano y pastoral de gran envergadura moral y ética, buscaban cambios profundos en la forma de vida de miles y millones de personas pobres en esta parte de América del Sur. Eran tiempos de un Evangelio verdaderamente subversivo y solidario con la condición humana empobrecida, maltratada, violentada en sus derechos fundamentales.
Eran los tiempos de agosto de 1976…
Se sucedió la detención violenta de 17 obispos latinoamericanos y sus colaboradores (33 sacerdotes de distintas nacionalidades, unas cuantas religiosas y laicos), fueron presos, incomunicados y expulsados del Ecuador. Este hecho marcó un hito histórico para el continente, de aquellos años dorados de la vida apostólica de insignes obispos, tales como Leónidas Proaño (obispo anfitrión), Enrique Alvear, Fernando Ariztía y Carlos Gonzáles entre los chilenos invitados, nuestros.
Y llegó el día y hora de la interrupción violenta de la represión policial…
Era el día 12 de agosto, hora 17:15 aproximadamente, cuando unos 40 policías vestidos de civil entraron y sorprendieron a los moradores del Hogar Santa Cruz, Riobamba, Ecuador. Los policías de civil cargaban metralletas, pistolas bombas de gas en sus manos. La actuación fue rápida y violenta: golpearon a varios sacerdotes; arrastraron a una religiosa; encañonaron y forcejearon a quien encontraron a su paso. Los arrestados fueron conducidos a un bus policial, fuertemente escoltados por otros 3 vehículos civiles. Todos los habitante del Hogar, asambleístas o no, fueron indiscriminadamente detenidos sin explicación alguna.
Y reapareció la voz del obispo anfitrión…
El obispo Leónidas Proaño, tiempo después, fue invitado a programas de TV y a diversas Universidades locales para tratar el tema “Fe y Política”. Durante las entrevistas fue duramente acosado por su compromiso con los pobres. En una ocasión, precisó. “Hablando en general, todo hombre actúa políticamente. Las instituciones actúan políticamente. La Iglesia ha actuado y actúa políticamente. Cristo actuó políticamente. Quiero decir que actuamos políticamente porque somos seres humanos, porque pertenecemos a una sociedad y, por lo mismo, nuestras palabras y nuestras acciones tienen repercusiones en esa sociedad, a propósito de cualquier problema: de los problemas económicos, de los problemas culturales, de los problemas religiosos. Cualquier problema que tratemos incide, en este sentido general, en la política”.
Y cuando le preguntaron si Cristo era subversivo, él respondió: “Para salvar de toda situación ha venido Cristo… desde este punto de vista digo que sí: el Evangelio es subversivo. Lo combatió con su doctrina. Se enfrentó con ese sistema de pecado. Se enfrentó con las autoridades tanto religiosas como civiles. Denunció la hipocresía. Denunció la riqueza indebida, injusta. Exaltó a los pobres”.
Pero una voz resonante y clarificadora se escuchó desde Chile…
El P. Roberto Bolton, describió el hecho de la siguiente manera, refiriéndose al obispo anfitrión: “No es ciertamente, el obispo rojo, extremista, que han dicho algunos, ni tampoco simplemente un pastor buena persona, bondadoso con los indígenas. Es mucho más que eso. Él ha creado y puesto en marcha todo un método pastoral, o quizás más exactamente, él ha aplicado al terreno de la Pastoral campesina, el famoso método de Paulo Freire para la alfabetización y la educación liberadora”.
En los tiempos actuales, una voz profética y filtrada llegó desde el Vaticano…
El máximo líder de los cristianos católicos, el Papa Francisco ha dicho: «Duele constatar que, en este último periodo de la historia de la Iglesia chilena, esta inspiración profética perdió fuerza para dar lugar a lo que podríamos denominar una transformación en su centro«, agregando que la institución jerárquica «se ensimismó de tal forma que las consecuencias de todo este proceso tuvieron un precio muy elevado: su pecado se volvió el centro de atención. La dolorosa y vergonzosa constatación de abusos sexuales a menores, de abusos de poder y de conciencia por parte de ministros de la Iglesia, así como la forma en que estas situaciones han sido abordadas, deja en evidencia este ‘cambio de centro eclesial”. Finalmente sentenció: «prestar atención a lo que me permito llamar psicología de elite”; calificando esta actitud como una forma de «mesianismo, elitismo, clericalismo como sinónimos de perversión en el ser eclesial”.
Y la indignación de un creyente que aún clama verdad, justicia y reparación…
“La jerarquía eclesiástica chilena se ha pervertido de tal forma que su poder político se acomodó al sistema de los grandes poderes que dominan al mundo; su servicio apostólico se transformó en un narcisismo maligno, inmoral y antiético que traicionó la propia vida de Jesús, su Evangelio y al Pueblo de Dios”.
Nota: el Taki Ongoy, en tiempos de la conquista española fue un movimiento de emancipación ante los abusos y maltratos que sufrieron los indígenas quechuas. Se trataba de danzas y cánticos sagrados que evocaban las creencias andinas locales, pero a la vez, ansiando su propia liberación étnica y cultural ante la invasión occidental hispánica. El Taki Ongoy fue la inspiración para los distintos levantamientos, sublevaciones e insurrecciones indígenas. En 1982, el cantautor argentino Víctor Heredia, realiza un lanzamiento musical que compendia magistralmente este acontecimiento continental.
* El autor es Lic. en Ciencias Religiosas y desarrolla labores de docencia universitaria. Técnico en Prevención y Rehabilitación. Diplomado en Derechos del Niño y Políticas Sociales para la Infancia y Adolescencia.